Lista de Incopesca incluía 8 tipos de Corales.

En la polémica lista que incluía 200 especies nuevas como recursos de interés pesquero y acuícolas, el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) incluyó 8 tipos de corales.

Se trataba de las especies de coral llamadas: Pavona gigantea; Pavona frondifera; Pavona varians; Porites lobata; Psammocora stellata; Pocillopora damicornis; Pocillopora elegans; y Pocillopora capitata.

Desde 2019, a través de un decreto presidencial, Costa Rica se comprometió con la protección y conservación total de los corales en el territorio nacional, al ser considerados como ecosistemas frágiles y vitales. Esto, sin embargo, quedó en duda con la decisión inicial de Incopesca.

Pese a que las autoridades de Gobierno dieron marcha atrás con el acuerdo, la preocupación del sector que trabaja en la conservación coralina se hizo latente.

El coral llamado Pocillopora damicornis era una de las especies incluidas en la lista de Incopesca.

Selvas bajo el agua

Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más valiosos y biológicamente diversos de la Tierra. Además, cerca del 25% por ciento de toda la vida marina, que incluye más de 4,000 especies de peces, depende de los arrecifes de coral en algún punto de su ciclo de vida.

"Los arrecifes de corales son lo que nosotros llamamos nuestra selvas tropicales bajo el agua ya que ellos proporcionan gran parte del oxígeno que nosotros respiramos", comentó a Delfino.cr Ana María Arenas, integrante del Centro comunitario “Embajadores del Mar", una organización que trabaja en proteger el arrecife coralino y el ecosistema marino del Caribe sur tico.

En el mundo, aproximadamente 500 millones de personas dependen de los ecosistemas de los arrecifes de coral para obtener alimentos, protección costera e ingresos del turismo y la pesca.

Arenas cuenta que un ejemplo de cómo estos animales se vuelven un atractivo turístico y un motor económico es el Parque Nacional Cahuita, en Limón. Este sitio alberga el arrecife de coral mejor conservado del Caribe costarricense, resaltó el Sistema de Áreas de Conservación Nacional (SINAC).

En el caso del Centro comunitario “Embajadores del Mar", enseñan a jóvenes de la zona a bucear y monitorean el arrecife coralino, con el fin de aportar a una base de datos en un ejemplo de ciencia ciudadan. Fotografía: Centro comunitario “Embajadores del Mar".

En la actualidad es de las atracciones más comunes para los visitantes de la zona. La oportunidad de hacer snorkel y poder observar la fauna marina de cerca, se vuelve única. Pero esto no es nuevo, los primeros pobladores de la zona, que datan de la primera mitad del siglo XVIII, fueron atraídos por el arrecife coralino el cual constituyó el sitio de alimentación y refugio de grandes grupos de tortugas verdes (Chelonia mydas) y carey (Eretmochelys imbricata).

Entre otros beneficios menos tangibles, se encuentra que estos organismos son una protección de la línea costera. Es decir, sirven para prevención de la pérdida de vidas a causa de tormentas, tsunamis, inundaciones y erosión de la tierra, según compartió a este medio de comunicación el profesor e investigador de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica, Juan José Alvarado Barrientos. 

EPA calculó que el beneficio neto total por año de los arrecifes de coral de todo el mundo es de $29.8 mil millones. El turismo y las actividades recreativas representan $9.6 mil millones de este monto; la protección costera, $9 mil millones; la pesca, $5.7 mil millones; y la biodiversidad, que equivale a la dependencia que tienen muchas especies marinas diferentes de la estructura de corales, $5.5 mil millones.

Explica Barrientos:

Si pudiéramos unir todos los arrecifes de corales en una nación, sería como una de las décimas de las décimas naciones el Producto Interno Bruto el nivel de producción. Son trillones de dólares que se producen a nivel anual por actividades relacionadas con los arrecifes coral de forma directa e indirectamente”.

Mala idea

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) puntualizó en 2022 que los arrecifes de coral corren riesgo de extinguirse a finales de este siglo. La misma instancia los declaró como Patrimonio de la Humanidad con el objetivo de darles las máximas posibilidades de supervivencia.

El aumento de las temperaturas de los océanos y el cambio de sus características químicas son las amenazas mundiales más importantes para los ecosistemas de los arrecifes de coral. Las amenazas están causadas por las temperaturas atmosféricas más altas y el mayor nivel de dióxido de carbono en las aguas del mar.

Otra de las causas por la que corren peligro es el comercio. Cada año, millones de piezas de coral vivo vuelan por todo el mundo para terminar en acuarios domésticos y comerciales en Europa y otros mercados ricos. Las personas interesadas buscan especies con formas extrañas o coloridas.

En el caso de los ocho presentes en el listado que incopesca levantó solapadamente, todas se encuentran bajo riesgo de extinción en el mundo. El investigador de la UCR comentó que no se tratan de las más buscadas en el mercado porque no son llamativas visualmente.

Incopesca pretendía explotar comercialmente a 200 nuevas especies, sin embargo tras la alarma de diversos sectores el gobierno decidió dar marcha atrás. Fotografía: Casa Presidencial.

Amplió que todas son especies del Pacífico, que han sido afectadas por fenómeno del niño, por calentamientos, por blanqueamientos y que muchas de sus poblaciones están muy reducidas y las mejores se encuentran dentro áreas protegidas.

En el caso de los Pocillopora, es la principal constructora de los arrecifes de Costa Rica y de todo el pacífico de América pero son muy vulnerables a las condiciones mencionadas, por lo que una extracción comercial podría ser perjudicial.

Ambas personas expertas no encuentran sentido a la intención de Incopesca, ya que indican que, para hacer un cambio de esta naturaleza, primero se debe conocer el estatus poblacional de las especies, el estado de salud, entre otras variables.

Los corales tienen un crecimiento lento, crecen 3-4 centímetros en promedio al año. Estos arrecifes que los vemos tan complejos, son miles de años que han tardado para llegar a tener el tamaño que tienen. Una explotación sin control de las poblaciones de un organismo que ya está en riesgo de extinción, las pone en altísimo riesgo", indicó Alvarado Barrientos”. 

En el país, la extracción ilegal de corales es castigada por la Ley de Vida Silvestre y pueden ser sancionadas con hasta 30 salarios base, debido a que se considera como captura, extracción y trasiego de vida silvestre.

Para Ana María Arenas la selección hecha por Incopesca fue una amenaza al sello verde de protección que tiene el país. Opinó que faltaron explicaciones de la formulación y publicación de la lista.

Tenemos una economía de turismo ecológico que es como uno de los principales ingresos de este país y esta lista en estos momentos está poniendo en jaque mate a muchas especies y al ecosistema". 

Mientras que Alvarado Barrientos se manifestó preocupado al ver amenazadas especies por las que se ha luchado durante largos años por proteger, lucha que ha valido el renombre del país. En su caso considera lo hecho por el Gobierno un fallo técnico, un descuido grande amparado en falta de criterios científicos.

De repente las estamos vendiendo (a las especies)  como si ya no ese valor no formara parte de nuestra identidad conservacionistas costarricense que nos destaca, y es un cambio de imagen muy extraño". 

Lea: Caribe Sur enfrenta la erosión costera en una carrera contra el cambio climático

Desde las comunidades

La lucha para proteger los arrecifes coralinos en Costa Rica se emprende en gran parte desde la comunidades.

En el caso del centro comunitario “Embajadores del Mar”, los jóvenes de la zona del caribe sur aprenden a bucear y monitorean el arrecife coralino, con el fin de aportar a una base de datos en un ejemplo de ciencia ciudadan.

Destacados a nivel internacional por la cadena de noticias Alemana Deutsche Welle,  realizan labores de limpieza de las playas, siembra de vegetación y arqueología subacuática. Explica Arenas:

Se está entendiendo que su importancia es tan primordial que va tan a la mano con nuestra existencia en el planeta. Si la gente logra entender esto yo creo que que su protección sería más óptima en países como este”.

 

En Samara, Guanacaste, “Proyecto Corales” trabaja en repoblar los arrecifes coralinos de esta costa de Nicoya. Se trata de una iniciativa que nació luego de que varios personas se graduaron  del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) en jardinería de corales, una técnica que empezó a desarrollarse en el país.

El medio de comunicación regional, La Voz de Guanacaste, contó que este grupo busca “criar” corales en estructuras artificiales bajo el mar para trasplantarlas a estructuras naturales cuando estén más grandes.

Otro caso similar, y destacado por el medio especializado Mongabay, es el de la organización Raising Coral en el Golfo Dulce. Ellos cultivan corales en viveros submarinos y los plantan en arrecifes de coral dañados para ayudar a acelerar su recuperación natural.

Parte de su intención es la colaborar con las comunidades locales para comprender sus necesidades, educarlas sobre el ecosistema marino y desarrollar estrategias que las ayuden a mantener sus medios de vida involucrándolos y empleándolos en la restauración de arrecifes.

El biólogo de la UCR, Alvarado Barrientos, también describió algunas prácticas que las personas por individual pueden adoptar. En el caso de una personas que vaya a realizar snorkeling, sugirió tener responsabilidad con el uso de las patas de rana, además del tipo de bloqueador solar que se utilice, debido a que tienen algunas sustancias tóxicas que llegan a afectar los corales y su parte hormonal.

Sería súper importante tratar de buscar mayor responsabilidad ambiental de las personas en sus actividades en la costa".

Añadió que a nivel político es necesario seguir con el apoyo a los Parques Nacionales, dándole las herramientas para que puedan protegerlos. Comentó que en el caso de Cahuita y Gandoca Manzanillo, sucede que es una extensión muy grande y los arrecifes del Caribe son muy importantes, pero los guardaparques carecen en ocasiones del combustible para poder salir con la lancha o no tienen el capitán, entonces la vigilancia se vuelve difícil.