Costa Rica no firmó la declaración de la coalición mundial BOGA, que se creó en 2021 y lideró junto con Dinamarca.
La delegación de Costa Rica decidió dar la espalda a la Beyond Oil & Gas Alliance (BOGA o Alianza para ir Más Allá del Petróleo y el Gas Natural), de la cual es fundadora, y no firmó la declaración suscrita durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), que se lleva a cabo en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
BOGA fue creada en 2021, cuando el país de la mano la ex ministra de Ambiente y Energía (Minae) del Gobierno Alvarado Quesada, Andrea Meza Murillo, lideró junto con Dinamarca la iniciativa que tiene como objetivo principal establecer una fecha de finalización para la exploración y extracción de petróleo y gas de petróleo y a reducir la concesión de nuevas licencias en el mundo.
No obstante, en la COP27 que se realizó el año anterior y que fue la primera de la administración Chaves Robles, el jerarca del Minae, Franz Tattenbach Capra, dijo que BOGA no es ni será una prioridad del actual Gobierno.
Para la presente cumbre, que se realiza del 30 de noviembre al 12 de diciembre, el Gobierno reafirmó la posición al separarse del documento anunciado este 11 de noviembre.
En sus intenciones, BOGA recordó que tiene el compromiso de alinear la producción de petróleo y gas con los objetivos del Acuerdo de París, incluida la limitación de los aumentos de temperatura a un máximo de 1,5°C.
Estamos aquí con un mandato claro: asegurar un acuerdo para eliminar gradualmente todos los combustibles fósiles en la COP28".
El posicionamiento se da en medio de un clima poco esperanzador para la cumbre pues se tiene previsto que en el texto del gran acuerdo con el que cerrará la COP28, en lugar de comprometerse a eliminar gradualmente todos los combustibles fósiles, la propuesta solo hable de una reducción gradual del carbón, ignorando por completo el petróleo y el gas. Asimismo dejaría por fuera un pago real de la transición hacia las energías renovables para los países de bajos ingresos.
La COP ha estado rodeada de polémica desde un inicio debido a que es presidida por el Sultán Al Jaber, quien además es el de director ejecutivo de Adnoc, la empresa estatal de petróleo y gas de los Emiratos Árabes Unidos. Además, la semana anterior se dio a conocer que más de 2400 cabilderos de los combustibles fósiles se hicieron presentes en el evento, siendo la tercera delegación más numerosa.
Desde BOGA recordaron que los crecientes impactos del cambio climático y el aumento vertiginoso de los precios de la energía, especialmente para los países más vulnerables, son cada vez más visibles.
No podemos dejar de abordar la causa fundamental de estas crisis: es decir, nuestra continua dependencia del carbón, el petróleo y el gas. Hacerlo sería aceptar pérdidas y daños ilimitados y una mayor inseguridad climática, energética y económica".
Y continuaron:
El sector de los combustibles fósiles no se liberará ni podrá hacerlo de forma aislada. Debemos planificar una transición ordenada y justa alineada con 1,5°C, en lugar de arriesgarnos al cierre abrupto de la producción antieconómica de petróleo y gas".
Además, recordaron que en cada escenario ideal evaluado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), hay una rápida disminución de la producción y el consumo de petróleo y gas.
Un acuerdo sobre la necesidad de eliminar gradualmente todos los combustibles fósiles puede encaminarnos en este camino hacia una verdadera seguridad climática, energética y económica. Debemos empezar a planificar e invertir en nuestro futuro".
La declaración de BOGA fue respaldada solamente por Colombia en Latinoamérica. El resto de países y territorios firmantes fueron: Dinamarca, Fiji, Finlandia, Francia, Groenlandia, Irlanda, Islas Marshall, Portugal, Quebec, Samoa, España, Suecia, Vanuatu, Tuvalu y Gales.