Decreto fue firmado por el presidente Chaves y sus ministros de Salud, Minae y MAG.

Este jueves 30 de noviembre el presidente Rodrigo Chaves Robles firmó el decreto que deja en firme la prohibición del plaguicida Clorotalonil.

El mandato también fue suscrito por la vicepresidenta de la República y ministra de Salud, Mary Munive Angermüller; el ministro de Ambiente y Energía (Minae), Franz Tattenbach Capra; y el ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Víctor Carvajal Porras. La publicación del decreto 44280-S se realizó en La Gaceta 223, alcance 237 de este 30 de noviembre del 2023.

En abril del 2023, luego de un informe técnico emitido por el Ministerio de Salud, el Ministerio de Ambiente y Energía y el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, se generaron diferentes recomendaciones para el manejo del plaguicida Clorotalonil, dentro de las cuales se solicitaba la prohibición de su uso.

No obstante, fue hasta junio del presente año cuando tras un fallo de la Sala Constitucional (también conocida como Sala IV) se ordenó de forma obligatoria la prohibición del agroquímico en un plazo no mayor a seis meses. 

En un comunicado a la prensa de la cartera de Salud se indicó que tras lo dispuesto por el Tribunal Constitucional, sostuvieron una serie reuniones y gestiones interinstitucionales los ministerios involucrados donde se depuró el texto y posteriormente se firmó el decreto.

Adicionalmente bajo un marco de trabajo en conjunto, Salud, Ambiente y Energía, y Agricultura y Ganadería están colaborando en la formulación de una política integral de gestión de plaguicidas que busca reducir los riesgos asociados a su uso y mejorar su gestión a nivel nacional.

Semanas atrás la ministra de Salud y vicepresidenta de la República comentó a Delfino.cr que están acatando lo que dice la Sala IV y son respetuosos de la división de poderes. 

Hay muchas líneas de trabajo que nosotros manejamos y que a veces desafortunadamente no estamos de acuerdo con lo que se nos dice, pero somos obedientes a esta división de poderes y sobre todo respetuosos con los mandatos, entonces generamos las acciones respectivas".

Munive Angermüller compartió que para ella la prohibición no es la solución en el tema de agroquímicos en Costa Rica. Para profundizar en esto, mencionó que están trabajando en mesas de trabajo para generar no sólo una política en el tema, sino también decretos que regulen adecuadamente el uso de plaguicidas.

Asimismo, hace más de un mes se hizo público que el jerarca del MAG dijo a la Sala IV que no veía óptimo prohibir el clorotalonil en el país y consideraba ideal generar reformas para controlar su aplicación. Además, agregó que el informe no era preciso y solicitó una aclaración de la sentencia emitida.

Carvajal Porras señaló que su ministerio no tiene como fin último la prohibición del uso del producto, sino la búsqueda de opciones que controlen y reduzcan el uso del mismo, así como la “emisión de un decreto ejecutivo que contenga disposiciones en cuanto a cómo deben realizarse las aplicaciones terrestres”.

La Sala IV desestimó la solicitud el pasado 26 de setiembre y explicó que los alegatos del MAG distan de "encontrarse relacionados con algún concepto del voto que deba aclararse o adicionarse, toda vez que la sentencia es absolutamente clara en la exposición de hechos y fundamentación”.

Lea: ¿Qué es el clorotalonil? Plaguicida presente en agua de vecinos de Cartago y melones costarricenses en Europa

Afectación en comunidades cartaginesas alertó a ecologistas

La solicitud de la Sala IV llegó precedida de un amparo interpuesto por el integrante del Frente Ecologista de Cipreses, Fabián Pacheco Rodríguez. Este movimiento estuvo denunciando desde inicios de 2022 la contaminación de dos acueductos en Cipreses de Oreamuno, Cartago, con el fitosanitario clorotalonil.

La problemática, que afecta especialmente a las comunidades de Santa Rosa y Cipreses en Oreamuno, tiene a unas 10 mil personas recibiendo agua potable en cisternas desde octubre de 2022. 

Pacheco Rodríguez celebró la firma del decreto y mencionó que es un gran logro del movimiento ecologista costarricense.

Y continuó:

La firma del decreto que hoy es una realidad y hoy podemos decir que el movimiento ecologista sigue construyendo un país socialmente justo y ambientalmente sano".

Además destacó que el caso de Cipreses es solo "la punta de iceberg" y que en las comunidades cartaginesas de San Pablo y Santa Rosa se ha dado el mismo problema, por lo que seguirán la lucha y apoyarán un proyecto de ley de la diputada del Liberal Progresista, Kattia Cambronero Aguiluz que pretende reducir el uso de plaguicidas altamente peligrosos mediante su control, prohibición y sustitución, promoviendo una agricultura sostenible en Costa Rica.

Si seguimos muestreando comunidades se va a a comprobar nuestra teoría de que Cipreses es la punta del iceberg y que el clorotalonil tiene muchos mantos acuíferos de agua para consumo humano contaminados con sus degradados agrotóxicos".

En el caso de lo sucedido en la provincia cartaginesa el investigador del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET-UNA) e integrante de la Red Internacional de Acción en Plaguicidas, Fernando Ramírez explicó a este medio de comunicación que lo que se ha encontrado en los análisis de agua son derivados de la molécula que se utiliza en agricultura; en zanahoria, papa y culantro principalmente. 

El laboratorio del IRET-UNA fue el que dio a conocer los primeros estudios que revelaron la contaminación en el líquido vital. Al respecto, Ramírez detalló que los estudios se realizaron debido a que algunos vecinos indicaban que la proximidad de actividades agrícolas no respetaba los 200 metros de límite que estipula la Ley de Aguas N° 276 en su artículo 31.

Este agroquímico también fue hallado en melones costarricense que viajaban a Europa. Con el calificativo de "grave" al considerar que el “Clorotalonil es cancerígeno”, las autoridades alemanas emitieron una alerta a los consumidores por la presencia del plaguicida en melones costarricenses que llegaron al viejo continente en febrero del presente año.

En la notificación número 2023.2053 del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos, el compuesto fue encontrado en una proporción de 0,08 milígramo/kilógramo en parte por millón (mg/kg – ppm), cuando su Límite Máximo de Residuos (LMR) es de 0,01 mg/kg – ppm.

En un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se detalló que los plaguicidas con más productos registrados en territorio nacional son el clorotalonil (con 983), el glifosato (con 892), y el mancozeb (con 839), con antecedentes de peligrosidad para la salud humana y el ambiente.

También se destacó que en promedio los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tienen usos promedio de 2 kg de plaguicidas activo por hectárea de uso agropecuario, mientras que Costa Rica registra valores por encima de 9 kg.

La Unión Europea prohibió el uso de clorotalonil en 2020 porque la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) estimó que el clorotalonil “debería ser clasificado como cancerígeno de categoría 1B”. Esto quiere decir que es un “supuesto” agente que provoca la enfermedad.

Pese a esta prohibición, el pasado 6 de abril se dio a conocer que el agua potable en Francia está contaminada por residuos del Clorotalonil. Esa molécula se encontró en más del 50 por ciento de las muestras, y en más de un tercio superó los límites de calidad (0.1 microgramo/litro). Asimismo, el agua de Suiza suele estar contaminada con el producto.

El producto, prohibido en 32 naciones, también fue clasificado por la Oficina de Programas de Pesticidas de la Agencia de Protección Ambiental del gobierno de Estados Unidos como un probable cancerígeno para humanos desde 1997.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el clorotalonil es especialmente tóxico para los peces y los invertebrados acuáticos. La exposición al agente puede causar daños renales y estomacales en los roedores, incluidos tumores.