Hay historias, como la humana, que nos llevan siempre a la guerra.

Honremos a los nuestros con lo más valioso que tenemos en la vida; el tiempo.

La vida misma es una romería. Un viacrucis que nos hace arrancar con fuerza y nos exhorta a escuchar nuestro corazón, persistente, que palpita a su propio ritmo.

Un rincón para cada cosa es una frase que me cautiva porque soy de las personas que resiente el desorden.

Quizá lo que más necesitamos sea atender los límites de la hiperconexión digital, apagar las luces, movernos, recurrir a la naturaleza y bañarnos de ella.

Espero en este año que inicia pronto; aguzar mis oídos e intuir la música que brota del jardín de flores aledaño y saber interpretarla.

Estamos frente a una crisis humanitaria y sin duda hacen falta otras maneras de vislumbrar lo que realmente significa cohabitar el mundo.

Desde este rincón del mundo y durante el mes de agosto celebramos por todo lo alto la figura materna.

El patrimonio cultural no se limita a colecciones materiales sino también a estilos musicales intangibles y al acervo musical de las canciones que se cantan con ímpetu a pesar del tiempo transcurrido.

Hay algo muy adictivo que es la lectura y eso supone el trabajo literario de José León Sánchez.

Recientemente los científicos sociales han venido aplicando al mundo cultural la hipótesis naturalista del efecto mariposa.

Hoy agradezco la oportunidad de haber encontrado la lavandería del barrio como recordatorio de que cada prenda limpia representa el trabajo importante de alguien, el trabajo de todas ellas.

No es un buen momento para la abstención.

Eliminar el plástico de un sólo uso es, en principio, una oportunidad para mejorar las malas prácticas de consumo que nos han traído hasta acá.

Arranquemos con abundante cortesía, generosidad y respeto.

Uno de los aspectos más bonitos es que la elaboración del tamal es una actividad colectiva, se le conoce como “tamaleada”.

La democracia no es ningún pasaje secreto; es un trabajo arduo con ingredientes de honestidad, esfuerzo y complicidad.

De poco sirve tanto ruido sino respondemos al mundo con generosidad y no aportamos con huellas de pensamiento propio para el bien común.

Gracias a mis abuelitas porque en vida fueron los jardines más hermosos de mi niñez.

Mejor sería razonar y querer como los niños

El comienzo de una vida o el fin de la misma, todo eso es el arte.

Me cautivan las amigas vitamina porque figuran que están en constante crecimiento y evoluciono junto con ellas.

Que viva la libertad de expresión y todas aquellas libertades que nos permiten ser la mejor versión de nosotros mismos.

Esta tarde dejé claveles y la hermosa costumbre de persistir en amar este lugar tan cercano a lo sublime.

Por lo pronto, mi proyecto más digno y sensato es vivir cada etapa con plenitud.