La apatía ciudadana también se refleja en la tendencia de baja movilización social observada en Costa Rica.

El Programa Estado Nación (PEN) presentó este jueves el XXIX Informe del Estado de la Nación y entre sus principales hallazgos destacó que Costa Rica enfrenta una paradoja medular respecto a la gobernanza democrática ya que atraviesa un período de alto apoyo al Ejecutivo, baja movilización de la sociedad civil y retrocesos en la libertad de expresión.

El informe analizó en qué medida la democracia costarricense promueve la participación ciudadana en la gestión de los asuntos públicos, en un panorama donde los actores políticos no cooperan entre sí y traban el sistema político.

Al respecto el investigador del PEN, Ronald Alfaro Redondo, advirtió que “la democracia costarricense se encuentra en un campo minado”, y añadió:

Cada año damos seguimiento a los aspectos fundamentales que habilitan el sistema democrático en Costa Rica. Este año notamos las mismas tendencias de entrabamiento político y desarticulación social, con el agravante de que la ciudadanía no parece aumentar su apoyo a la democracia”.

El informe reconoce que durante el primer año de la administración Chaves Robles, el gobierno recibió el nivel de aprobación ciudadana más alto de las últimas tres décadas. Sin embargo, ese apoyo ha ido disminuyendo, aunque a un ritmo más lento en comparación con administraciones anteriores.

Sobre la aprobación del actual gobierno Alfaro Redondo señaló:

Observamos un desgaste gradual en la opinión pública y un aumento de comentarios en redes sociales que implican sentimientos negativos sobre la gestión”.

Además, usando datos del Observatorio de Comunicación Digital de la Universidad Latina, el informe señala que se ha visto como los sentimientos negativos hacia el presidente Chaves en redes sociales aumentaron del 32% al 40% entre mayo de 2022 y agosto 2023, mientras que los sentimientos positivos disminuyeron del 65% al 33% en ese mismo periodo.

Por otro lado, el informe apunta a que la apatía ciudadana también se refleja en la tendencia de baja movilización social observada en Costa Rica, situación que se presenta particularmente desde el 2014. Según los datos del PEN, de 1992 a la fecha se identifica un declive en la articulación de grupos clave como: sindicatos, cámaras empresariales, asociaciones vecinales y personas trabajadoras.

En concreto, según la base de datos de acciones colectivas del PEN, el año pasado hubo menos protestas, declaraciones, bloqueos, reuniones con autoridades, huelgas, etc., que el promedio anual observado desde que el PEN comenzó a llevar registros de estas acciones colectivas, hace más de tres décadas.

Por sector, los datos muestran que el de personas trabajadoras arrastra una disminución paulatina de su activismo desde hace más de diez años. Por ejemplo, en 1995 se registró su pico más alto de protesta, con 457 registros, mientras que para el 2022, el último año para el que se cuenta con datos completos, solo aparecen registradas 66 acciones.

El informe reconoce que no se han investigado las causas que explican estos comportamientos, pero señala que “la reducción del activismo sindical no pasa por un acuerdo político formal con el gobierno de turno como ocurrió al inicio de la administración Solís Rivera”.

Desde el PEN alertaron que la disminución generalizada en las acciones colectivas viene acompañada de una forma de manifestarse que tiende a ser más confrontativa, la cual podría estar asociada al hecho de que las autoridades no responden a la mayoría de estas acciones, Alfaro Redondo explicó:

La ciudadanía se organiza y emplea sus derechos y libertades para lograr objetivos que considera importantes, pero las autoridades no responden en el 60% de las protestas registradas”.

Para este periodo se destaca que “aun con una menor cantidad de acciones colectivas para este período, la tendencia prevalece: la protesta social en Costa Rica vuelve a mostrar mayor predominio de acciones confrontativas”.

Por último, el informe indica que, “si bien Costa Rica sigue destacando entre las naciones más democráticas del mundo en un panorama global adverso, según diversos índices internacionales, en 2023 se observa un retroceso nunca antes registrado a la libertad de expresión en el país”.

El PEN señaló que en el informe de Reporteros sin Fronteras de 2023 en el que Costa Rica cayó 15 puestos en la libertad de prensa debido a los “intentos del Ejecutivo por estigmatizar a la prensa crítica”.  Sobre este tema Alfaro Redondo añadió:

En tiempos de alto apoyo al Gobierno y baja movilización social, garantizar una opinión pública pluralista es fundamental. Pues, la democracia necesita proveer espacios seguros para disentir”.

El informe también identificó un aumento en la cantidad de recursos de amparo presentados sobre el tema de libertad de expresión y prensa. Según los datos del PEN desde el inicio de la gestión de la Sala Constitucional en 1989 y hasta 2013, se recibían menos de 100 casos de este tipo por año, panorama que empezó a cambiar en 2014 y se prolonga, con algunos momentos de altibajos, hasta la fecha, siendo el 2022 el año en que más amparos de este tipo se presentaron.

Lea las notas sobre el XXIX Informe del Estado de la Nación: