“Este país tiene un serio problema de convivencia social”, aseguró la investigadora del PEN.

El Programa Estado Nación (PEN) presentó este jueves el XXIX Informe del Estado de la Nación y entre sus principales hallazgos destacó que a la par de la tendencia a un aumentó en la violencia social, principalmente por el incremento de los casos de delincuencia y asesinatos que atraviesa el país desde hace una década, también se está registrando un aumento de la violencia a lo interno de los hogares costarricenses.

Según los datos el Sistema de Emergencias 9-1-1 en 2022 se registraron más de 123 mil incidentes de violencia doméstica, una cifra mayor que el promedio del periodo 2016-2021 (113 mil incidentes), y que es equivalente a casi 15 reportes de violencia intrafamiliar por hora, todos los días del año, sin embargo, los datos confirman que estos casos no se distribuyen uniformemente y se mantienen los patrones de violencia doméstica vistos en años recientes, habiendo picos de las noches de los fines de semana, en las festividades como la Navidad y Año Nuevo, y durante las vacaciones escolares.

Sobre esta distribución de las denuncias la investigadora del PEN, Natalia Morales Aguilar, señaló:

Este país tiene un serio problema de convivencia social. Los momentos en los que más personas están en casa es cuando más emergencias por violencia familiar se reportan”.

Según recordó el informe la violencia doméstica es difícil de detectar y prevenir porque ocurre en el ámbito privado de los hogares, sin una llamada de emergencia estos eventos muchas veces quedan invisibilizados.

La investigadora añadió que en un ambiente de alta violencia en los espacios públicos es pertinente entender cómo están viviendo las personas en sus ambientes privados “para desarrollar estrategias de prevención”.

Adicionalmente, para este informe se realizó un análisis de minería de texto aplicado al contenido de las llamadas por motivos de violencia familiar que permitió identificar el perfil de la agresión y del sujeto agresor. De ese análisis se desprende que las emergencias por violencia familiar afectan principalmente a las mujeres y a la niñez, y los principales perpetradores son hombres.

Además, ese análisis permitió concluir que las parejas o exparejas y el núcleo familiar directo son la fuente principal de las agresiones en los hogares del país y las palabras más frecuentes en las llamadas tienen género masculino: sujeto, agresor, hijo, hermano.

Mientras que sobre la distribución a lo largo del país Morales Aguilar indicó:

Observamos que los distritos con más alta densidad poblacional y los centros urbanos muy poblados de todo el país concentran la mayor cantidad de llamadas por violencia familiar”.

En 2022, los diez cantones con más incidentes de violencia familiar reportados fueron Pavas (de San José), Limón (distrito central), Liberia (distrito central), San Francisco (de Heredia), Alajuela (distrito central), Hatillo (de San José), San Miguel (de Sarapiquí), San Isidro de El General (Pérez Zeledón) y Carmen (de San José).

En cuanto al tipo de agresión, la mayoría de los registros describen ataques de tipo físico (52%), seguidos por las agresiones con arma (20%).

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