BCCR estima que la inflación volvería a estar dentro del rango meta hasta el primer trimestre del 2025.
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) presentó este martes el Informe de Política Monetaria (IPM) de abril 2024, en el cual revisó ligeramente a la baja el crecimiento para la economía nacional, tanto para el 2024 como para el 2025.
Con respecto al informe de enero anterior, la proyección de crecimiento para el 2024 pasó de 4,0% a 3,8%, mientras que para el 2025 la estimación pasó de 3,9% a 3,8%.
Desde el BCCR señalaron que “la nueva proyección para el 2024 considera el menor crecimiento de la demanda externa por implementos médicos, servicios empresariales e informáticos, así como una menor expansión de la demanda interna, como consecuencia de la desaceleración en el ingreso disponible, principalmente por una menor ganancia en los términos internacionales de intercambio”. Adicionalmente, para el 2025 se espera que el principal motor de crecimiento será la demanda interna y, en menor medida, la demanda externa.
Sobre la inflación general y la subyacente, desde el BCCR esperan que esta regrese al rango de tolerancia (entre 2 y 4%) alrededor de la meta (3%) hasta el primer trimestre del 2025, aunque se estima que la inflación general comience a registrar valores positivos desde el tercer trimestre del año en curso.
Dato D+: El Índice de Precios al Consumidor, que se utiliza para medir la variación de precios, acumula 11 meses por debajo del rango meta del BCCR.
Sobre la coyuntura económica, el BCCR destacó que en el primer cuatrimestre del año el entorno internacional continuó marcado por los conflictos bélicos existentes, que han tendido a agravarse debido al surgimiento de nuevos focos de tensión, en particular por los eventos ocurridos recientemente entre Israel e Irán.
Adicionalmente, destacaron que desde diciembre del año anterior, los precios internacionales del petróleo han mostrado un movimiento al alza, pero de forma menos acelerada que lo observado al inicio de la invasión de Rusia a Ucrania en 2022.
Para Costa Rica, la actividad económica en el primer trimestre del 2024 creció a una tasa interanual relativamente alta (4,9%), por lo que no presentó cambios con respecto al valor del trimestre previo. Sin embargo, tanto esta tasa interanual como la variación trimestral anualizada sugieren que continúa la desaceleración en la producción iniciada en la segunda mitad del 2023.
Desde el BCCR señalaron que lo anterior es resultado de una menor inversión en formación de capital tanto del sector público como privado y de una moderación en la demanda externa, principalmente en las ventas de bienes y servicios del régimen especial; esos efectos fueron compensados, en parte, por un impulso del consumo privado similar al del año previo.
Sobre los indicadores del mercado laboral, desde el BCCR aseguran que también están dando señales positivas:
- A febrero del 2024 aumentó el nivel de ocupación, mientras que la formalidad y los salarios reales del sector privado continuaron con la mejora observada en el 2023.
- Las tasas de desempleo y subempleo a febrero 2024 se ubicaron en 7,8% y 3,6%, respectivamente.
- La tasa de desempleo se da en un contexto de mayor nivel de ocupación y de participación laboral, esto último contrasta con lo observado durante la mayor parte del 2023.
Sobre las finanzas públicas se destacó que los dos primeros meses del año dejaron un superávit primario igual al del 2023, aunque el déficit financiero ligeramente superior, a lo que el Central señaló que “la generación del superávit primario redujo los requerimientos de financiamiento del Gobierno, pese a lo cual la razón deuda a PIB aumentó ligeramente con respecto a igual periodo del 2023”.
Dato D+: El resultado primario equivale a los ingresos menos gastos de un periodo de tiempo, excluyendo el pago de intereses de la deuda. El resultado financiero equivale a los ingresos menos los gastos totales de ese periodo. Cuando los ingresos son mayores que los gastos hay un superávit, mientras que cuando los gastos superan los ingresos hay un déficit.
Sobre las acciones tomadas por la Junta Directiva del BCCR se destacó que en lo que va del 2024 se disminuyó la Tasa de Política Monetaria en tres ocasiones, pasando de 6% a inicios de año a un 4,75% actualmente. Además, indicó que continuará la senda hacia la neutralidad de la política monetaria, siempre y cuando las circunstancias lo permitan.
Desde el BCCR recordaron que la tasa de interés real neutral (TIRN) es “la tasa de interés real de mediano plazo que es coherente con una economía en pleno empleo de los factores de la producción y una inflación que se aproxime a la meta”, y añadieron que dicha tasa lleva implícita una noción de equilibrio; es decir, en la que todos los choques transitorios o cíclicos de una economía se han disipado y se ubica en su nivel potencial.
Sobre las condiciones de liquidez de corto plazo, el BCCR reconoció que en lo transcurrido del año el sistema financiero nacional ha mantenido la condición holgada de la liquidez que caracterizó al año anterior; esos excesos han estado contenidos en instrumentos de captación del BCCR.
Desde el BCCR explicaron que los excesos de liquidez en los últimos 20 meses se han originado en buena medida en el efecto monetario expansivo asociado a la compra de divisas por parte del BCCR, compras que se han dado en un contexto de un mercado privado de cambios superavitario, y añadieron que “este resultado ha sido congruente con la evolución de la actividad económica del país, el notable desempeño de las exportaciones del régimen de zonas francas y el repunte en el turismo receptivo”.
Adicionalmente, la alta disponibilidad de divisas ha permitido al Banco Central participar de manera activa en el mercado cambiario como demandante neto, para atender los requerimientos del Sector Público No Bancario y fortalecer su posición de reservas.
Dato D+: Al 23 de abril de este año el saldo de las reservas internacionales netas (RIN) era equivalente a 146% del valor mínimo adecuado que acordó la Junta Directiva del BCCR en marzo del 2023.
Por último, el BCCR señaló que la alta disponibilidad de divisas se ha manifestado en una caída del tipo de cambio nominal, aun con “la activa participación del BCCR como demandante neto y al pago realizado por el BCCR del crédito contratado con el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR)”.