“La única manera comprobada de frenar el calentamiento global es eliminar gradualmente los combustibles fósiles de forma rápida, justa y eficaz”.

Una carta firmada por más de 250 científicos de 27 países y diversas disciplinas fue entregada hoy al presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, durante la Conferencia del Clima de Bonn, la principal reunión preparatoria previa a la Cumbre del Clima de la ONU, prevista para noviembre en Belém, Brasil.

El físico climático y firmante Bill Hare entregó la carta en persona. El documento también se entregó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva el pasado lunes 16 de junio.

Dentro de los firmantes hay tres científicos costarricenses; Bernal Herrera Fernandez, Lenin Corrales Chaves y Manuel Emilio Argüello Gutiérrez.

El mensaje refuerza un punto que la comunidad científica del clima ha enfatizado durante décadas: la única manera comprobada de frenar el calentamiento global es eliminar gradualmente los combustibles fósiles de forma rápida, justa y eficaz.

El texto, basado en evidencias científicas recopiladas en la última década por organismos como el IPCC y la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), subraya que la infraestructura fósil existente ya hace prácticamente inalcanzable el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.

La carta advierte que continuar con el actual modelo energético no solo agrava la crisis climática, sino que pone en riesgo décadas de progreso en desarrollo, seguridad alimentaria y reducción de la pobreza.

Al respecto, Corrales mencionó a este medio de comunicación que se trata de un llamado urgente y legítimo para que Brasil, como país anfitrión de la COP30, asuma un liderazgo claro y valiente frente al desafío de los combustibles fósiles.

La evidencia científica es contundente: ya estamos sobrepasando el horizonte temporal que nos permitiría limitar el calentamiento global a 1,5 °C, y evitar superar los 2 °C exige frenar de inmediato la expansión de la extracción y el uso de petróleo, gas y carbón”.

Y agregó:

En este contexto, no es coherente hablar de transición energética mientras se abren nuevas fronteras de explotación fósil, muchas de ellas en territorios de alta biodiversidad o habitados por comunidades vulnerables”.

La carta está dirigida por dos científicos de renombre internacional: el Dr. Paulo Artaxo, físico, profesor de la Universidad de São Paulo y miembro del IPCC; y la Dra. Friederike Otto, experta en fenómenos meteorológicos extremos y profesora del Imperial College de Londres.

En su llamamiento, los científicos instan al presidente Lula a que aproveche su prestigio internacional y su liderazgo en la COP30 para que la eliminación gradual, justa y completa de los combustibles fósiles sea la máxima prioridad de las negociaciones climáticas de la ONU en Belém este noviembre. Artaxo destacó:

La ciencia es muy clara en cuanto a que debemos tomar medidas contundentes para detener el avance del cambio climático, y la principal acción es poner fin a la exploración y el uso de combustibles fósiles. Por eso decidimos escribir esta carta: como una forma de apoyo al presidente Lula, para que pueda contar con la solidez de la ciencia para convencer a otros líderes mundiales”.

Corrales recordó que la COP30, en el corazón de la Amazonía, representa una oportunidad histórica para que Brasil y América Latina impulsen una transformación real hacia una economía descarbonizada, justa y resiliente. Además, dijo que en la comunidad científica tienen claro que “no hay un futuro climático seguro si no enfrentamos de raíz el problema de la dependencia de los combustibles fósiles”.

"El liderazgo de Brasil podría marcar un punto de inflexión y generar un efecto multiplicador en otros países en desarrollo que buscan una salida justa y sostenible al modelo extractivista", finalizó Corrales, especialista en cambio climático.