Naciones Unidas llamó a que el caso no quede impune y se avance en el reconocimiento de los derechos de pueblos indígenas.
El 18 de marzo de 2019 se dio conocer que líder indígena Bribri de Salitre, Sergio Rojas Ortíz, fue asesinado en medio del conflicto originado por el proceso de recuperación de territorios que iniciaron los Pueblos Originarios en 2011.
Ese día recibió cerca de 15 balazos en Yeri, en el territorio de Salitre, ubicado en la zona sur de Costa Rica. Rojas Ortiz ya había sido víctima de varios intentos de homicidio y era sujeto de medidas cautelares de protección ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en abril del 2015.
Las medidas ordenaban al Estado garantizar la protección, vida e integridad personal de los miembros del Pueblo Indígena Teribe y Bribri de Salitre, sin embargo el país no logró cumplir con las disposiciones ordenadas.
Rojas era miembro del clan Uniwak, dirigente y fundador del Frente Nacional de Pueblos Indígenas (Frenapi), del Consejo Ditsö Iriria Ajkönuk Wakpa, autoridad propia del pueblo de Salitre, y parte de un movimiento que exigió a la Asamblea Legislativa el debate de un proyecto de autonomía indígena, razón por la que fue expulsado del Congreso con otras personas indígenas en 2010.
Además, es recordado porque hace cerca de 15 años, a través de la Junta Directiva de la Asociación de Desarrollo Integral de Salitre, evidenció un aparato de discriminación racial y sistemática contra los pueblos indígenas en los cantones de Buenos Aires y Pérez Zeledón. Situación que se demostró cuando el gobierno local de Buenos Aires decidió declararlo como “non grato”.
¿Qué pasó con su caso?
El 19 de enero de 2024 el Juzgado Penal del I Circuito Judicial de la Zona Sur, sede Buenos Aires, determinó el archivo definitivo del caso en el que se investigó el asesinato de Rojas Ortiz.
La noticia, compartida por la familia del líder indígena, llegó luego de que el pasado mes de diciembre se realizó una audiencia preliminar en la que se conoció la solicitud de sobreseimiento del Ministerio Público, así como una querella para el envío a juicio de parte de los hijos e hijas de Rojas Ortiz.
La determinación del Juzgado fue dictar el sobreseimiento definitivo a favor de las dos personas no indígenas imputadas. El ente juzgador indicó que la prueba recolectada producto de la investigación no reunió el grado de probabilidad necesario para realizar un juicio, según explicó el abogado de la familia de Rojas Ortiz, Oscar Retana Montenegro.
En ese momento el abogado comentó a este medio de comunicación:
El caso sí se comparte que tuvo dificultades materiales como el [hecho de] que no hubo testigos presenciales, la hora en que se realizó el homicidio y la falta de testimonios que aportaran prueba directa. Esto desde un inicio dificultó la investigación como tal".
El defensor de la familia también agregó que la investigación del homicidio fue compleja debido a que no contó con testimonios precisos sobre la participación de las personas imputadas en los hechos. Además, dijo que el asesinato tuvo un fin intimidante hacia las personas defensoras de sus derechos humanos en Salitre.
Mantenemos que parte de sus fallos es la falta de una legislación adecuada que contemple la realidad de los pueblos indígenas y las personas defensoras de derechos humanos y se comparte que hace falta un resguardo mayor".
Esta determinación judicial puso fin a la investigación penal por el homicidio del líder indígena. Antes del archivo, el Ministerio Público ya había solicitado finalizar el caso al justificar que "el entorno, la forma de vida de la zona y la imposibilidad de localizar a los testigos fueron factores que jugaron en contra de la investigación".
Tras esto el Sistema de las Naciones Unidas (ONU) en Costa Rica lamentó el archivo judicial definitivo de la causa, y solicitó que se activen los mecanismos legales necesarios para que las investigaciones sean retomadas con la mayor prontitud y evitar así la impunidad.
Asimismo, pidieron al Poder Judicial redoblar esfuerzos y recursos para que en otros casos abiertos por ataques a líderes indígenas las pesquisas sean conducidas apropiadamente.
Este 18 de marzo Naciones Unidas recordó el llamado que hicieron los expertos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en el que urgieron a las autoridades costarricenses a “identificar a los autores materiales e intelectuales de este grave delito y llevarlos ante la justicia, de acuerdo con la ley”.
También detallaron en lo indicado por el Relator Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Francisco Calí Tzai, en el informe de su visita al país en el 2021 en el que se refirió a la urgencia de “establecer un mecanismo efectivo y culturalmente relevante para la protección de las personas defensoras de los derechos humanos”, así como profundizar la restitución de tierras a los pueblos indígenas, y con ello evitar la tensión social en los distintos territorios.
Posteriormente a la decisión del Juzgado, la familia del líder indígena indicó que va a acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en busca de justicia por el homicidio.
Semilla de esperanza
Dentro de los pueblos indígenas, Sergio Rojas es visto como una semilla que floreció en esperanza.
Por ejemplo, la líder indígena cabécar, Doris Ríos Ríos, había mencionado que el resultado de las recuperaciones en China Kichá fue impulsado por el trabajo de Rojas. Esto despertó al pueblo cabécar que para 2017 era un territorio que estaba acaparado por finqueros que explotaban la tierra con ganadería extensiva, dejando los suelos secos, sin alimentos ni bosques.
En este quinto aniversario, el programa Kioscos Ambientales de la Universidad de Costa Rica y el proyecto “Pueblos Originarios y Universidades Públicas” emitieron un pronunciamiento en el que señalaron que gracias a Rojas Ortíz "aprendimos que para poder existir como Pueblos originarios, con derechos y sin miedo, es posible que también nos cueste la vida".
Seguiremos lamentando su muerte, pero a la vez seguiremos aprendiendo y nutriéndose de su valor ilimitado. Sergio nos enseñó que el Estado no iba a resolver a favor nuestro y fue así que reconocimos que éramos personas expulsadas de nuestra propia Tierra. Aprendimos de él que debíamos terminar con nuestra condición de peones y casi esclavos en nuestra propia Tierra".
Y continuaron:
Quienes pensaron que matándolo iban a desaparecer y borrar su lucha, ahora pueden ver que sus semillas están germinando en las tierras cultivadas, en los bosques regenerados, en los animales silvestres que han regresado, en la dignidad recuperada, en la cultura propia fortalecida, en los niños y niñas que han nacido dentro de las recuperaciones, y en las personas indígenas de todas las edades que están rehaciendo su vida gracias a que ahora viven en su propia Tierra. Sergio también revive en cada encuentro entre Pueblos originarios que sin quererlo fuimos separados".
Para finalizar, agregaron que el líder indígena les enseñó a defenderse y a vivir con dignidad. También a resistir, pese a que se les intente sacar de sus tierras, quemarlas y agredirles, "pero que todo ese odio no podrá acabar con nuestro espíritu de lucha".