Alvarado destacó el acuerdo de "la derecha conservadora" con "la izquierda progre".

Durante su intervención en la sesión solemne del 1.º de mayo, el jefe de fracción de Nueva República, Fabricio Alvarado Muñoz, urgió a sus colegas dejar atrás los enfrentamientos políticos y enfocarse en resolver las grandes urgencias nacionales como el narcotráfico, el sicariato y la desigualdad social.

“Mientras el país se desangra en manos del sicariato y el narcotráfico, aquí hemos pasado horas viendo cómo se pierde el tiempo en conflictos innecesarios”, reprochó. Según dijo, Costa Rica necesita “diálogo, no pleitos”, y pidió que las fuerzas políticas unan energías para combatir los verdaderos enemigos del país: la criminalidad, el rezago educativo, la corrupción y el alto costo de la vida.

Alvarado dedicó buena parte de su discurso a defender iniciativas impulsadas por su fracción, como el proyecto de ley para tipificar el delito de sicariato y aumentar las penas, el cual —se quejó— ha sido bloqueado reiteradamente en el plenario. “¡Qué triste! Algunos no quieren que se aumenten las penas”, lamentó.

Además, defendió sus propuestas sobre el trabajo penitenciario y la necesidad de reformar el sistema carcelario. “En las cárceles deben estar los criminales y delincuentes, no personas que no pueden pagar la pensión alimentaria por desempleo”, indicó, en referencia a proyectos para sustituir la cárcel por medidas alternativas en esos casos.

También resaltó acuerdos alcanzados con bancadas ideológicamente opuestas, como el acuerdo con el Frente Amplio que permitió aprobar un proyecto de ley que aumenta la prescripción de delitos de corrupción a 30 años:

Si la derecha conservadora pudo alcanzar un consenso con la izquierda progre para combatir la corrupción, ¿cómo no vamos a poder lograr acuerdos entre todas las fracciones por el bien del país?".

Por último, Alvarado reivindicó la oposición de Nueva República a temas que, dijo, “van en contra de nuestros valores”, como el proyecto conocido como “ley trans”, el proyecto para que el secreto de confesión no se use como tapadera de delitos sexuales cometidos contra menores de edad y la agenda 2030 de desarrollo sostenible. “Vamos a defender nuestra soberanía y no permitiremos que organismos internacionales impongan sus ideologías torcidas en nuestra querida Costa Rica”, afirmó.

El diputado cerró su mensaje con un llamado a hacer del último año legislativo “el mejor”, con base en consensos. “No los defraudemos. Que Dios nos ayude, que Dios nos dé sabiduría. Que Dios bendiga a Costa Rica y que siempre viva libre y en democracia”.