Planeta Interno abordó beneficios de las comunidades colaborativas como una opción de vivienda para la vejez.


La ONG Planeta Interno, conformada por un grupo de mujeres comprometidas con el impulso de políticas para una vejez digna, llevó a cabo un conversatorio enfocado en los proyectos de vivienda compartida para mujeres mayores. Este evento, transmitido por Zoom y redes sociales, buscó posicionar en la agenda pública la importancia de estas alternativas de vivienda como una solución económica y social para la población adulta mayor.

La moderadora del evento, Liliana Quesada Saravia, quien es socia fundadora de Planeta Interno, destacó que las viviendas compartidas permiten a las personas tener su propio espacio privado mientras comparten áreas comunes con otros miembros de la comunidad. Este tipo de proyectos, que en algunos países de América Latina ya cuentan con reconocimiento estatal, ofrecen una oportunidad valiosa para mujeres mayores que buscan mantener su autonomía y a la vez disfrutar de una vida comunitaria, destacó Liliana.

Durante el conversatorio, se expuso el caso de Costa Rica, donde en 2022 se modificó la Ley del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda, permitiendo el financiamiento de bonos de vivienda comunitaria para personas adultas mayores en situación de vulnerabilidad. El primer proyecto de este tipo en el país se ubica en Quebrada Ganado, Garabito, y sirve como ejemplo del impacto positivo que pueden tener estas iniciativas.

Dato D+: El Proyecto de Viviendas Comunitarias de la Asociación Josefina Ugalde Céspedes (AJUCE), en Quebrada Ganado de Garabito, reúne un conjunto de 28 soluciones habitacionales vinculadas a un centro diurno. Manuel Morales Alpízar abordó el caso en su reciente artículo Vivienda y hábitat adecuado para las personas adultas mayores.

Vivienda colaborativa y el rol de la comunidad

La conversación también exploró cómo las comunidades colaborativas ofrecen más que solo un techo compartido. Según las panelistas, estos espacios permiten crear vínculos cercanos entre los residentes, lo que favorece la sostenibilidad al reducir el consumo de recursos y fomentar prácticas como la agroecología y el reciclaje. Se destacó que este tipo de viviendas no solo son una solución habitacional, sino que también proporcionan apoyo emocional y social a sus miembros.

Silvia Trujillo, socióloga uruguaya radicada en Guatemala, añadió que la vivienda colaborativa puede ser una respuesta a la soledad, un problema creciente que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado como una pandemia global. Trujillo subrayó que este modelo de vivienda no implica perder autonomía, ya que cada persona tiene su propio espacio mientras se comparten áreas comunes, lo que refuerza el sentido de comunidad sin sacrificar la privacidad.

Proyectos en gestación

Uno de los puntos más emocionantes fue el anuncio del proyecto Ecocomunidad Amatiebre, en San Ramón de Alajuela, un desarrollo impulsado por Planeta Interno que actualmente está en fase de diseño. Esta comunidad busca ofrecer a las mujeres mayores un espacio para compartir, colaborar y vivir de manera sostenible, con áreas dedicadas a la agroecología, el ejercicio y actividades recreativas.

El conversatorio cerró con una invitación a reflexionar sobre cómo armonizar las dinámicas personales y colectivas en estos espacios colaborativos, y cómo estos proyectos de vivienda pueden contribuir a una vejez digna y activa.

Para más información sobre este y otros conversatorios, los interesados pueden contactar a Planeta Interno y seguir sus actividades a través de sus redes sociales.