El 71% de los homicidios en el 2023 tuvo como móvil el ajuste de cuentas o venganza.
El Programa Estado de la Nación (PEN) presentó este jueves el XXX Informe del Estado de la Nación, en el cual se le puso especial atención al tema de la seguridad ciudadana y la violencia homicida que se han incrementado en el país.
Según señala el informe el aumento de la violencia homicida se debe, en su mayoría, a la expansión del crimen organizado, con el narcotráfico como principal causa, aunque no la única. Los datos muestran que en el 2023, más del 70% de los homicidios registrados en el país tuvo como móvil el ajuste de cuentas o venganza.
El informe destaca que Costa Rica ha visto un aumento en su tasa de asesinatos, al pasar de 4,4 por cada 100 mil habitantes en 1990 a 17,3 en el 2023, lo que colocó al país como el tercero con la tasa de homicidios más alta en Centroamérica, solo por debajo de Belice (19) y Honduras (31).
Según detalló el PEN, entre el 2022 y el 2023, la cifra de homicidios registrados en Costa Rica se incrementó un 27%, al pasar de 656 a 906, respectivamente. La investigadora Evelyn Villareal Fernández señaló que la dinámica de los asesinatos en el país ha variado en años recientes, no solo por el importante aumento de víctimas, sino también por un patrón territorial se ha ido extendiendo a otras zonas que antes no estaban afectadas.
Villareal añadió:
La violencia del crimen organizado se ha expandido en el país. Sin embargo, el aumento de la violencia homicida se concentra en 27 distritos (de los 478). El año pasado, el 49% de todos los homicidios registrados en el país correspondieron a esos 27 distritos, en cada uno hubo más de diez víctimas”,
Los datos del PEN muestran que la violencia homicida en Costa Rica no se distribuye territorialmente de manera uniforme. En 2023 265 distritos no reportaron ningún asesinato, lo que contrasta con los cinco distritos más violentos, donde se registraron 20 o más homicidios el año anterior, siendo el más afectado Limón con 79, seguido de Pavas (24), Barranca (24), Batán (22) y Chacarita (20).
Patrones territoriales y dinámicas criminales
El informe identificó diferencias territoriales a nivel de cantones, siendo que algunos, como Limón y San José, presentan de manera crónica esta problemática y siguen siendo zonas críticas, con más de 20 homicidios por cada 100 mil habitantes; sin embargo, desaceleraron su crecimiento. Mientras que otros cantones, como Parrita y Santa Cruz, registraron un importante aumento en la tasas de homicidios en años recientes.
En el caso de Parrita el cantón puntarenense pasó de tener 5 homicidios por cada 100 mil habitantes a 84 entre el 2017 y el 2023, y Santa Cruz la tasa pasó de 2,8 a 33. Según el informe, este cambio refleja la expansión territorial de las bandas criminales, que ajustan sus dinámicas de control en respuesta a las políticas de seguridad pública y la movilidad del mercado delictivo.
El informe también identificó que la naturaleza de los asesinatos también se ha transformado. De acuerdo con datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el 71% de los homicidios en el 2023 tuvo como móvil el ajuste de cuentas o venganza, relacionados con la delincuencia organizada o el narcotráfico.
Dato D+: El 71% de homicidios que tuvieron como móvil el ajuste de cuentas o venganza, incluye las víctimas colaterales que fueron asesinadas pero no eran el objetivo principal del acto criminal.
El informe detalla que en la mayoría de estos casos (80%) un arma de fuego fue usada para cometer los asesinatos, mientras que las principales víctimas fueron hombres (92%), costarricenses (85%) y jóvenes (45%, menores de 30 años).
Villareal añadió:
El análisis de los datos muestra que, en los últimos cuatro años el OIJ logra resolver con la identificación de un sospechoso alrededor del 55% de los casos. El restante queda sin resolución o está pendiente, lo que podría indicar una mayor complejidad en los homicidios y un crecimiento de las estructuras de violencia armada, como sicarios y gatilleros”.
Los datos muestran que la violencia no ha disminuido significativamente durante este 2024, ya que durante el primer semestre del 2024 se registraron 434 homicidios dolosos; es decir, un asesinato cada 10 horas.
El informe también identificó ciertas variables socioeconómicas, que, si bien, no se puede usar para establecer causalidad, se asocian con tasas más altas de homicidios, en especial los ajustes de cuentas. Según señala el informe "típicamente, un cantón con mayores tasas se caracteriza por tener bajo desarrollo humano y social, menor promedio de personas aseguradas a la CCSS, mayor proporción de hogares en asentamientos informales, más cantidad de población entre 5 y 24 años, mayor porcentaje de jefaturas femeninas, menor logro educativo, más hogares con bajo clima educativo".
Para profundizar en este tema se realizó un análisis de regresión de las variables, encontrando que los resultados "coinciden con la literatura internacional, la cual identifica como dimensiones relacionadas a los patrones espaciales: la pobreza, el nivel educativo, la estructura familiar, entre otros".
Crimen organizado local e internacional
El informe utiliza los datos de desarticulación de bandas criminales por parte de las autoridades, como indicador de la presencia de grupos organizados, y encontró que en 2023 el país alcanzó su cifra récord en este indicador, con 107 organizaciones criminales locales desarticuladas. Según el informe estas bandas, junto a las narcofamilias y las organizaciones criminales internacionales, han estado creciendo y ocupando más territorios en el país desde el 2010.
La investigadora del PEN explicó que las narcofamilias se han ido transformando de organizaciones que se dedicaban a otras actividades ilícitas (por ejemplo, en Guanacaste algunas vendían guaro de contrabando o vino de coyol), a actores clave en el control del territorio por el narcomenudeo. Estas agrupaciones criminales compiten de forma violenta con pequeñas bandas que aparecen y desaparecen.
El informe destaca que otro factor que influye en la violencia entre las organizaciones criminales es la confluencia de carteles colombianos y mexicanos. Estos últimos se caracterizan, según expertos, por disuadir a bandas rivales mediante actos brutales, lo cual recrudece la violencia homicida.
Villareal añadió:
El conflicto entre las narcofamilias, grupos locales emergentes y carteles transnacionales crea una red criminal compleja y con acceso a importantes recursos, que dificulta a las autoridades lograr un control efectivo sobre la violencia homicida vinculada con el narco”.
Adicionalmente, se señala que el narcotráfico no es la única actividad ilícita que realizan estas bandas. Según indicó la investigadora, existe evidencia de que, además, la delincuencia organizada se dedica a la trata de personas, tráfico de armas y préstamos “gota a gota”.
Villareal concluyó:
El país enfrenta un desafío multicausal, por tanto las medidas deben balancear, por un lado, la perspectiva preventiva a largo plazo es abordar las desigualdades sociales, pues la creciente violencia homicida en Costa Rica es más intensa en las zonas de alto rezago social; por otro lado, las estrategias policiales y de inteligencia para enfrentar los factores de inseguridad internacionales”.
Lea las notas sobre el XXX Informe Estado de la Nación:
- Deterioro significativo en servicios de educación y salud por recortes.
- País requiere 189 Ebáis adicionales.
- Falta de enfoque territorial dificulta atender las desigualdades productivas.
- Costa Rica continúa gastando mucho más de los ingresos que recibe.
- Acciones del gobierno rompen narrativa ambiental como factor clave del desarrollo humano.
- El 69,4% de la energía consumida en el país se obtuvo de fuentes no renovables.
- Sector marino-costero opera en un contexto de aislamiento institucional.
- El "poder del megáfono" ha sido un arma de ataque por parte del Ejecutivo.
- Condenas por recursos de amparo contra el Ejecutivo son seis veces más que hace ocho años.
- El desempeño del oficialismo actual destaca por ser el menos proactivo y exitoso de este siglo.
- Asambleas Legislativas 2018-2022 y 2022-2024 son las que más exoneraciones aprobaron en este siglo en la primera mitad de su periodo.
- Salarios del sector comercio son más bajos en zonas más afectadas por violencia con armas de fuego.