Setiembre

La propuesta que nunca fue... 

Desde que se hizo evidente que la afectación económica ocasionada por la pandemia de COVID-19 iba a ser significativa, la Administración Alvarado Quesada empezó a coquetear con la idea de acudir al Fondo Monetario Internacional para pedir un préstamo con el objetivo de estabilizar el déficit fiscal que atraviesa el país desde hace más de 10 años.

Sin embargo, a pesar de que ya para finales de agosto se había oficializado la solicitud al FMI de un crédito de Servicio Ampliado del Fondo por $1750 millones, el presidente Carlos Alvarado había evitado concretar en qué iba a consistir la propuesta del Gobierno para acceder a ese financiamiento.

Las primeras luces sobre la propuesta se mostraron en medio de la celebración de la independencia patria, cuando Alvarado anunció una serie de aspectos que no serían incluidos en las negociaciones con el FMI. Finalmente, el 17 de setiembre que el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero Brealey, el ministro de Hacienda, Elian Villegas Valverde, y la ministra de Planificación, Pilar Garrido Gonzalo, anunciaron al país la propuesta de negociación que formuló el Poder Ejecutivo.

La propuesta del Gobierno estaba enfocada en la generación de nuevos ingresos a través de la creación de nuevos impuestos y el aumento de otros ya existentes y en menor medida en una contención del gasto (en una proporción de generar 3 colones de ingreso por cada colón de ahorro en gasto), lo que generó un rechazo generalizado de distintos actores (incluyendo cámaras empresariales, sindicatos y fracciones legislativas).

El presidente trató de justificar la necesidad de la negociación con el FMI en busca de apoyo y aseguró que “decir 'no más impuestos' es lo más irresponsable para Costa Rica. Es lo popular, pero es absolutamente irresponsable porque no lleva verdad”, sin embargo, su discurso nunca logró consolidar el apoyo necesario para sus iniciativas.

Al final, ante los bloqueos y protestas del movimiento Rescate Nacional que iniciaron el 30 de setiembre, y tras menos de tres semanas de haber anunciado su propuesta de negociación, Alvarado aseguró que retiraba esa “versión inicial” del Gobierno e inició la búsqueda de un proceso de diálogo para construir con distintos actores sociales las medidas que se llevarían a la negociación.

Octubre

Mes de bloqueos y confrontaciones

Octubre inició con 27 puntos del país bloqueados por el grupo autodenominado “Rescate Nacional”. Esta agrupación, cuyos cabecillas e incluían a los exdiputados Célimo Guido Cruz y José Miguel Corrales Bolaños, empezó a aparecer en redes sociales a finales de julio, y fue en agosto que realizó las primeras manifestaciones frente a Casa Presidencial, exigiendo al presidente Carlos Alvarado que no llevará al país a una negociación con el Fondo Monterio Internacional.

Dato D+: Antes de la conformación del movimiento Rescate Nacional, tanto Guido como Corrales habían participado de un grupo que buscaba promover un proyecto de ley para establecer la revocatoria de mandato para la Presidencia de la República.

El movimiento se fortaleció, tras el anuncio del Gobierno de la intención de solicitar un crédito de Servicio Ampliado del Fondo por $1750 millones, y la presentación de la propuesta para llevar a esa negociación, que recibió el rechazo de casi todos los sectores del país.

Rescate Nacional aprovechó el descontento con la propuesta, para hacer un llamado a bloquear distintos puntos del país, y desde los primeros días contó con el apoyo de grupos sindicales como ANEP, Asdeice y Bussco, aunque la participación activa de los sindicales en los bloqueos fue menor a la conocida en otras protestas del pasado.

Los bloqueos paralizaron al país por varias semanas, afectaron el comercio, incluyeron fuertes enfrentamientos entre los manifestantes y la policía y, según señaló el propio Corrales, fueron infiltrados por grupos criminales. Ante esto Corrales pidió que se levantaran los bloqueos, pero el llamado no fue atendido por el resto de los cabecillas del grupo.

Dato D+: La Sala Constitucional condenó al Estado por no intervenir a tiempo para levantar los bloqueos , así como por abuso de autoridad en la detención de una mujer en San Carlos, pero los exoneró por el enfrentamiento frente a Casa Presidencial.

Desde el inicio de las protestas, el Gobierno aseguró que no negociaría con el movimiento hasta que se levantaran los bloqueos. Tras un intento fallido de realizar mesas bilaterales con distintos sectores, el presidente Alvarado junto al presidente legislativo, Eduardo Cruickshank Smith, convocaron a una mesa de diálogo multisectorial, que sería facilitada por el director del Programa Estado Nación, Jorge Vargas Cullel.

A mediados de octubre, las protestas comenzaron a reducirse tras la constante intervención policial y distintas negociaciones a lo largo del país que lograron la reapertura de las vías y que el movimiento finalmente anunciará la suspensión de los bloqueos el 15 de octubre, aunque días antes ya se había dicho que el movimiento había perdido el control de las protestas.

Sin embargo, los bloqueos dejaron las carreteras y se trasladaron a la mesa de diálogo, la cual nunca pudo iniciar debido a que cuatro de los actores invitados la boicotearon al no aceptar participar bajo las reglas que se habían establecido.

Paralela a la Mesa de Diálogo del gobierno, la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras del Banco Popular inició su propia mesa de diálogo, promovida tras una negociación secreta entre Fernando Faith Bonilla, presidente del Directorio Nacional de la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras, Lenin Hernández Navas, presidente de la Confederación de Trabajadores Rerum Novarum, Guido Alberto Monge, vicepresidente Ejecutivo del Movimiento Solidarista Costarricense, y José Álvaro Jenkins Rodríguez, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep).

Las críticas por el sabotaje a la mesa del Gobierno caerían sobre Jenkins, tras conocerse que antes de rechazar el diálogo del Gobierno, había tenido una reunión con el líder de Rescate Nacional, Célimo Guido. Jenkins trató de justificar la reunión asegurando que fue gracias a su intervención que se había levantado los bloqueos, versión que fue desmentida tanto por Guido como por el propio presidente Alvarado.

Tras la caída del primer intento de diálogo, los presidentes Alvarado y Cruickshank hicieron un nuevo llamado a una mesa de diálogo multisectorial, esta vez sin reglas preestablecidas y con una mayor representación de diversos sectores.

Dato D: Fue a finales de octubre el presidente Alvarado vetó el controversial proyecto de ley que buscaba reactivar la pesca de arrastre en el país.