Fui a ver a mi mama el fin de semana. Y vengo con el corazón partido. Yo sé que todos vamos para viejos, que no hay quién se salve de eso, pero mi mama siempre fue tan activa, tan sana, tan independiente… Y la vi de repente tan avejentada: ya camina haciendo trencito. Me puse a ayudarle en la cocina y me encontré un montón de cosas vencidas, ella ni cuenta se había dado. Parece que hace rato no limpia, ella que siempre ha sido tan necia con tener todo impecable. A cada rato se me enferma de algo. Pero si le digo que tiene que ir al doctor, me advierte que todavía me puede agarrar a chancletazos y que la voy a matar del colerón. ¿Vos qué harías? yo sé que es un tema personal, pero estoy angustiado

Es muy duro ver a los papás envejecer. ¿Qué dicen tus hermanos?

Mis hermanillos no dicen nada porque si hablamos de esto terminamos agarrados del pelo. Todos tienen excusas para no ayudar y ni te cuento para hacerse cargo. Y empiezan a decir cosas horribles, vos que sos un arrecostado, vos que nunca ponés ni un cinco, vos que nunca tenés tiempo, vos que le pasás pidiendo que te saque de broncas o que te preste plata. Es de nunca acabar. Si así es ahora en vida, no me quiero imaginar la tragedia y la pesadilla cuando ella falte.

¡Qué triste! Decile que haga un testamento, para que no quede duda de cómo ella quería dejar las cosas. Además, la declaración de voluntades anticipadas, así deja por escrito las decisiones médicas de ella para  cuando ya ella no pueda expresarlo. Por ejemplo, que si le aplican medidas de resucitación, si la someten a procedimientos, excesivos, si quiere o no ventilación artificial o que la entuben. Nadie quiere pensar en eso, pero llega el momento en que hay que tomar decisiones. Imaginate vos y tus hermanos tratando de ponerse de acuerdo…

Yo sé que mi mama tiene alguito ahorrado en caso de alguna emergencia, pero creo que alcanza siempre y cuando se me muera mañana, como decía el Chapulín Colorado.

Fulanito, yo lo primero que haría es llevármela al doctor para que la revisen de pies a cabeza. Saber de qué padece, cuáles medicamentos toma, si hay que darle suplementos o vitaminas, cada cuánto hay que llevarla a controles y qué cosas hay que cambiarle o vigilarle. O sea, estabilizarla. Porque seamos claros: si tu mamá se muere de repente o cuando está dormida, pues ni modo: pasa. Pero no hay ahorro que aguante si le da un derrame, si queda en una cama o ni quiera Dios, le toca un cáncer o una de esas enfermedades degenerativas donde se va poniendo cada vez peor.

¡Machalá, machalá!  Toco madera. No me imagino a mi mama en una cama por años. Se me muere de tristeza. Más bien como en casa todos trabajamos, habíamos pensado en contratarle a una muchacha que la acompañe y que le ayude con tomarse las medicinas y asegurarse que coma bien, que la saque a asolear y a caminar todos los días, que la lleve a la feria y a misa…

Ojalá se pueda, Fulanito. Eso sería una gran ayuda. Pero hacelo bien: acordate hay que pagar al menos salario mínimo. Tenés que ser claro con los horarios, días de descanso, qué se incluye y que no. La TENES que asegurar y ponerla en la póliza de riesgos del trabajo. Y comprate un cuaderno donde apuntés y ella te firme cada pago, autorización de vacaciones, permisos, todo eso. Nada de cuchillo de palo en casa de herrero. Vos sabés bien los despelotes y las broncas legales que se arman cuando la gente incumple la ley por recortar gastos.

Sí, sí. Yo sé que sí, pero meahuevás.com. Si hay que pagar todo eso, habrá que coger plata de la pensión de mamá y de lo que le dejó papá y no tengo idea de cómo está eso, qué hay y que no hay…

Ponete las pilas con eso. Si tu mamá está lúcida todavía, que le de un poder a uno de ustedes, al que ella quiera, al que le tenga confianza para eso y ustedes nada de ponerse a reclamar cuando ella escoja. Con un poder generalísimo, lo inscriben en el registro y pueden hacer trámites o gestiones que ella ya no pueda hacer solita. Hasta pueden ayudarle a administrar esa plata y asegurarse que nadie se está aprovechando de ella.

¡Qué torta! ¿Sabés? Yo no hallo cómo hacer todo esto sin que ella me mande al carajo. Está ceñida en que puede sola y es evidente que eso ya no es cierto. Vos sabés cómo he sido yo con ella siempre. Le debo todo lo que soy. Y no sé por dónde empezar a ayudarla.

Quisiera tener la respuesta. Todos los hijos quisiéramos tener esa respuesta. Yo escojo creer que vas a tomar las mejores decisiones, guiado por ese enorme amor que tenés por tu mamá, porque querés lo mejor para ella, y, reconociendo que, aunque ella esté ya grande, sigue siendo una persona, que merece que la traten con dignidad y respeto.

Nota extra: El Informe del Estado de la Nación nos advierte que los servicios de atención y cuido para la clase media costarricense son simplemente inalcanzables. Es una opción viable para los extremos: que cuentan con los medios suficientes o los que están en tal estado de abandono que es necesaria la intervención del Estado.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.