UCR presentó su segundo informe sobre la situación de las personas adultas mayores en Costa Rica.

La Universidad de Costa Rica, a través de su Cátedra de Envejecimiento y Sociedad y el Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo (CIOdD), presentó el segundo informe sobre la situación de las personas adultas mayores en Costa Rica. En una radiografía general a esta grupo poblacional, urgieron al país a contar con más políticas y programas para personas adultas mayores.

Personas discapacitadas

Entre los hallazgos del estudio, destacaron que de los retos que enfrenta este grupo etario es la adquisición de condiciones de discapacidad, ya que la prevalencia de esta aumenta con la edad.

Esto se ve reflejado en los datos reportados por la Encuesta Nacional sobre Discapacidad (ENADIS) de 2018, que señala que el 35% de las personas de 65 años o más presentaban alguna discapacidad. Dicha prevalencia ronda el 32% para personas de 60 años o más y se incrementa al 55% en adultos mayores de 80 años.

Otro dato de interés es la distribución por género. De la totalidad de mujeres con discapacidad, las adultas mayores representan el 33,84%, mientras que, en el caso de los hombres, este porcentaje es levemente inferior, situándose en el 30%. Además, del total de personas con discapacidad, contempladas a partir de los 18 años, el 8,56% de las no aseguradas son personas adultas mayores, mientras que, entre las aseguradas, este porcentaje asciende al 35,58%.

Desde el centro de estudios recordaron que, en el caso de las personas adultas mayores, la presencia de discapacidad requiere especial atención, debido a que este grupo poblacional, en la mayoría de las ocasiones, necesita apoyos para realizar las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria

Al respecto, Carlos Murillo, director del CIOdD, comentó:

Es preocupante, aunque no sorprendente, que la prevalencia de discapacidades aumente con la edad, con más de la mitad de nuestros ciudadanos mayores de 80 años enfrentando estas condiciones. Es crucial que, como sociedad, garanticemos apoyos adecuados para que puedan llevar a cabo las actividades esenciales de su vida diaria".

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha señalado que, en los próximos años, la discapacidad será un motivo de gran preocupación, debido a que su prevalencia está en alza como consecuencia del envejecimiento de la población y del aumento de enfermedades crónicas, tales como: la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y los trastornos de la salud mental.

Alto nivel de personas aseguradas

Otro de los puntos que presenta el informe es que la mayoría de las personas adultas mayores del país están aseguradas, es decir, cuentan con las prestaciones y beneficios sociales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), en especial el seguro de salud, lo que refrenda la universalidad de estos servicios en Costa Rica.

Un análisis de los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) reveló que, en los últimos siete años, la población adulta mayor de 65 años o más ha mantenido una cobertura de este seguro superior al 97% en algunos años. Esta alta cobertura permite el acceso a los servicios de salud públicos.

Las personas adultas mayores tienen derecho a la salud física y mental, sin ningún tipo de discriminación. Desde el instituto de la UCR instaron al país a continuar los esfuerzos para orientar sus políticas de salud hacia una atención integral que incluya la promoción de la salud, la prevención y la atención de la enfermedad en todas las etapas, así como, la rehabilitación y los cuidados paliativos de la persona adulta mayor, con el fin de hacer efectivo el disfrute del más alto nivel de bienestar, físico, mental y social.

Participación Social

Las cifras del estudio muestran que las personas adultas mayores han desempeñado un papel activo en actividades cívicas, políticas y comunitarias. Destacaron:

Esto indica que el envejecimiento no significa desconexión, sino que con las condiciones adecuadas, puede traducirse en una etapa de continuo aporte a la sociedad".

La participación social de las personas adultas mayores contribuyen en las comunidades, ofreciendo apoyo y colaboración en las juntas de salud, de educación, asociaciones de desarrollo comunal, organizaciones de bienestar social y grupos organizados de apoyo a la niñez, jóvenes, personas con discapacidad y personas adultas mayores, así como en actividades religiosas, deportivas y culturales.

Según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT), para los años 2017 y 2022, los datos muestran que existe una participación social importante del grupo de personas a partir de los 65 años, inclusive hasta casi los noventa años.

Llamado 

La realidad demográfica está cambiando, y Costa Rica se encuentra en una posición única para liderar la conversación regional sobre el envejecimiento. Es imperativo que la sociedad en su conjunto tome nota de estos hallazgos, y trabaje para crear un ambiente en el que cada ciudadano, independientemente de su edad, pueda florecer y contribuir al bien común.

Murillo del CIOdD indicó que la realidad presentada en este informe no es solo un conjunto de datos y cifras, sino un reflejo del tejido social y cultural que configura Costa Rica. Además, resaltó que estamos ante un cambio demográfico "sin precedentes, y es nuestra responsabilidad colectiva crear un ambiente donde todas las personas, sin importar su edad, puedan prosperar y contribuir al bien común".

A su vez, la investigadora del CIOdD, Emiliana Rivera, comentó que los datos expuestos muestran realidades importantes que enfrentan las personas adultas mayores de nuestro país, que deben ser mayormente visibilizadas para reconocerlas, en el caso de su gran contribución a la sociedad.

Sin embargo, en otros temas, hay que poner mayor atención para poder brindar respuestas oportunas que les garantice un mayor bienestar, pero, sobre todo, en donde ellas y ellos se sientan personas sujetas de derecho, en donde se respete su dignidad, autonomía y autodeterminación. El compromiso nuestro consiste no solo en revelar datos o información, sino en cómo podemos articular acciones para que la población que envejece y las propias personas adultas mayores vivan en una sociedad más solidaria, más equitativa, más inclusiva, más segura y sin ningún tipo de discriminación. Esta es nuestra gran responsabilidad.”

Para los expertos, los hallazgos evidencian la necesidad continua de políticas y programas que respalden la participación, la salud, y el bienestar de las personas adultas mayores en Costa Rica. La consideración de sus necesidades y características particulares es vital para asegurar su calidad de vida y su inclusión plena y efectiva en la sociedad, añadieron.

Desde la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional (Jupema) apoyaron la difusión del informe y destacaron la necesidad de que los adultos mayores realicen actividades recreativas, de ocio y esparcimiento que les permiten un estilo de vida equilibrado y saludable, por lo que se busca que más adultos mayores se unan a estas prácticas de envejecimiento armonioso.

La presidenta de Jupema, Seidy Álvarez Bolaños, compartió:

Es importante fomentar la salud integral de las personas adultas mayores, pero sobre todo visibilizar que no por tener más de 65 años, esta población es inactiva, todo lo contrario, se trata de personas que contribuyen muchísimo a la sociedad, y esto además les incide en su calidad de vida, ejercicio pleno de sus derechos y salud física y mental”.

Jupema y la UCR, a través de la Cátedra de Envejecimiento y Sociedad de la Facultad de Medicina y el Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo, han venido uniendo esfuerzos para hacer una mayor conciencia pública de la situación de esta población cada vez más creciente en el país.

Uno de los primeros pasos fue el lanzamiento de un manifiesto público con el cual se buscó instar a la ciudadanía a tomar conciencia sobre los derechos de esta población y hacer un llamado a las instituciones públicas y de Gobierno a fortalecer las políticas públicas para las personas adultas mayores.