La verdad, desde hace muchos meses, el sector que gana en dólares no quiere saber a cuánto está el tipo de cambio, a menos que la noticia sea que vuelve al comportamiento que se conocía antes del 2022.

De nada sirven los análisis en medios, las conferencias, los debates, las especulaciones y ni siquiera los chismes. Lo único certero es que el colón se aprecia constantemente, e independientemente de razones o excusas, las personas que ganan su salario en dólares han perdido entre un 20 y un 30% de su capacidad de consumo, precisamente por lo que ocurre con el tipo de cambio.

Habrá algún sector que se alegra de la desgracia ajena y tiran pedradas como “No los vi quejándose cuando el colón se devaluaba todos los días”, “Porqué no ahorraron cuando podían”, “Todas las quieren maduras”, o similares. Se les olvida que es muy fácil juzgar el pasado y que los afectados no tenían bolas de cristal para adivinar futuros. Sobra decir que estos comentarios en nada aportan, y que, en lugar de patadas, lo que necesitamos son acuerdos y soluciones.

No sabemos si las personas afectadas están viendo comprometidas sus necesidades básicas o simplemente se han visto obligados a reducir actividades como comer afuera, comprar ciertos productos o limitar gastos de bienes innecesarios. Tampoco es relevante, porque como decíamos al inicio, lo que nadie discute es la disminución en su capacidad de consumo.

Pero como este texto no es de economía ni pretende solventar una situación con la que no han podido ni el Banco Central ni el Gobierno, solo podemos referirnos a temas de derecho y proponer soluciones. Por ejemplo, el patrono podría:

  • Establecer que se le pagará al trabajador ya sea en dólares o colones, usando como base el tipo de cambio de cuando fue contratado o del último pago que recibió antes que el colón comenzara a apreciarse.
  • Realizar aumentos de salarios que contrarresten la situación descrita en la capacidad de consumo, que, incluso, podrían ser temporales.
  • Hacer un análisis cada cierto tiempo y otorgar bonificaciones que contribuyan a paliar la situación descrita, mientras esta se mantenga.
  • Pasar el salario a colones, usando el tipo de cambio del último pago recibido antes de que se empezara a apreciar el colón o de la fecha de contratación.
  • Establecer una especie de banda de tolerancia del tipo de cambio y en caso de superar los límites, que sea la empresa la que asume el exceso.
  • Aplicar una fórmula de reajuste, como se hace en los contratos públicos.

Evidentemente, esta es una decisión con un fuerte impacto financiero en la empresa, ya que se traslada a aumentos en cargas sociales, pagos de vacaciones, aguinaldos, cesantía, preavisos, horas extra y cualquier pago basado en el salario; aumentando los costos de operación.

En cualquier caso, la solución debe documentarse en una política, donde las condiciones y sobre todo la temporalidad de la medida, sea muy clara.

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