En 2023 el 69,4% de la energía consumida en el país se obtuvo de fuentes no renovables como el diésel y la gasolina.

Durante la segunda y última semana de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) en Bakú, Azerbaiyán, el ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach Capra, recordó la necesidad de que las naciones disminuyan el uso de combustibles fósiles.

En la cumbre, que inició el pasado 11 de noviembre, Costa Rica e Irlanda lideran la mesa de adaptación al cambio climático, la cual también contempla el tema de pérdidas y daños.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), para limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 ºC, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero tienen que alcanzar su punto máximo antes de 2025 y luego bajar un 43% antes de 2030 para evitar daños irreversibles.

En ese contexto Tattenbach Capra recordó que hay un impacto que vamos a enfrentar y es ese 1,5 de calentamiento global que se acerca. Actualmente es de 1,2. El jerarca recordó que por eso es tan importante insistir en contar con mecanismos financieros de adaptación y de pérdidas y daños.

Sobre esto, Costa Rica ha aprobado ya varios financiamientos para reparar puentes, escuelas, carreteras, agricultura resiliente y es muy importante. Por ejemplo aprobamos en agosto el Fondo Proeri y el Fondo Nacional de Emergencias). Hemos obtenido fondos para adaptación del GEF, BCIE, Banco Mundial y otros".

El ministro, no obstante, señaló que con respecto a los aportes de otros países en este tema, algunos que se atrasaron en desarrollar planes de adaptación.

Por eso debemos dar pasos positivos en esta COP para adaptación, como parar la deforestación y seguir disminuyendo el uso de combustibles fósiles,porque si no le va a salir muy caro al mundo pagarles por pérdidas y daños. En ese sentido, si es un compromiso de la COP revisar cómo van los cumplimientos y planes que se están ejecutando”.

En la cumbre, que inició el pasado 11 de noviembre, Costa Rica e Irlanda lideran la mesa de adaptación al cambio climático, la cual también contempla el tema de pérdidas y daños. Fotografía: Minae

Pese al llamado, en Costa Rica la semana anterior el Programa Estado de la Nación (PEN) presentó el XXX Informe del Estado de la Nación y entre sus principales hallazgos está que en el 2023, el 69,4% de la energía consumida en Costa Rica se obtuvo de fuentes no renovables como el diésel y las gasolinas, “lo cual refleja un constante patrón insostenible”.

Esta situación es descrita en el informe como “otra fuente de vulnerabilidad ambiental”, ya que el mantenimiento de estos patrones insostenibles en materia energética va en contra de las metas de descarbonización.

Los datos también arrojan que el 72% del consumo de combustibles fósiles sigue asociado al sector transporte. En conjunto, el transporte privado y de carga emplean el 65% del petróleo importado en el país. De forma paralela, se registró un incremento del 8,6% en la generación de emisiones de dióxido de carbono.

Según proyecciones incorporadas en el informe, la cantidad de vehículos particulares entre el 2022 y el 2023 habría aumentado en 22.699 unidades, mientras que en ese mismo lapso las motocicletas incrementaron en 31.399 unidades.

Además, internamente el presidente Rodrigo Chaves Robles en diferentes ocasiones se posicionó públicamente a favor de realizar estudios de exploración petrolera y de gas natural en el país. En ese contexto le solicitaron a Noruega su colaboración para los análisis, pero el país europeo se negó por lo costoso de los estudios y por su intención de acercarse a iniciativas respetuosas con el clima.

Un llamado a dejar el teatro

En la semana de cierre de la COP, el secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), Simon Stiell, pidió  a los negociadores que "se dejen de hacer teatro", se pongan manos a la obra y alcancen un nuevo acuerdo financiero para compensar a los países por los daños causados por el clima y pagar una transición hacia energías limpias.

"No podemos perder de vista el bosque porque estemos discutiendo sobre árboles individuales", dijo  Stiell, instando a los delegados a concluir “cuestiones menos polémicas” tan pronto como sea posible.

A pesar de los primeros avances sobre las normas que allanarán el camino para un mercado de carbono gestionado por la ONU, las conversaciones sobre financiación climática son lentas y contenciosas, y las delegaciones se atrincheran en sus posiciones en lugar de buscar un terreno común. Stiell comentó:

Los faroles, las argucias y las reglas de juego preconcebidas están consumiendo un tiempo precioso y acabando con la buena voluntad necesaria para un paquete ambicioso".

Hay demasiado en juego para "un brote de “tú primero” (...) en el que grupos de partes se atrincheran y se niegan a avanzar en un tema, hasta que otros se mueven en otro", dijo y la única manera de hacer el trabajo es si las Partes están dispuestas a avanzar en paralelo.

Simon Stiell, pidió  a los negociadores que "se dejen de hacer teatro", se pongan manos a la obra y alcancen un nuevo acuerdo financiero.

La petición de Stiell llega después de que el Secretario General de la ONU, también expresara su preocupación por el estado de las negociaciones en la COP29, señalando que los países deben acordar un objetivo ambicioso de financiación para el clima que esté a la altura de la magnitud del reto al que se enfrentan los países en desarrollo.

En declaraciones a la prensa en Río el domingo, antes de la cumbre del G20, el jefe de la ONU afirmó que "ahora es el momento de que las mayores economías y emisores del mundo lideren con el ejemplo".

Actualmente se plantea la meta de financiación de 1 billón de dólares para establecer un Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG, por sus siglas en inglés) para proporcionar financiación climática y apoyar a los objetivos climáticos de los países vulnerables.

Esta financiación debe repartirse entre medidas de mitigación, adaptación y respuesta a pérdidas y daños para evitar contribuir al desequilibrio actual, ya que la mayoría de los fondos se destinan a la mitigación.

En la actualidad, el 69% de toda la financiación para el clima se concede en forma de préstamos, lo que acentúa las desigualdades existentes y agrava las crisis de deuda en los países pobres vulnerables al clima, recordaron desde el Foro Económico Mundial.

En la cumbre Costa Rica reiteró la importancia de que los países inviertan en adaptación al cambio climático, pérdidas y daños, e incluyan recursos en sus presupuestos, además de procurar articular acciones interministeriales para fortalecer la resiliencia, e implementación de herramientas como los Planes Nacionales de Adaptación en sus provincias o territorios.

Según explicó  Tattenbach Capra la Cop29 lleva el impulso en el tema de captar recursos para la adaptación, pérdidas y daños y resiliencia climática.

Siempre ha sido de mucha relevancia en especial para Costa Rica, que lo impulsó desde las Cop27 y 28 en Emiratos Árabes Unidos y Dubai, ya que es un tema por el que estamos sufriendo las consecuencias en las últimas semanas, al igual que otros países del mundo. Porque el Cambio climático acelera este tipo de afectaciones por desastres”.

El jerarca recordó que Costa Rica ha aprobado ya varios financiamientos para reparar puentes, escuelas, carreteras y  agricultura resiliente. "Aprobamos en agosto el Fondo Proeri y el Fondo Nacional de Emergencias. Hemos obtenido fondos para adaptación del Gef, BCIE, Banco Mundial y otros", ejemplificó.

Esta semana la delegación costarricense participará en foros de: finanzas para la adaptación, pérdidas y daños, turismo y cambio climático, fortalecimiento de la agenda azul, conservación con y para las comunidades, juventudes y la acción climática, pago por servicios ambientales, planes ambientales forestales Territoriales con territorios indígenas, agropaisajes sostenibles y energías renovables; entre otros.