La reforma impulsada por Daniel Noboa deberá ratificarse en referendo y regiría para las elecciones municipales de 2027.

La Asamblea Nacional de Ecuador aprobó este jueves una reforma constitucional que elimina el financiamiento público a las organizaciones políticas y a la propaganda electoral.

La medida, respaldada por 81 de los 145 legisladores presentes, deberá ser ratificada en un referendo nacional antes de entrar en vigor. Si los votantes la aprueban, se aplicará a partir de los comicios municipales de 2027.

La iniciativa fue presentada el año pasado por el presidente Daniel Noboa, quien asumió su segundo mandato en mayo. El Ejecutivo argumenta que los recursos estatales destinados a la política han sido mal utilizados y han incentivado la proliferación de candidatos sin respaldo ciudadano significativo.

Desde 2008, la Constitución ecuatoriana contempla subsidios para partidos y movimientos que cumplan ciertos requisitos, como contar con un número mínimo de afiliados, representación nacional y al menos 4% de los votos en dos elecciones consecutivas. El financiamiento también cubre espacios de propaganda electoral en medios de comunicación bajo condiciones de equidad.

El oficialista Esteban Torres afirmó que estos fondos han representado un gasto de 263 millones de dólares en “sobre estímulos electorales”, fomentando la participación de postulantes con muy poco apoyo. Recordó que en las últimas elecciones presidenciales al menos una docena de candidatos no alcanzó ni el 1% de los votos.

La oposición, en cambio, sostiene que la medida afectará la igualdad en la competencia política. "Eliminar el financiamiento público elimina la equidad en la contienda electoral" y favorece a quienes tienen cercanía con el poder o las élites, dijo Nuria Butiña, de Revolución Ciudadana.

Expertos consultados por medios internacionales coincidieron en que, aunque ha habido un mal uso de los recursos, la solución debe ir acompañada de mecanismos de control. Jorge Acosta, expresidente del Consejo Nacional Electoral, señaló que algunos partidos destinaron fondos a fines personales en lugar de formación política. Medardo Oleas, también expresidente del organismo, advirtió que una sociedad requiere formación en democracia y participación en igualdad de condiciones, pero con supervisión adecuada.