Esta no es la primera vez que el ministerio toma una medida de este tipo en los hospitales de la Caja: a finales de agosto se confirmó el cierre definitivo del programa de trasplante hepático del Hospital México.

El Ministerio de Salud anunció este miércoles la suspensión de los trasplantes de riñón en el Hospital San Juan de Dios.

Según indicó la ministra de la cartera, Mary Munive Angermüller, en una conferencia de prensa convocada para este tema:

Se revoca de manera parcial la autorización de establecimiento de salud con procesos de donación y trasplante de órganos y tejidos humanos, emitida al Hospital San Juan de Dios, en lo relativo a procedimientos de trasplante de riñón con donante cadavérico, de efecto inmediato. Es únicamente en este trasplante, el resto continúa exactamente igual".

También se ordenó a la Secretaría Ejecutiva Técnica de Donación y Trasplante del ministerio de que se emita una nueva autorización de trasplantes para el San Juan de Dios, en la que se excluyan los trasplantes renales y que se notifique la decisión a la presidencia ejecutiva de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) para la entrada en vigor de la medida.

La ministra agregó que los receptores en lista de espera pertenecientes a este hospital, ahora serán redireccionados a otro establecimiento trasplantador autorizado.

Según Salud, la decisión se toma tras los resultados de un análisis realizado por la secretaría, en el que se determinó que el San Juan de Dios "ha mantenido una menor cantidad de trasplantes realizados en comparación con otros centros médicos", lo que perjudica a los pacientes de este hospital.

La medida aplica solo para las operaciones: los pacientes del San Juan seguirán con su monitoreo en ese centro y sus diálisis, otros procedimientos y consultas asociadas no cambiarán de lugar.

Las cifras que arrojó el análisis señalan que, mientras del 2017 al 2023 el Hospital Calderón Guardia realizó 87 trasplantes renales, el San Juan de Dios realizó apenas 24.

Según Müller:

El informe trae un periodo de análisis del 2017 a agosto de 2023 y en él se ve que la cantidad de trasplantes que se han generado en comparativo son diferentes. Aunque hayan justificaciones válidas en algunos momentos, el análisis que hace de fondo el equipo de la Secretaría Técnica es lo que produce la alarma: llegamos a años en los que (en el San Juan de Dios) se transplantaron cero pacientes y si bien estuvieron en pandemia, los otros hospitales también estuvieron en pandemia. Ahí es donde uno dice ¿qué es lo que pasó con la lista de espera de ese hospital? ¿Qué pasó con esos pacientes?"

El informe agrega que, durante el periodo analizado, la Secretaría Técnica le entregó 59 injertos renales al programa del San Juan de Dios pero que de estos únicamente se trasplantaron 16, mientras que los restantes fueron distribuidos a los siguientes pacientes de lista de espera, de otros hospitales.

Según Munive:

La lista de espera es única, aquí no hay una lista de espera por cada hospital. Por eso cuando sale una posibilidad de un donante, automáticamente se ve cuál es más compatible y se va a la lista única. Si esa lista hace 'match' con un paciente del San Juan de Dios, del Calderón Guardia o del que sea, se les llama para que armen el operativo y ese hospital genere el trasplante a su paciente. Pero si al primer hospital en lista le dicen que está el injerto y este rechaza ese órgano, se envía al siguiente de la lista y ahí es donde no hay un acceso equitativo al servicio. El equipo de trasplantes (de este hospital) solo aceptó y trasplantó 16 de los 59 injertos que se le ofrecieron y esto repercute en que no se respete la lista establecida por el SINADOC (Sistema Nacional de Donantes de Órganos) por lo que el paciente que finalmente recibe el trasplante, no es quien más lo necesitaba. En conclusión, los pacientes que pertenecen al programa renal del Hospital San Juan de Dios no están en igualdad de oportunidades para tener acceso a un trasplante que los demás de la lista nacional".

Las recomendaciones realizadas por el informe, además de la de revocar el permiso para estos procedimientos renales, agregan que se gire una orden sanitaria a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) con el fin de que "se garantice a los pacientes de la lista de espera, la equidad en el acceso y a su vez se estandaricen los protocolos, procurando la atención oportuna y de calidad".

En esta línea, Salud ordenó a la CCSS que trabaje un plan que estandarice las condiciones de atención en cada centro de salud y que genere un protocolo único para todos los hospitales. Para ello, la institución tiene tres meses de plazo.

Esta no es la primera vez que el ministerio toma una medida de este tipo en los hospitales de la Caja: a finales de agosto se confirmó el cierre definitivo del programa de trasplante hepático del Hospital México, tras un informe que mostraba bajos niveles de supervivencia en los pacientes atendidos en ese centro médico.