¿Sabe usted qué son los EPU o Exámenes Periódicos Universales de la ONU? Este proceso especial, según el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, se sustenta en una revisión periódica del estado de los derechos humanos alrededor de los 193 Estados miembros. El año pasado, Costa Rica fue una de las naciones que atravesó este proceso.

El Informe del Grupo de Trabajo sobre el Examen Periódico Universal sobre Costa Rica del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en su 58 período de sesiones del 24 de febrero al 4 de abril del 2025, hecho bajo el número de documento A/HRC/58/13, consta de 28 páginas donde dicho órgano plasma tanto una contextualización en cuanto al proceso de revisión y examinación como las principales recomendaciones que le realizan diferentes Estados a nivel individual.

Leyendo el documento en su totalidad, pude notar una serie de acotaciones que me parecieron importantísimas no solo por lo que dicen, sino por lo que implica y significa en el contexto político de nuestro país, más ahora que vamos rumbo a las elecciones. Me referiré a cuatro temas puntuales:

  • La prohibición de las mal llamadas ‘’terapias’’ de conversión.
  • El aborto legal.
  • La precarización laboral.
  • Los derechos de las personas migrantes.

En primera instancia, de la recomendación 120.112 hasta la 120.119, Estados miembros como España, Chipre, Islandia, Colombia, Canadá, Chile y el Reino Unido, se refirieron a las mal llamadas ‘’terapias’’ de conversión, donde desde diferentes dimensiones expresaron la importancia de no solo aprobar su prohibición, sino además de castigarlas y penalizarlas. Esto viene siendo fundamental, en el contexto de un trámite legislativo donde el expediente 20.970 ha sufrido un proceso de ralentización producto de la obstaculización del mismo por parte de la bancada de Nueva República, específicamente por el diputado Fabricio Alvarado.

Las mal llamadas ‘’terapias’’ han sido ampliamente demostradas como procesos tortuosos para las personas sometidas a estos; a ello ahora se le suman las recomendaciones realizadas a nivel internacional por no uno, sino varios países que urgen al país la prohibición de estos métodos, así como su penalización y castigo. Y, sin embargo, seguimos en un estado donde personas diputadas en el plenario legislativo dicen ‘’defender’’ la vida, pero a su vez promueven el odio hacia las personas que no se identifican con los esquemas de orientación sexual o identidad de género impuestos tradicionalmente por la sociedad.

En el marco de estas elecciones, es importantísimo traer a la mesa la discusión sobre este proyecto para prohibir los mencionados métodos tortuosos. Las personas candidatas, si dicen estar a favor de los derechos humanos, deben utilizar sus plataformas y redes para hacer un llamado o posicionarse rotundamente en contra de estos mecanismos que ya desde las Naciones Unidas son mostrados como violatorios de los derechos humanos. El irrespeto a la comunidad LGBTQIA+ es un fenómeno muy presente en nuestra sociedad costarricense, lo cual es algo que es trascendental cambiar. El próximo gobierno deberá, en el marco de los pésimos y espantosos retrocesos y ataques que ha realizado el gobierno chavista a este sector de la población, adoptar una postura desde el humanismo en pro de la comunidad LGBTQIA+. Pues, el respeto a la autonomía y la identidad de cada quién es crucial.

Al asunto anterior, le podemos sumar un segundo punto: el aborto legal. Desde las recomendaciones 121.8 a la 121.12, país como Noruega, Dinamarca, Islandia, Chequia y Bélgica motivan a Costa Rica a despenalizar el aborto en virtud de la salud y la autonomía corporal de las personas. De este tema me he manifestado mucho desde que empecé a escribir a mis 15 años y, sin embargo, hoy más que nunca creo que es fundamental continuar visibilizando y hablando de ello.

El aborto legal sin lugar a duda es una postura que quizás no sea tan popular en Costa Rica, y sin embargo, debemos recordar con certeza y claridad: los derechos humanos no se negocian, ni mucho menos deben de estar sujetos a la opinión mayoritaria. Bajo el principio de no regresividad, no se debe realizar legislación que reduzca o limite los derechos humanos, los cuales se consagran en los valores humanistas más notorios de nuestro mundo. En ese sentido, debemos recordar que no deben estar sometidos a lo que una mayoría, en un determinado contexto sociopolítico, desee revertir sobre ellos. Así, cuando hablamos del acceso a la salud sexual y reproductiva, la autonomía corporal y la libertad, entre otros derechos, es importantísimo recordar que le corresponden a todas las personas, incluyendo a las mujeres o a las personas con capacidad de gestar.

Se dice que el aborto legal es una "alcahuetería". Bueno, en realidad yo pensaría que la "alcahuetería" es el intentar satisfacer o contentar la opinión de grupos ultraconservadores que buscan controlar los cuerpos ajenos. La "alcahuetería" no es el clamor por libertad, autonomía y derechos, sino ceder y complacer a quienes atentan contra la integridad y la dignidad humana tan solo porque sí. ‘’Alcahuetear’’ no es el darle derechos a una mujer, es el quitárselos para complacer a un hombre.

En tercer lugar, es adecuado hablar sobre las recomendaciones que se realizan en términos de la prevención de la precarización laboral y su ligamen con los derechos de las personas trabajadoras migrantes. En el informe, de la recomendación 121.1 a la 121.6, seis países reiteran a Costa Rica la trascendencia de la ratificación de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares. Este convenio surge en 1990 como un mecanismo fundamental para la protección de las personas trabajadoras migrantes, en el contexto de un mundo donde no solo la xenofobia, sino además la precarización laboral de las personas migrantes es utilizada en varios sectores de trabajo como estrategia de algunos empleadores que buscan aprovecharse de la condición de estas personas para explotarlas. pagarles menos, entre otros aspectos.

En nuestro país, estamos en este momento discutiendo una y otra vez sobre el nefasto proyecto para aprobar las jornadas de 12 horas que no constituyen más que una explotación laboral, mientras dejamos de lado la discusión por condiciones laborales dignas para muchísimas personas en condición de vulnerabilidad o sujetas a tratados sustentados en la discriminación, tal y como es el caso de las personas trabajadoras migrantes. Es importantísimo que Costa Rica vuelva a ver hacia todas las naciones que han aprobado este mecanismo pero que, de igual forma, continúan adoptando medidas para la erradicación de la xenofobia, así como para la seguridad y calidad de vida de las personas trabajadoras migrantes, más aún cuando en el párrafo 123 del documento, textualmente, se establece que entre otros aspectos, nuestro país se compromete a "concluir la formulación y la adopción de una estrategia nacional para lograr una sociedad libre de racismo, discriminación racial y xenofobia (...)".

Los aspectos puntuales de recomendación que he determinado en este artículo son apenas unos de los muchísimos temas que aborda el Examen Periódico Universal. Es importantísimo que como pueblo costarricense podamos tener acceso a la información respecto a informes como estos para, de este modo, estar anuentes no solo al estado de los derechos humanos en nuestro país, sino, además, en este sentido, saber reconocer cuándo nuestros derechos están siendo violentados, cómo encaja esto en nuestra realidad política, y por lo tanto, de qué forma podemos abordarlo.

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