Sala IV respaldó informe emitido por Salud, AyA y Minae.
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (conocida popularmente como la Sala IV) declaró con lugar un recurso de amparo presentado ante la contaminación con el plaguicida Clorotalonil en las nacientes de agua de la ASADA de Santa Rosa de Oreamuno de Cartago.
El Alto Tribunal resolvió a favor el amparo interpuesto por el integrante del Frente Ecologista de Cipreses, Fabián Pacheco Rodríguez, contra el Ministerio de Salud, la ASADA de Santa Rosa de Oreamuno y el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
En la resolución 2023-13384, perteneciente al expediente 22-026649-0007-CO, la Sala IV solicitó que se ejecuten las recomendaciones de un informe que pidió la prohibición del Clorotalonil y que fue emitido por las cartera de Salud, el AyA y el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) en abril del presente año.
El criterio de las instituciones se dio luego de que el plaguicida estuviera involucrado en la contaminación de dos acueductos rurales de la zona norte de Cartago, en las comunidades de Santa Rosa y Cipreses en el cantón cartaginés, situación que tiene a unas 10 mil personas recibiendo agua potable en cisternas desde octubre de 2022.
Al respecto, la Sala condenó al Estado y al AyA al pago de las costas, daños y perjuicios causados por esta situación. Estos se reclamarán en el proceso de ejecución de sentencia en la jurisdicción contencioso-administrativa.
En el fallo se ordenó a la Ministra de Salud, Mary Munive, y la Directora a.i. del Área Rectora de Salud de Oreamuno, Fiorella Fait Wong, establecer la coordinación con las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Minae y del AyA para que dentro del plazo de seis meses se adopte lo dispuesto en el informe técnico mencionado, para garantizar el derecho a la salud y a la vida de las personas.
Adicionalmente, la Sala ordenó al Gerente General del AyA y al presidente de dicha ASADA, Jorge Zapata Arroyo y José Sánchez Redondo, respectivamente, que mantengan y garanticen la prestación del servicio de agua potable para consumo humano mediante las vías que corresponda, sin que se utilice ninguna de las fuentes contaminadas.
Asimismo, se castigó a la ASADA de Santa Rosa de Oreamuno de Cartago al pago de las costas, daños y perjuicios causados, los que se liquidarán en ejecución de sentencia en la vía civil.
En el recurso, el denunciante estimó vulnerados sus derechos fundamentales, al ser vecino de Cipreses de Cartago, comunidad que recibe el servicio de agua potable por medio de la ASADA involucrada en el caso.
En el reclamo se argumentó que, desde el año 2021, el acueducto tiene problemas de contaminación con el plaguicida, lo que provocó la clausura de cinco nacientes de agua, propiamente las de Piedra, Benjamín Uleth, Birris, Agua Fría y Manuel Granados.
Los problemas de contaminación fueron confirmados a través de un estudio realizado conjuntamente por IRET-UNA y el Laboratorio Nacional de Agua. No obstante, señalaron que la contaminación persiste.
El magistrado Jorge Araya García, instructor del caso comentó:
Esta sentencia es de especial relevancia porque no solamente se está ante el riesgo de consumir agua contaminada, sino que los informes técnicos, que constan en el expediente, señalan que hay un claro riesgo para la salud humana debido a que muchos productos agrícolas que provienen de la zona se riegan con agua afectada por este plaguicida”.
Y continuó:
Para garantizar la salud de las personas, es que se ordena implementar las acciones ya identificadas, que van en el sentido de eliminar los riesgos que el uso de este plaguicida tiene”.
El miembro del Frente Ecologista de Cipreses, Pacheco Rodríguez, celebró el fallo de la Sala y dijo que es un momento muy importante para reflexionar sobre la importancia de cuidar las nacientes de agua. Mientras que Karla Cotto, que forma parte del colectivo, calificó la decisión como un "hito histórico", agregó:
Que la sala cuarta pidiendo la prohibición del clorotalonil por tantas décadas en la zona norte, se ha convivido, se ha tolerado el mal uso de los plaguicidas, partiendo de que de que esto no tiene ninguna consecuencia para la salud, pero sabemos que sí las tiene, que está provocando daños. Son altamente tóxicos y alguien tenía que hablar de esto, alguien tenía que hacer conciencia, esperamos que que se ponga en marcha la institucionalidad del país para velar por la salud de las personas".
En el “Informe Técnico Clorotalonil” las autoridades de gobierno alertaron que el agroquímico, utilizado principalmente como fungicida en cultivos como hortalizas y frutas, fue prohibido en la Unión Europea debido a su potencial carcinogénico y su capacidad para contaminar las aguas subterráneas con metabolitos de su degradación.
También destacaron que la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos ha clasificado el clorotalonil como un posible carcinógeno humano y un posible agente tóxico para la reproducción y el desarrollo. Además de que la exposición a este compuesto puede causar irritación en la piel, los ojos y las vías respiratorias, así como náuseas, dolor de cabeza y mareos.
Asimismo se recomendó al Servicio Fitosanitario del Estado que realice un levantamiento de los plaguicidas más utilizados en el país y que el análisis de residuos en fuentes de agua, suelos y vegetales se priorice de acuerdo con el volumen de importación actualizado.
Según el estudio realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “Uso Aparente de Plaguicidas en Costa Rica”, el clorotalonil es el cuarto plaguicida más utilizado en el país, con un promedio de 861.000 kilogramos por año. Actualmente se cuentan 983 registros en el país y 586 registros comerciales para su uso en hortalizas.
En promedio los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tienen usos de 2 kilogramos de plaguicidas activos por hectárea de uso agropecuario, mientras que Costa Rica registra valores por encima de 9 kilogramos.
Este compuesto también estuvo presente en el caso donde autoridades alemanas emitieron una alerta a los consumidores por la aparición del plaguicida en melones costarricenses que llegaron a Europa en febrero del presente año. Los europeos utilizaron el calificativo de "grave" al considerar que el “Clorotalonil es cancerígeno”