La cobertura de agua potable a nivel nacional cayó de 95,7% a 89,9% en un año.

El Programa Estado Nación (PEN) presentó este jueves el XXIX Informe del Estado de la Nación y entre sus principales hallazgos destacó que en 2022 se dio un retroceso concreto en una de las fortalezas históricas que han vinculado la gestión del agua con los indicadores de salud y con el desarrollo humano: el acceso al agua potable.

El Informe destaca que, en un panorama de menor capacidad para cubrir la demanda, entre el 2021 y 2022, Costa Rica registró un aumento en el volumen de agua concesionada (1,6%), y según señaló la investigadora del PEN, Karen Chacón Araya, se registró una situación “atípica” que fue la reducción en la cobertura de agua potable a nivel nacional, que pasó del 95,7% en 2021 al 89,9% el año pasado.

Según indica el informe todos los operadores experimentaron caídas, pero con diferente intensidad, y los más afectados fueron los sistemas de acueductos comunales. Desde el PEN señalaron que las personas expertas aducen que hay pocos controles operativos en los acueductos y un aumento de las lluvias, lo cual facilita el arrastre de tierra hacia los cuerpos de agua; por lo tanto, estas podrían ser las causas de la reducción cobertura de agua potable.

El informe apunta a que del total de agua extraída por el AyA en 2022 el 57% se perdió por fugas, rebalses de tanques, errores de micromedición, entre otros. Además, otro factor que interviene en la reducción de la cobertura es la contaminación de los recursos hídricos. Según el informe el año pasado se detectaron "sistemas de acueductos que registran la presencia de sustancias como nitratos, cloro o coliformes fecales, en concentraciones que superan los límites establecidos en el reglamento de calidad para el agua potable".

Adicionalmente, el informe destaca que los acueductos comunales no solo experimentaron la mayor caída en su capacidad de cobertura, sino que también tienen malos resultados en el indicador de calidad del servicio de abastecimiento de agua potable —para una calificación promedio de 48%— y con las situaciones más críticas en las regiones Chorotega y Brunca.

Por último, sobre el manejo del agua el informe señaló que, los avances en el tema de la aplicación de saneamiento de aguas residuales se volvieron a estancar en 2022. En el país la mayoría de la población continúa sin cobertura de alcantarillado sanitario, con tres cuartas partes dependiendo tratamiento básico con tanques sépticos.

Sobre ese tema, el informe advierte que los progresos en cuanto a los proyectos de tratamiento y las inversiones establecidas en el Plan Nacional de Inversiones en Saneamiento 2017-2045 son lentos, y puntualiza que de los seis proyectos de saneamiento rural definidos como prioritarios en el plan, cinco se encuentran en las primeras etapas de desarrollo.

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