Informe señala que, con el cambio de autoridades en 2022, las posiciones oficiales que riñen con la sostenibilidad se han vuelto más explícitas, evidenciando un cambio en la narrativa.

El Programa Estado de la Nación (PEN) presentó este jueves el XXX Informe del Estado de la Nación y entre sus principales hallazgos se señala que existen evidencias de un giro en la narrativa ambiental que se refleja en consecuencias concretas sobre la base material del desarrollo humano del país: la naturaleza. 

En el informe se indica que a pesar de los logros formales en materia ambiental, se han aumentado las amenazas a la conservación de la biodiversidad en Costa Rica.

La investigadora del PEN, Karen Chacón Araya, explicó que

Desde 1990 casi diez administraciones de gobierno de distintos partidos políticos mantuvieron un enfoque y un discurso en favor de la conservación, lo cual generó importantes beneficios ambientales, económicos y políticos. Sin embargo, actualmente el país enfrenta una ruptura en la narrativa sobre el ambiente como motor del desarrollo humano”.

Además, detallaron que el discurso “antiambiental” ha tenido presencia en los distintos sectores políticos, institucionales, gremiales y sociales desde hace varios años, sin embargo, con el cambio de autoridades en el 2022, “las posiciones oficiales que riñen con la sostenibilidad se han vuelto más explícitas y se torna claro un cambio en la narrativa”. 

Desde el PEN se realizó un ejercicio de sistematización con ejemplos de cambio de narrativas: 

En cuanto a los avances formales, en el informe destacaron que en el 2023, el área bajo el programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA) fue de 65.382 hectáreas, lo que equivale a un 26,8% más que en el 2022. Asimismo, el Fondo de Biodiversidad Sostenible otorgó 386 millones de colones distribuidos entre 139 beneficiarios y se aprobó la creación del Fondo de Pago por Servicios Ecosistémicos Marino-Costeros. 

No obstante, Chacón Araya afirmó que cada vez surgen más amenazas a la conservación de la biodiversidad, a raíz de la invasión de áreas protegidas, deterioro de los ecosistemas, presión sobre el uso de los recursos naturales, entre otros.

Por ejemplo, datos agregados por el PEN de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), señalan que el número de especies catalogadas como amenazadas en el país experimentó un aumento de 20,2%, al pasar de 650 en el 2022 a 781 en el 2023. 

Adicionalmente, en el último año Costa Rica perdió 9.003 hectáreas de cobertura arbórea, es decir, un 5,5% más que lo registrado en el 2022.

La investigadora concluyó:

El país debe definir sus prioridades en cuanto al desarrollo humano y fomentar un debate amplio, transparente y participativo sobre sus apuestas en esta materia para los próximos años”.

Lea las notas sobre el XXX Informe Estado de la Nación: