Estados Unidos bombardea centrales nucleares; Irán responde con misiles sobre Israel y pide reunión urgente en la ONU.
Estados Unidos atacó tres instalaciones nucleares en Irán la madrugada del domingo, uniéndose formalmente a la ofensiva israelí contra el programa atómico del país persa. La acción marca una escalada peligrosa del conflicto en Medio Oriente, mientras Irán acusó a Washington de iniciar una guerra peligrosa y lanzó una respuesta con misiles contra Israel.
El presidente Donald Trump declaró que los sitios de Fordow, Natanz y Esfahan fueron “completamente destruidos” por las fuerzas estadounidenses, aunque no hubo una evaluación independiente de los daños. El Organismo de Energía Atómica de Irán confirmó los ataques pero afirmó que su programa nuclear “no se detendrá”. La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) y las autoridades iraníes dijeron que no se detectaron niveles anormales de radiación tras los bombardeos.
Trump dijo que el ataque utilizó bombarderos furtivos B-2 y bombas perforantes GBU-57, capaces de penetrar estructuras fortificadas bajo tierra. Además, submarinos estadounidenses habrían lanzado unos 30 misiles Tomahawk, según funcionarios del Pentágono citados bajo anonimato.
Horas después de la operación, Irán disparó misiles contra zonas del norte y centro de Israel, dejando al menos 16 heridos y varios edificios dañados, según los servicios de rescate israelíes. En respuesta, el ejército israelí anunció nuevos ataques a objetivos militares en el oeste de Irán.
“Habrá paz o habrá tragedia para Irán”, advirtió Trump en un mensaje televisado, sin precisar si habrá más ataques, aunque advirtió que responderá si Teherán toma represalias.
En una declaración oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní dijo que Estados Unidos “traicionó la diplomacia” y que “ha lanzado una guerra peligrosa contra Irán”. Aseguró que el país “se reserva el derecho de resistir con toda su fuerza” y de “defender su seguridad e intereses nacionales”.
El embajador iraní ante Naciones Unidas solicitó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para abordar lo que calificó como “ataques atroces” y uso ilegal de la fuerza por parte de Estados Unidos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó la situación como una “escalada peligrosa” y alertó sobre el riesgo creciente de un conflicto fuera de control con “consecuencias catastróficas”.
Israel, que lleva nueve días atacando objetivos en Irán, cerró su espacio aéreo este domingo. Según el grupo Human Rights Activists, con sede en Washington, los ataques israelíes han dejado al menos 865 muertos, incluidos 363 civiles, y más de 3300 heridos en Irán.
La intervención directa de EE. UU. ocurre tras una fallida campaña diplomática liderada por Trump para convencer a Teherán de detener su programa nuclear. Durante meses, el presidente evitó una acción militar directa e incluso convenció a Israel en abril y mayo de postergar su ofensiva. Sin embargo, tras la serie de bombardeos israelíes, Trump decidió actuar, impulsado por líderes israelíes y legisladores republicanos.
“Este es un MOMENTO HISTÓRICO PARA ESTADOS UNIDOS, ISRAEL Y EL MUNDO”, escribió Trump en redes sociales. “IRÁN DEBE AHORA ACEPTAR PONER FIN A ESTA GUERRA. ¡GRACIAS!”
La participación de Washington representa un giro respecto a la promesa de Trump de mantener a EE. UU. al margen de guerras prolongadas y costosas. Críticos dentro de su propio movimiento político lo acusan de traicionar esa promesa.
Desde Yemen, los rebeldes hutíes aliados de Irán hicieron un llamado a los países musulmanes a formar “un frente unido contra la arrogancia sionista-estadounidense”.