Si se dispone a ver The Bear, la serie de Hulu, tome antes un respiro, preferiblemente con inhalación profunda. Tal vez sea incluso mejor que haga una sesión de yoga antes de oprimir el botón de play.

Porque una vez que empieza el primer fotograma va a subir las revoluciones de su cabeza y acelerar su ritmo cardíaco casi al punto de llevarlo a un paro cardíaco.

Es posiblemente la serie con más intensidad que está en el aire en este momento, pero bueno, justamente en eso se luce, precisamente esa es la intensidad que se vive en una cocina.

El chef Carmen, otrora premiado y alabado por la crítica culinaria, se encuentra de la noche a la mañana como cabeza del restaurante de sándwiches de su difunto hermano Michael, en Chicago.

Carmen intentará, con resultados ambiguamente positivos, aplicar sus conocimientos de estrella Michelin y alta cocina, a un pequeño local con serios problemas estructurales. En medio de un barro barrio donde se da el tráfico de droga y con un equipo humano anclado en un viejo sistema, pero con mucho corazón.

Porque eso sí, preste atención, la serie también es trepidante en cuanto a emociones afectivas y con una capacidad de aceleración dignas de Fórmula 1. Los escenarios pueden pasar de amenazas de muerte con arma de fuego hasta fraternales abrazos, lágrimas obligatorias en ambos casos.

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