Hoy, después de la presentación del Informe del Estado de la Nación en el auditorio Franklin Chang, conversé afuera del auditorio con algunos colegas que participaron en las investigaciones del documento. En medio de comentarios, bromas y preocupaciones sobre lo expuesto, surgió un tema que me pareció más alarmante que curioso: varias instituciones públicas están planificando crear contenido en TikTok para comunicar información relevante a la población joven. Aunque la intención es valiosa —informar por todos los medios posibles— no puedo evitar sentir cierta inquietud. Que la educación deba comprimirse en videos de 60 segundos me resulta problemático; reducir explicaciones y lecturas necesarias a fragmentos tan breves no contribuye a formar ciudadanos críticos.

Me gustaría que este artículo fuera únicamente una crítica a la calidad lectora del costarricense y a nuestra creciente obsesión por el consumo inmediato. Como plantea Scitovsky en The Joyless Economy (La economía sin disfrute), cuando nos acostumbramos exclusivamente al confort tendemos a evitar el esfuerzo, la espera y el aprendizaje, elementos esenciales para generar satisfacción duradera. Una sociedad que evade sistemáticamente el reto pierde capacidad de disfrute; algo que podría estar relacionado con el deterioro del bienestar mental que observamos.

Sin embargo, no todo es blanco y negro. La realidad del país obliga a buscar estrategias de comunicación más amplias, especialmente cuando la participación juvenil en la política está en caída, como muestra el gráfico del Informe Estado de la Nación: los tonos amarillo-anaranjados reflejan una creciente ausencia en las urnas tanto en generaciones recientes como en las no tan jóvenes. Ante este panorama, es evidente que debemos buscar nuevos canales para informar y atraer a la ciudadanía. Por eso, aunque me cueste admitirlo, debo matizar mis críticas y aceptar que a veces es mejor un resumen informativo que la nada propia. Justamente desde esa tensión quisiera hablar de un tema central: la perspectiva.

Gráfico 1. Porcentaje de participación electoral por elección, según cohorte de votantes

Fuente: Elaboración PEN con datos del TSE (2025).

La perspectiva es fundamental para entender la realidad nacional. No todas las personas vivimos bajo las mismas condiciones, y precisamente por eso la política es un instrumento esencial para nivelar la cancha. En estos días, las lluvias en la GAM han causado inundaciones millonarias, congestionamientos interminables, interrupciones en servicios públicos y daños significativos en infraestructura. Sin embargo, todo aquello que hoy nos sorprende o incomoda en el Valle Central es una experiencia cotidiana para muchos cantones de las zonas periféricas del país, donde los eventos hidrometeorológicos llevan años imponiendo costos económicos y sociales mucho mayores.

Con esta perspectiva trabajamos Daniela Córdoba y yo en una ponencia para el Informe Estado de la Nación: identificar qué territorios han sido más afectados por eventos hidrometeorológicos en la última década y analizar cuáles sectores productivos predominan en esas zonas. Los resultados fueron preocupantes. Los cantones con mayor incidencia de lluvias extremas coinciden, en muchos casos, con regiones cuya actividad económica depende de sectores altamente vulnerables al clima, como la agricultura y el turismo. Es decir, los territorios más expuestos son también los que tienen menos margen para absorber las pérdidas y recuperarse.

Mapa 1. Relación entre la intensidad del sector agricultura en el valor agregado cantonal y la cantidad de desastres por eventos hidrometereológicos

Lo que se observa en el gráfico es la relación entre la incidencia de eventos hidrometeorológicos y el peso que tiene la agricultura en cada cantón. En palabras más ticas, lo más preocupante son las zonas en gris oscuro: cantones que sufren una alta exposición a lluvias extremas y cuya economía depende, en gran medida, de la agricultura, uno de los sectores más vulnerables a este tipo de eventos.

No es sorpresa que la mayoría de estos cantones estén en la periferia del país; este no es un hallazgo nuevo. Ya lo habían advertido reportes recientes como Altas precipitaciones pasan cara factura a cultivos asegurados o Lluvias de noviembre rompen récords históricos en sectores de Guanacaste y Puntarenas. Lo mismo ocurre con el turismo, que enfrenta afectaciones constantes por marejadas, inundaciones y tormentas. El resultado son círculos viciosos que profundizan las brechas entre los territorios periféricos y la realidad de la GAM.

Mapa 2. Relación entre la intensidad del sector turismo en el valor agregado cantonal y la cantidad de desastres por eventos hidrometereológicos

Por eso es necesario subrayar que Costa Rica es una sola, aunque muchas veces no parezca. La situación democrática que atravesamos tiene múltiples causas, pero una de ellas es la ausencia histórica del Estado en las regiones más vulnerables. No es casual que exista malestar en lugares como Los Chiles, donde las lluvias golpean una y otra vez la agricultura, o en Talamanca, donde los eventos hidrometeorológicos amenazan constantemente el turismo y el sustento de cientos de familias. Estos son apenas dos ejemplos dentro de una larga lista de cantones que necesitan menos promesas políticas y más planes de acción reales.

Se necesita perspectiva para comprender el país completo y votar, en las próximas elecciones, por personas que ofrezcan algo más que un discurso fácil: que entiendan la desigualdad territorial y actúen en consecuencia.

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