Mitigación y adaptación al calentamiento global antropogénico (CGA): deben ser parte de la gestión del riesgo
En los artículos anteriores sobre el “modelo costarricense de la descarbonización” y la inefectividad de las COP expuse mi opinión acerca de la debilidad legal de las declaraciones y la ausencia notoria de un compromiso firme de los países grandes, quienes no tienen en sus agendas prioridad alguna para hacer efectivas sus obligaciones.
Así las cosas, dado que la sociedad no está preparada para enfrentar las amenazas hidrometeorológicas, se seguirán produciendo desastres, cuya causa principal no es el calentamiento global antropogénico (CGA) sino la vulnerabilidad de los elementos humanos expuestos. La inversión en gestión del riesgo es la única manera de reducir la frecuencia y magnitud de esos desastres. Paradójicamente, las COP se han concentrado solo en dos acciones principales y separadas, en lugar de armonizarlas:
Mitigación: Ocupa la mayor parte del esfuerzo. Se enfoca en reducir las emisiones de gases, vapores y partículas de efecto invernadero (GVP-EI) utilizando menos combustibles, y absorberlas mediante la restauración de los ecosistemas. Los principios son exactamente los mismos que los de la prevención y control de la contaminación atmosférica y ya están incorporados en los acuerdos internacionales que los abordan, lo que elimina la necesidad de las COP específicas sobre el cambio climático (CC). En contraste con su ineficacia, el Convenio sobre la Contaminación Atmosférica Transfronteriza a Larga Distancia ha sido exitoso.
Adaptación: Consiste en acomodarse a los impactos negativos del CGA y beneficiarse de los positivos. Incluye la construcción y reacondicionamiento de la infraestructura para resistir inundaciones, sequías, vendavales, olas de calor, etc. El aumento del rendimiento de las cosechas en latitudes y elevaciones mayores debido a temporadas de crecimiento más largas puede tomarse como ejemplo de impacto positivo. Igualmente, y aunque las inundaciones destruyen propiedades y matan personas, muchas tierras de cultivo son fértiles debido a su periodicidad, mientras que los bosques deben tener incendios recurrentes para que las especies se renueven y propaguen. La adaptación debería ser un subconjunto de la "gestión del riesgo ", pues consiste en convivir resilientemente con las amenazas naturales y disminuir la posibilidad de los desastres, particularmente los derivados de la hidrometeorología y de la geodinámica externa e interna.
Aparte de las limitaciones inherentes del proceso hay tres asuntos claves:
- La separación entre la gestión del riesgo y la mitigación y adaptación es inadecuada, pues se superponen, duplican acciones y más bien deberían complementarse.
- Centrarse únicamente en el CGA deriva en separarlo de la variabilidad climática (VC).
- El CGA es un síntoma de los problemas que producimos los humanos más que una causa de los desastres, los cuales se engendran por nuestra vulnerabilidad.
Sí, el CGA puede alterar los regímenes climáticos, pero los impactos pueden o no estar interconectados, son complicados de evaluar y la situación no empeora de manera pareja por todas partes. Por ello, desprender la adaptación y mitigación de la gestión del riesgo es absurdo y genera dificultades innecesarias y obstáculos que inducen a que cada cual trabaje aisladamente. Es un error grave de visión estratégica engendrado en las COP y engendra desperdicios de recursos, distrae la atención sobre los problemas comunes y reduce la efectividad de las acciones.
La ciencia
En agosto de 2021 el IPCC emitió su Sexto Informe de Evaluación (AR6), basado en el GTI (Grupo de Trabajo I, La Base Física). Los informes del GTII (Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad) y del GTIII (Mitigación del Cambio Climático) se emitieron en febrero de 2022 y abril de 2022; el informe de Síntesis se publicó en marzo de 2023. Es poco el espacio disponible, en este texto, para abarcar siquiera una fracción de las novedades científicas descritas en sus casi 8.000 páginas. Pero el mensaje principal no ha cambiado con respecto a los informes anteriores y más bien a veces se contradice en algunos puntos clave que sobresalen de las "declaraciones principales" del "Resumen para los responsables de la formulación de políticas". Esto es lo que generalmente lee el público, como conclusión de los documentos técnicos. Por ejemplo:
- A1: Las actividades humanas, principalmente las emisiones de GVP-EI han causado, inequívocamente, el calentamiento global […] Las emisiones mundiales siguen aumentando, con contribuciones históricas y actuales desiguales, derivadas del consumo insostenible de la energía, cambios del uso de la tierra, estilos de vida y modalidades del consumo y producción […].
- A2: Han sucedido, sin duda, cambios perceptibles en la atmósfera, océano, criosfera y biosfera. El cambio climático de origen antropogénico (CGA) afecta algunos procesos meteorológicos en el mundo. Esto puede provocar impactos adversos importantes, pérdidas y daños relacionados con la naturaleza y las personas. Las comunidades vulnerables, históricamente las que menos han contribuido al CGA, se ven afectadas de manera desproporcionada.
- B2: Para cualquier nivel de calentamiento futuro, el riesgo relacionado con el clima será más elevado que el evaluado en el AR5. Los impactos adversos, pérdidas y daños proyectados, a largo plazo, serán varias veces más elevados de lo observado actualmente y aumentarán con cada aumento del CGA; además, interactuarán con las amenazas no climáticas, generarán un riesgo compuesto, en cascada, más complejo y difícil de gestionar.
- B3: Algunos cambios serán inevitables y/o irreversibles, pero pueden limitarse mediante una reducción profunda, rápida y sostenida de los GVP-EI. La probabilidad de efectos abruptos y/o irreversibles e impactos adversos más intensos, aumentará con los niveles del CGA.
- C.1: La ventana de oportunidades, para asegurar un futuro habitable y sostenible está abierta, pero se está cerrando rápidamente.
Es así como el Resumen induce a interpretaciones potencialmente confusas derivadas de la brecha entre estos mensajes y la ciencia que los respalda. A1 indica que la influencia humana está calentando, intensa e inequívocamente, el clima. Sin embargo, el AR6 actualizó el aumento proyectado de la temperatura global debido a la influencia humana y ahora respalda una reducción de las estimaciones probables. La evaluación anterior indicaba un rango de 1,5° a 4,5°C, mientras que en el AR6 es de 2,5°a 4°C: el rango bajo se elevó, pero el alto más bien se redujo.
Las proyecciones del clima futuro se basan no sólo en modelos climáticos, sino también en los escenarios evolutivos de las emisiones, mediante las trayectorias representativas de las concentraciones (RCP, representative concentration pathways). Los RCP-2,6; RCP-4,5; RCP-6,0 y RCP-8,5 están etiquetados por los rangos posibles de valores del “forzamiento radiativo” en 2100 (2,6; 4,5; 6 y 8,5 W/m2, respectivamente).
Por primera vez, para IPCC, AR6 emitió juicios sobre las probabilidades de verificación de varios RCP: “…RCP-8,5 y RCP-6,0, aunque no pueden descartarse, se han vuelto considerablemente menos probables desde el AR5…” y “…el RCP-8,5 no necesariamente representa la proyección típica del escenario de la continuidad de la condición actual…” (business as usual), sino que solo es útil como “…referencia para casos de un nivel muy elevado de amenaza…". Sin embargo y curiosamente, el RCP-8,5, que describe un futuro con mucha población y emisiones, es el más citado en el AR6. Hay una justificación para ello: Se supone que este extremo, poco realista, es útil para los investigadores que intentan comprender cómo respondería el clima ante influencias extremas. Forzar un modelo tan intenso hace que la respuesta sea contrastante, pero no es una excusa realista para usarlo como caso base. Su adopción, aparte de improbable, exagera los cambios proyectados y es una elección inadecuada si su objetivo es informar al público y planificar.
Las estimaciones recientes del IPCC acerca de las tendencias de la temperatura global, han variado con respecto a las de hace una década: en promedio 2,5 °C para un escenario de emisiones moderadas (RCP4,5). Los escenarios en preparación, para la próxima evaluación (AR7) sugieren una tendencia aún más benigna. Sin embargo, esto sólo se menciona brevemente en una nota a pie de página. Entonces y no obstante los avances científicos, los mensajes pueden ser incompletos, cuando menos. Un problema, poco evocado, es que por la naturaleza del CO2, si las emisiones cesaran mañana, su influencia continuaría durante décadas, igual que otros forzamientos humanos y naturales.
Adicionalmente, acerca de la afirmación de que la actividad humana "…ya está afectando muchos procesos meteorológicos y climáticos extremos en todo el mundo…", conviene indicar que las estimaciones de los modelos de sensibilidad y las proyecciones climáticas regionales no lo confirman categóricamente. El papel de la influencia humana sobre las temperaturas recientes, inusualmente elevadas, las tendencias de los procesos meteorológicos extremos, incluidos los huracanes, las predicciones del ascenso del nivel del mar, pérdidas del casquete glaciar en Groenlandia, incremento de las muertes debidas a las olas de calor y la necesidad de una "…reducción radical, rápida y sostenida de los GVP-EI, para asegurar un futuro habitable y sostenible para todos…", no se apoyan incondicionalmente en la ciencia. Todavía debe avanzarse más en las investigaciones sobre la variabilidad interna y local, según períodos de recurrencia superiores a 50 años y, por supuesto, sobre la vulnerabilidad humana creciente.
La ciencia, definitivamente, tiene todavía mucho terreno para recorrer en estos temas, pero aún más lo tienen los tomadores de decisiones políticas y los comunicadores sociales.
Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.