Durante el periodo de confinamiento, Purdy Motors se encargó de comunicar todas sus acciones desde una perspectiva solidaria y empática con la gente, conservando siempre su identidad de marca, y se enfocó en el cuidado y bienestar de sus distintos públicos (clientes, colaboradores y sus familias) e incluso de instituciones públicas. Utilizó la tecnología a su favor con acciones de bien en redes sociales y mantuvo una comunicación constante con la prensa.

Actualmente, la cultura organizacional debe desarrollarse para lograr el compromiso de los trabajadores de la empresa que representan; es necesario crear ese vínculo y sentimiento de pertenencia que debe formarse para poder decir que un empleado se siente comprometido y obtener un mejor rendimiento en sus tareas (simple motivación). Esta culturización se logra incrementando la confianza del empleado con la organización de la cual forma parte.

Sin duda, el planeamiento es una parte fundamental en los negocios. Ya sea en los distintos proyectos, en la estrategia por seguir de la empresa, en el plan de acción ante una situación inesperada o en cualquier otra instancia en la que se deban tomar decisiones en cuanto al rumbo de la compañía, planear significará mejores resultados para la empresa.

Hace unos años estaba jugando un partido importante y cometí 2 errores, por lo que a los 15 minutos del partido me sacaron. Yo, como portera, consideré eso como una humillación, pues, a las personas que juegan en esta posición rara vez les hacen cambio en medio partido. A partir de ese día, mi vida dio un giro completamente, y aprendí a dar todo de mí en cada entrenamiento, incluso sabiendo que no iba a jugar, comprendí que integrarme al grupo era necesario para un buen desempeño y que tomar decisiones sin dudar era parte clave de mi vida como jugadora.

En primer lugar, las personas que se dedican a realizar un deporte, incluyéndome, sabemos que pertenecer a un club requiere de mucha disciplina y dedicación si se quiere llegar a ser el mejor. En el caso de voleibol, como jugador, las metas no faltan. Con esto me refiero a que siempre hay algo que se quiere conseguir, ya sea ser convocado a la alineación titular, saltar más alto, mejorar la técnica, etc. En el trabajo debería ser similar, se necesita disciplina para no llegar tarde, no faltar con la labor, cumplir, entre muchos aspectos más que tienen en común el trabajo y el pertenecer a un club.

Aunando a la necesidad de gestionar de manera óptima los costos de los proyectos, es necesario establecer métodos de monitoreo de los costos, dado que la economía es cambiante y se requiere una revisión constante, para poder ajustarlos, establecer los montos correspondientes y determinar un presupuesto final, para que el project manager pueda brindarle información clara y oportuna al cliente.

Desde cualquier puesto que desempeñemos, en cualquier tipo de industria, nuestro aporte se va a ver reflejado en los resultados finales de la organización; no se trata solo de alcanzar las metas parciales o temporales, sino también de optimizar los procesos en el camino para que la siguiente meta resulte mejor que la anterior.

Comencemos identificando las variables financieras: las más utilizadas para evaluar un proyecto son cuatro: valor actual neto (VAN), tasa interna de retorno (TIR), índice de rentabilidad (IR) y periodo de recuperación de la inversión (PR). La combinación de estas variables es lo que permite la toma de decisiones; no es común que un evaluador de proyectos decida aprobar o rechazar alguna propuesta solo con base en una de ellas. Sin embargo, ¿qué pasaría si se tuviera que elegir solamente una?

La mejor forma de distribuir y entregar los productos a los clientes será propia de cada negocio, dependerá de cada uno de ellos escoger la forma más conveniente para llegar a su consumidor final, basada en su estructura organizacional y su estrategia corporativa, así como en aquellas herramientas al alcance que permitan cumplir las necesidades de la pyme según sus condiciones actuales, sin que eso signifique dejar de lado la evaluación continua de la gestión para su constante mejoramiento, lo cual constituye un pilar fundamental para asegurar la satisfacción del cliente y con ello, el éxito del negocio.