Científicos enviaron un oficio a las autoridades del Incopesca y Minae en el que cuestionaron los nuevos estudios de pesca de arrastre.

El científico de la Universidad de Costa Rica (UCR), Ingo Wehrtmann y el investigador en ciencia pesquera Mauricio Ibarra, evaluador de recursos pesqueros en Chile con énfasis en evaluación de stocks de crustáceos, solicitaron al Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) posponer los estudios de pesca de arrastre anunciados el pasado 2 de febrero. Los expertos justificaron que la propuesta que se pretende utilizar tiene "lagunas metodológicas".

En un oficio enviado este martes 21 de febrero al Director Técnico de Incopesca, Miguel Durán Delgado, con copia al presidente ejecutivo de la institución, Heiner Méndez Barrientos, y al ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach, explicaron:

La presente propuesta de Incopesca pretende utilizar análisis estadísticos anticuados que no corresponden al estándar actual utilizado en las ciencias pesqueras. Sería necesario volver a describir esta parte e incluir métodos actuales. Una persona con amplia experiencia en la evaluación de stocks va a tener suficiente conocimiento sobre las metodologías adecuadas”. 

Entre los aspectos que consideran urgente modificar, ya que limitan el alcance de los resultados, sobresale el uso de la Red AA Costa Rica. Cuestionan el argumento de asumir que sea la red más sostenible para dicha práctica. Además, ponen en duda inconsistencias sobre las suposiciones sobre la edad de las especies objetivo, el diseño experimental, la duración de los lances, cantidad de embarcaciones, análisis de riesgo y análisis estadístico.

Detallaron que la propuesta parte del supuesto de que los camarones tienen una longevidad de alrededor de dos años. Sin embargo, estudios realizados en Colombia en 2012 indicaron que, por ejemplo, la especie camarón camellito presentó una longevidad de cuatro años de vida para machos y cinco años para hembras.

Un estudio de solo dos años de duración no va a generar información adecuada para una especie que vive por lo menos cuatro años, especialmente sobre temas importantes como reproducción, crecimiento, reclutamiento, mortalidad etc", criticaron. 

El jerarca del Incopesca, al comunicar los nuevos estudios, contó que en la investigación participarán ocho embarcaciones semiindustriales aportadas por el sector pesquero costarricense. Adicionalmente en las pruebas participarán personeros del Minae, Incopesca y del Sistema de Áreas de Conservación (SINAC).

En los estudios se analizarán cinco especies de camarón y su estado. Tomarán en cuenta aspectos como profundidad y área según las especies, variaciones espaciales, temporales y  climáticas.  Además, las embarcaciones contarán con dispositivos de seguimiento satelital para garantizar las horas donde van a realizar las pruebas, con el objetivo disminuir la interacción con otras flotas y evitar los conflictos entre embarcaciones pesqueras.

Sobre el personal que estaría a cargo de las observaciones a bordo, los investigadores que enviaron la carta insistieron en que deberían ser profesionales o técnicos con amplio conocimiento en los diversos aspectos de la biología pesquera de camarones.

Wehrtmann de la UCR manifestó que hay muy pocas personas en el país con este perfil. Por lo tanto, opinó que es complicado tener personal debidamente capacitado para llevar a buen puerto la tarea.

Nos parece prioritario contar con un biólogo pesquero o ingeniero pesquero con amplia experiencia en la evaluación de recursos pesqueros, especialmente de camarones que son las especies objetivo del estudio”, manifestó

Los científicos sugirieron, considerando la amplia evidencia internacional de que la pesca de arrastre siempre tendrá efectos negativos para los ecosistemas, utilizar los recursos financieros asignados al estudio a promover métodos de captura alternativos a la pesca de arrastre. Ejemplicaron:

El cultivo de peces en jaulas flotantes podría ser una alternativa interesante considerando la alta cantidad de especies con potencial para la acuicultura que tenemos aquí en Costa Rica. Por otro lado existe en otros países la pesca con trampas/nasas para capturar camarones de profundidad. ¿No valdría la pena invertir algo de este presupuesto de aproximadamente 250 millones de colones por ejemplo en esta alternativa?”.

Propuesta ya criticada

La propuesta, pese a que fue oficializada por las autoridades como innovadora, utilizará las mismas redes de una investigación en 2018 que resultó ser la base del texto de ley que los diputados de la legislación anterior aprobaron y que el exmandatario Carlos Alvarado Quesada vetó en octubre de 2020.  Dicho estudio había concluido que con esa red se redujo la captura incidental (organismos que no son camarón) en un 66%.

Sin embargo, meses después el biólogo marino de la Universidad Memorial de Newfoundland (Canadá), Andrés Beita Jiménez, publicó una revisión científica a ese documento donde afirmó que, debido a un error en el análisis de datos, el valor real de la reducción es del 33%.

Sobre la nueva propuesta que el Gobierno, Beita Jiménez comentó semanas atrás a Delfino.cr que"tiene muchas deficiencias y se encamina a cometer otra vez muchos errores que podrían afectar la confianza de los resultados".

El biólogo costarricense Randall Arauz, líder de la coalición y director de política internacional de Marine Watch en Costa Rica, había resaltado a este medio de comunicación la necesidad de que los estudios se hagan bien, con métodos aleatorios. Sin embargo, dijo que las metodologías presentadas están diseñadas para favorecer al sector pesquero.

La Ley de Pesca dice que, cuando se saca un permiso de investigación, los productos pesqueros tienen que ir para un bien público, sin embargo, aquí se les va a permitir venderlos. Realmente esto es un "proyecto de investigación" para legalizar la pesca de arrastre para algunos barcos, bajo "un estudio de investigación" que no sigue protocolos científicos. Esto simplemente es una mampara", advirtió.

En ese momento, desde la Fundación MarViva resaltaron que los estudios que costarán, al menos en el primer año, más de 126 millones de colones que saldrán del bolsillo de todos los costarricenses. También enfatizaron que es importante que los impulsores hubiesen buscado la colaboración de la academia y las organizaciones desde un inicio, desde el planteamiento de la metodología, así hubiera sido un proceso científico, transparente y participativo desde el comienzo. "Cuando el estudio fue socializado, ya había sido aprobado por la Junta Directiva del Incopesca", denunciaron.

A través de la Gerente de Incidencia Política de la Fundación, Katherine Arroyo, agregaron:

Instamos a las autoridades a ser proactivas y asegurar el involucramiento oportuno de los sectores en este proceso. Lamentablemente, a la fecha hemos tenido que gestionar al menos 4 peticiones de información para poder acceder a la información vinculada con este proceso de investigación". 

Franz Tattenbach Capra, y el presidente ejecutivo del Incopesca, Heiner Méndez Barrientos, anunciaron que los estudios se realizarán los nuevos estudios durante el 2023 y hasta el 2024.

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