Informe del SINAC alertó sobre presencia de humedal.

Un informe del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), publicado el 8 de marzo de 2022, determinó que la construcción de un proyecto habitacional que desarrollado por la compañía Cubo S.A en Jacó, Garabito, recibió la viabilidad ambiental dentro de un área con características de humedal tipo palustre.

En el documento SINAC-ACOPAC-CH-009-2022, se detalló que en los estudios se encontró la afectación del humedal con construcciones, rellenos, drenajes y movimientos de tierra como la remoción de la capa orgánica y vegetal del suelo.

El estudio, del que Delfino.cr tiene copia, señaló que el humedal no está registrado y mide en total 8 hectáreas con 9067m2. Este es conformado por un bosque inundado típico de las áreas costeras donde las quebradas frecuentemente inundan las planicies. Estos análisis se dieron luego de que en 2017 una personera del SINAC determinó la existencia de un humedal en el sitio.

Dato D+: En los humedales de sistema palustrino se incluyen todos los humedales de tipo no mareal, con las siguientes características: 1) pueden contener cobertura vegetal o no, la vegetación puede estar representada por dominancia de árboles, arbustos, vegetación arbustiva, vegetación emergente, musgos y/o líquenes. 2) Los niveles de profundidad en las depresiones no exceden dos metros. 3) Los valores de salinidad derivadas de sales oceánicas no exceden de 0.5%.

Tras los resultados y la consulta del SINAC a la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) sobre si se tomó en cuenta la existencia de este frágil ecosistema para la entrega de la viabilidad ambiental en 2018 (expediente D1-23590-2018-SETENA), la institución indicó que en la licencia que otorgaron no se contempló la presentación de estudios específicos, como es el caso de un estudio de suelos o biológico que permitiera detectar la presencia del ecosistema.

En la descripción del proyecto, Setena detalló que son 29 lotes de los cuales 20 son para una vivienda unifamiliar y nueve para cuatro unidades habitacionales. Además tendrá calles, aceras, planta de tratamiento, senderos casa club, piscina, ranchos, caseta de guarda, cuarto de máquinas, y cuarto de basura, área verde y 7438 m2 de área vendible.

"En el proyecto se respetaron todos los arboles existentes superiores a 30 cm y a partir de ellos se hizo el diseño respetando la naturaleza y potenciando a partir de ella el diseño, incluso un área que estaba pensada para casas se modificó y se determinó como área de senderos", cita el permiso dado por Setena.

La experta en humedales del Laboratorio de Recursos Naturales y Vida Silvestre (LARNAVISI) de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional (UNA), Lilliana María Piedra Castro, explicó a este medio de comunicación que los humedales de tipo palustrinos son territorios de tierra inundados de manera permanente o temporal, que no alcanzan profundidades que no sobrepasan los dos metros de profundidad y que generalmente, contiene fondos lodosos que están regulados por factores climáticos y donde ocurren importantes interrelaciones entre seres vivos.

Añadió que cuando se realizan construcciones en áreas de pantanos, y no se respeta su espacio natural, se pierde la función de barrera de protección frente a eventos naturales extremos, como las inundaciones y los huracanes (en las cercanías de la costa).

Entre los posibles impactos asociados con el desarrollo de infraestructura destacó el secado del humedal porque se cambia la dinámica hídrica, la colmatación porque al cambiar la dinámica hidrológica y los rellenos cubren la cubeta por lo tanto, se pierde área del humedal. También, la contaminación sonora afecta los organismos que viven en la zona, que evita anidar o descansar en zonas específicas. Siendo que el número de especie va a disminuir con el tiempo,

Además, puntualizó que se pierde la biodiversidad, aquella que necesita el humedal para poder vivir; como los anfibios, peces, reptiles, macroinvetebrados, aves e incluso mamíferos, que pueden desaparecer localmente.

En el informe SINAC-ACOPAC-CH-009-2022 se aportan fotos de la inspección realizada en marzo de 2022 en las cuales se aprecia agua en el sitio de la construcción.

El informe del Sistema de Áreas de Conservación también fue presentado a la Fiscalía del cantón de Garabito y se denunció a la constructora a cargo, sin embargo en primera instancia en la instancia judicial solicitaron la desestimación del caso al alegar que no existía ningún humedal. Posteriormente se apeló la decisión y se convocó a las partes a una audiencia llevada a cabo el 16 de marzo de 2023.

La Procuraduría General de la República fue quién pidió desestimar lo que hizo la Fiscalía en primera instancia. Dicha actuación del Estado, se produjo en el momento que el Sinac informó al Procurador que lleva el caso sobre ese despropósito jurídico.

Según la viabilidad ambiental entregada por Setena, se dio en primera instancia a la representación legal de Inversiones la Roca de Jacó S.A. y posteriormente el proyecto fue traspasado a la desarrolladora mencionada.

En internet el proyecto aparece bajo el nombre de Selva Coral en donde se promocionan como un desarrollo inmobiliario en medio del bosque y a solo 400 metros del mar.

Piedra Castro enfatizó en que tras los trabajos en estas áreas se empiezan a observar aumentos producto de la contaminación producto del flujo vehicular y los residuos sólidos.

También se va a observar contaminación hídrica o del agua proveniente de las aguas subterráneas, pluviales, negras y servidas que pueden filtrarse a lo que quede del humedal.  Esto causa sobre crecimiento algas o vegetal que se llama eutrofización. Las especies de peces nativas e incluso endémicas pueden verse afectadas por la degradación del recurso hídrico". 

Agregó que estos procesos pueden propiciar los procesos de desertificación a raíz del desecamiento del pantano y pérdida de la flora y fauna. En períodos críticos, cuando haya pocas precipitaciones y las temperaturas, se van secando y compactándose. Según dijo esto puede disparar el riesgo de incendios forestales y afecta el suministro hídrico a otros cuerpos de agua afectando la agricultura, ganadería e incluso, a las comunidades locales.

En la página web del proyecto se logran ver prototipos de la estructura.

La construcción se da pese a que, según la Ley de Conservación en sus artículo 43, 44, 45, las actividades orientadas a interrumpir los ciclos naturales de los ecosistemas de humedal están prohibidas. Asimismo que puntualizan que la infraestructura se debe construir de manera que no dañen los dichos ecosistemas y que, de existir daños, deberá realizarse una evaluación de impacto ambiental.

Mientras que el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), a través del SINAC, tiene el deber de proteger los humedales estén o no creados por decreto o ley, independientemente de quién sea su propietario, y deberá velar por la conservación de los mismos.

Sinac solicitó la inscripción oficial del humedal al Sistema Nacional de Información Territorial desde marzo de 2022, sin embargo este trámite sigue en proceso.

La investigadora de la UNA recordó que sin importar si el humedal está registrado o no, todos tenemos la obligación de cuidar los humedales y que según el artículo 50 de la Constitución Política establece todas las personas tenemos el derecho a tener un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.

Detalló que las instituciones llamadas a la protección del ambiente son: el Ministerio de Ambiente y Energía, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación en sus 11 áreas de conservación, también tienen injerencia las Municipalidades, como gobiernos locales. También, el Ministerio de Salud tiene injerencia. En caso de denuncias podemos incorporar al Tribunal Ambiental Administrativo y a la sección de delitos ambientales del OIJ. Asimismo compartió que para denuncias ciudadanas se pueden hacer al teléfono 1192 o a la página web www.sitada.go.cr

Fotografía de los avances de la construcción en diciembre de 2022.

En Costa Rica cerca del 7 % del territorio es humedal y hay registrados al menos 350. El medio de comunicación especializado en temas de ambiente, Mongabay lo nombró como un ecosistema que está en peligro en el país, porque actividades como la ganadería, la agricultura extensiva y los canales de drenaje han puesto en riesgo a estos lugares, que son áreas cubiertas por agua, ya sea de forma natural o de forma permanente.

Destacaron que, según el Costa Rican wetlands vulnerability index (Índice de vulnerabilidad de los humedales en Costa Rica), tres de cada cinco de estos lugares tienen algún tipo de infraestructura que los afecta directa o indirectamente y cerca de la misma cantidad tienen vacas a sus alrededores.

Al respecto Piedra Castro dijo que muchos contaminantes en humedales ingresan al ambiente por la forma en que producimos y que son un riesgo para la salud ambiental y humana.

Debemos trabajar con los sectores productivos para sensibilizarlos sobre la importancia de los humedales, es fundamental que reconozcan que la protección a las cuencas hidrográficas debe preocuparnos a todos. El agua proveniente de arroyos, ríos, lagos y pantanos son fundamentales para el desarrollo de las actividades económicas y productivas. Que todos los usuarios, reconozcamos que el agua es un recurso limitado y que cualquier actividad que realicemos requiere de este preciado recurso. Siendo que la  escasez del agua nos afectan y debemos implementar esfuerzos de conservación conjunta". 

Delfino.cr intentó conocer la posición de los encargados del desarrollo inmobiliario, pero no obtuvo respuesta. Adicionalmente se consultó por el caso en la Municipalidad de Garabito y a la Setena, pero al cierre de esta nota no respondieron.