Organizaciones señalan incumplimiento de compromisos de parte del ministro y defienden que el reconocimiento se otorgó por méritos, no como presión política.
Las organizaciones internacionales Fins Attached y la Rob Stewart Sharkwater Foundation comunicaron la revocatoria del premio ambiental que entregaron en noviembre de 2024 al ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica, Franz Tattenbach Capra.
El galardón, titulado Rob Stewart Ocean Conservationist Award, fue concedido durante la gala “Salvemos nuestros Océanos” celebrada en Denver, Colorado, como reconocimiento a la publicación de un decreto que prohíbe la pesca y comercialización del tiburón martillo en aguas costarricenses.
Promesas incumplidas
Las organizaciones, sin embargo, acusan ahora al jerarca de haber incumplido compromisos clave que sustentaban el respaldo recibido. En una carta dirigida al ministro (de la que Delfino.CR tiene copia) detallaron algunos de ellos:
- La firma de un memorando para implementar tecnologías de trazabilidad con blockchain.
El documento indica que esta iniciativa se pretendía firmar para garantizar la transparencia y la trazabilidad en la pesca de tiburones. "Según el ministro Tattenbach, tenía fondos reservados para pagar a los pescadores por cada liberación de tiburón martillo, utilizando la blockchain para verificar dichas liberaciones".
Agregaron que, hasta la fecha, no se ha tomado ninguna medida significativa para implementar este sistema. "El ministro nunca respondió a correos electrónicos, llamadas ni mensajes para proceder con el Memorando de Entendimiento e impulsar el proyecto".
- La ejecución de un acuerdo de cooperación científica con ONG marinas.
La información indica que se estableció un acuerdo formal con el Minae para fortalecer el monitoreo y la protección de los recursos marinos, apoyar la investigación científica sobre especies migratorias en peligro de extinción e informar las decisiones de gestión de la biodiversidad.
El acuerdo también incluyó una colaboración activa en la investigación científica necesaria para obtener información que permita la toma de decisiones con un componente marino, según lo planeado por el SINAC-MINAE. "A pesar de este acuerdo, no se ha logrado una aplicación sustancial ni se ha producido colaboración bajo el liderazgo del Sr. Tattenbach", señalan.
- La finalización del plan de manejo del Área Marina Bicentenario.
Las organizaciones puntualizaron que este plan debía finalizarse en marzo de 2025 para salvaguardar la biodiversidad marina de Costa Rica y, al mismo tiempo, apoyar el uso sostenible.
“Su implementación sigue estancada, sin avances claros, lo que deja ecosistemas vitales vulnerables a la explotación”, mencionaron en la misiva. Además, exigieron la protección del corredor migratorio Cocos-Galápagos para ayudar a proteger especies de tortugas marinas y tiburones en peligro de extinción que actualmente son capturadas y sacrificadas en operaciones pesqueras en toda la región.
- La protección efectiva de viveros costeros de tiburones martillo.
Sobre este punto, indicaron que Fins Attached propuso un plan integral para identificar y proteger criaderos de tiburones mediante tecnologías de vanguardia de marcado y monitoreo con IA.
"El ministerio debía crear zonas de veda con base en estos hallazgos. A pesar de la urgencia, la propuesta ha sido ignorada y las prácticas pesqueras destructivas en estas áreas persisten sin control, incluyendo la pesca de crías de tiburón martillo, una especie protegida en Costa Rica”, justificaron.
En líneas generales, las organizaciones alegaron que “las promesas hechas por el ministro no solo fueron incumplidas, sino abandonadas” y que su inacción ha “dañado la reputación de Costa Rica como líder en conservación marina”.
Creemos que el reconocimiento significativo debe ganarse con acciones demostrables y rendición de cuentas, no con promesas vacías”.
En noviembre de 2024, el ministro Tattenbach Capra celebró la entrega del premio titulado "Rob Stewart Ocean Conservationist Award". Fotografía: Minae.
Ministro califica acciones de "chantaje"
El día de ayer el ministro Tattenbach calificó de “chantaje” el seguimiento que ambas organizaciones dieron a la propuesta de cooperación posterior a la entrega del premio. Afirmó que no aceptaría premios “condicionados” y que la política ambiental del país “no está en venta”.
En respuesta, Fins Attached sostiene que la afirmación de chantaje es “fácticamente incorrecta” y representa una “grave tergiversación” de los hechos:
El premio fue conferido de buena fe, reconociendo una acción valiente. La propuesta de colaboración que se hizo posteriormente fue una oferta científica y logística, no una exigencia ni una imposición”.
Cuestionaron además la decisión del ministro de no responder durante seis meses a ningún intento de contacto: “Ese silencio permitió la especulación y desconfianza que hoy empañan la narrativa”.
En su descargo, las organizaciones también citaron el informe más reciente del International Fund for Animal Welfare (IFAW) que señala a Costa Rica como el principal exportador latinoamericano de aletas de tiburón a los mercados asiáticos entre 2003 y 2020, con más de 5.600 toneladas métricas reportadas.
Sobre este tema, en 2025 el Centro Rescate de Especies Marinas Amenazadas (Crema) denunció que Costa Rica autorizó el trasiego de 12.6 toneladas de aletas de tiburón martillo provenientes de Nicaragua con fines de reexportación entre el 26 de septiembre del 2023 y el 13 de septiembre de 2024.
En su respuesta, el ministro mencionó que ya se iniciaron las gestiones desde el Ejecutivo para incluir la prohibición del tránsito del tiburón martillo y sus partes por el territorio nacional, a fin de evitar que Costa Rica sea utilizada como ruta de tráfico de esta especie amenazada.
Fins Attached y la Rob Stewart Sharkwater Foundation concluyeron su documento reafirmando su disposición a colaborar con el país “en la protección efectiva del tiburón martillo”, pero insisten en que cualquier premio debe respaldarse con acciones sostenidas, no solo “decretos simbólicos’.
El tiburón martillo es una especie vital para el equilibrio de los ecosistemas marinos y está clasificado como una especie “en peligro crítico de extinción” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Fotografía: CIMAR-UCR.