Gracias a esta tubería, de 415 kilómetros, por día salen a la calle 270 cisternas menos.

¿Sabía que Recope es la única empresa de Centroamérica con un poliducto? Esta infraestructura facilita y garantiza la distribución de combustibles en todo el país, reduciendo la dependencia del transporte por carretera. Gracias al poliducto, se evita que los camiones cisterna queden atrapados por derrumbes o condiciones climáticas adversas, asegurando un suministro continuo.

De hecho, se estima que gracias a esta infraestructura, se evita que cada día 270 cisternas circulen por las carreteras, lo que contribuye a la eficiencia del abastecimiento, a la seguridad vial, evita más congestionamientos y emisiones de gases de efecto invernadero. Así, en 61 años de historia, Recope nunca ha fallado en su misión de suministrar energía a Costa Rica.

El poliducto de Recope es esencial para el abastecimiento de combustibles en Costa Rica. Tiene una extensión de 415 kilómetros, atraviesa seis provincias (San José, Alajuela, Cartago, Heredia, Puntarenas y Limón) y 24 cantones, lo que permite el transporte eficiente de las gasolinas súper y regular, el diésel y el combustible de aviación (Jet A).

La estructura, construida en acero al carbono, es la opción más segura, confiable y económica para el trasiego de hidrocarburos. Además, es compatible con las normativas ambientales internacionales, lo que minimiza el impacto ecológico y garantiza un suministro sostenible para el país.

En esta Administración, el monitoreo y la seguridad del poliducto ha sido una prioridad, por ello se utilizan diversas estrategias para detectar cualquier anomalía en la presión o integridad de la tubería, lo que facilita una respuesta rápida ante cualquier eventualidad.

¿Qué deben hacer quienes viven cerca del poliducto?

Recope recomienda a las personas que residen o trabajan cerca del poliducto estar alertas ante cualquier actividad inusual y, en caso de notar alguna anomalía denunciar al 1-0-0-2, una línea que es gratuita y completamente confidencial.

Cualquier alteración en la infraestructura debe ser reportada de inmediato para prevenir riesgos y garantizar la seguridad del sistema. Entre las señales de alerta se incluyen olores fuertes a hidrocarburos, presencia de automotores no autorizados en la zona y cambios inusuales en el terreno.

“La prevención y la colaboración comunitaria se han convertido en un pilar clave para luchar contra el robo de combustible, lo que permite mantener la seguridad de las personas y el ambiente, así como la eficiencia del suministro de hidrocarburos”, manifestó Karla Montero, presidenta de Recope.

Recope, por su parte, mantiene un plan de respuesta con equipos especializados para actuar rápidamente ante cualquier eventualidad.

El poliducto es fundamental para el desarrollo económico del país y su correcto funcionamiento depende del compromiso de Recope, el apoyo de la ciudadanía y la colaboración de las autoridades policiales y judiciales.