Sin mitigación y adaptación a la crisis climática y sin enfoque de derechos humanos (ni perspectiva de género), no habrá economía que se sostenga en el mediano plazo.

Si el ajuste se carga solo en lo tributario no tendrá viabilidad política y golpearía los bolsillos de las personas que ya han sido impactadas por la anterior reforma fiscal y la actual crisis económica.

¿Quién nos defiende entonces de una gestión absolutamente mediocre y perjudicial?

Sostener la economía a punta de retrocesos en materia laboral no pareciera ser una decisión racional.

Costa Rica se despertó siendo un país diferente: ¡Llegó el matrimonio igualitario!

El mensaje resultó omiso e insuficiente, no solo en las medidas económicas para la recuperación debido a la pandemia, por cierto.

Costa Rica continúa avanzando, sin embargo, es una fuerte llamada de atención que en este país tengamos que seguir acudiendo a sistemas internacionales de protección de derechos humanos para superar la oposición oscurantista.