¿Gozará Joselyn Chacón Madrigal de una nueva inmunidad en caso de ser juramentada como diputada?

El día de ayer, avanzada la noche, Joselyn Chacón Madrigal renunció a su cargo como ministra de Salud. Explicó que tomó la decisión por motivos personales e indicó que “luego del fallecimiento de mi amada madre deseo disfrutar de mi familia alejada del escarnio público”. Tomando en cuenta que esa alta exposición mediática estaba destinada a continuar, especialmente ahora que la Asamblea Legislativa se planteaba discutir una moción de censura a la exministra, su decisión es comprensible.

Naturalmente y a pesar de los motivos personales aludidos, un movimiento de esta naturaleza, tratándose de una figura de tanto peso dentro de la actual administración, viene acompañado de todo tipo de especulaciones. En condiciones normales, ese tipo de ejercicios no trascienden las conversaciones de pasillo, pero en esta ocasión hay dos elementos que han puesto sobre la mesa una conversación no solo pertinente, sino oportuna para aclarar algunas dudas que existen en torno a la inmunidad parlamentaria.

¿Cuáles son esos dos elementos?

El primero es que Chacón fue candidata a diputada por el Partido Progreso Social Democrático (PPSD) en las pasadas elecciones, ocupando el quinto lugar por San José. Dado que el partido oficialista obtuvo cuatro diputaciones en la provincia josefina Chacón quedó “en banca”, lo que quiere decir que en caso de que alguna de esas cuatro personas deje de ocupar su cargo (en caso de renuncia o muerte, por ejemplo) ella sería la siguiente en fila para asumirlo. Ese dato es público y notorio y por ende harto conocido.

Ahora bien, difícilmente esa condición de “banca” resulta particularmente relevante, pues los casos de renuncias o fallecimientos en diputaciones son excepcionales. En la legislatura pasada, por ejemplo, sucedió en dos oportunidades. Primero, tras el lamentable fallecimiento del diputado Rodolfo Peña Flores (PUSC) por las secuelas de la COVID-19. Le sustituyó José María Guevara Navarrete, quien fue diputado menos de un año. Segundo, en un caso ameno y simpático, tras la renuncia de la diputada María Inés Solís Quirós (PUSC). El siguiente en la fila del PUSC, por la provincia de Alajuela, era Édgar Jovel Álvarez López, un camaleón político que había tenido mil afinidades partidarias y quien para ese entonces (febrero 2022) ya se había desvinculado del PUSC y sumado a las filas Rodriguistas. El PUSC movió cielo y tierra para impedir que llegar a la Asamblea como “primer diputado rodriguista” con una ficha rojiazul pero Dura Lex Sed Lex y el hombre fue juramentado como diputado “independiente” ese mismo mes. Sí, nuestra democracia está plagada de deficiencias.

Volvamos al Caso Chacón y al segundo elemento que ha dado pertinencia a esta discusión. Quienes han venido siguiendo esta trama desde que la exjerarca presentó su renuncia ayer en la noche claramente están al tanto de un tuit viral redactado por David Barrientos, periodista y director de La Hora Tica. Su mensaje, que ya acumula más de 100 mil reproducciones, dice: “Una fuente confidencial me indica que el diputado del PPSD Manuel Morales estaría renunciando pronto a su curul, y quien sigue en lista es Joselyn Chacón, quien acaba de renunciar a su cargo de Ministra. Montero sería nombrado Presidente del INS y Mónica Araya dejaría el cargo”.

Evidentemente, al tratarse de información no confirmada medios como el nuestro optan por no abordarla en su cobertura noticiosa. Tan es así que cuando el propio PPSD emitió ayer mismo un pronunciamiento aludiéndola (“La fracción no tiene conocimiento de ningún movimiento interno ni salida de ninguno de los diputados”) decidimos no publicar la noticia porque a) ni siquiera era una refutación clara y concreta y b) seguía siendo una referencia superficial a una información no confirmada.

Ahora bien. Evidentemente al tratarse de una eventual noticia de tanta trascendencia todos los medios de comunicación procurarán confirmar lo dicho por Barrientos acudiendo a distintas fuentes. Al momento de preparar este artículo la información no ha sido ni confirmada ni refutada por completo. Sin embargo, el propio Morales dejó entreabierta la posibilidad diciendo hoy a CR Hoy que “si me lo pide el presidente tendría que conversarlo con él”.

Lo que está claro es que este segundo elemento al que aludo, “madura” a otro tipo de discusión cuando se van sumando hechos que dan pie a pensar que en efecto, un eventual paso de Chacón a la Asamblea Legislativa tiene asidero más allá de la sola posibilidad. ¿Por qué? Porque ahora sabemos que ella misma, sin el menor de los reparos, lo dejó entrever el lunes, durante una reunión virtual que sostuvo con personal del CEN-Cinai de Esparza.

No tengo claro dónde se subió originalmente el video de esa reunión, lo cierto es que de alguna manera llegó a diversos medios, en cuenta El Observador, que lo publicaron. En el extracto que ya da vueltas por toda la web, se aprecia a Chacón lanzando una serie de severas advertencias al diputado Francisco Nicolás Alvarado (PLN). La ahora exministra, dijo:

Ahora me sale diciendo que tranquila que lo vemos en los tribunales, con mucho gusto y le cuento que las condiciones muy pronto van a cambiar y estaremos de tú a tú, y sepa que lleva alguien que le va a dar guerra”.

Hay diputados que los van a defender y hay aquí una... no voy a decir qué más... en este momento ministra de Salud, que también va a defenderlos a muerte”.

En otras palabras, si bien no se ha confirmado y si bien “todo puede pasar”, es claro y evidente que su llegada a la Asamblea Legislativa es mucho más que una posibilidad concreta. De ahí que muchas personas se hayan preguntado: ¿Podría pensarse que el objetivo de tal movida sería protegerse con la inmunidad parlamentaria?

La respuesta corta es no.

La respuesta larga es muy interesante.

Tipos de inmunidad en Costa Rica

Erróneamente se ha dado a entender que en su condición de ministra Chacón no gozaba de inmunidad. Eso es impreciso y quizá responda a una confusión de términos que esperamos aclarar de una vez por todas en este artículo. Como integrante de uno de los poderes supremos Chacón sí gozaba de la protección constitucional (artículo 121) que otorga el fuero de improcedibilidad penal (que, valga aclarar es irrenunciable).

Esto en resumen quiere decir que en principio no se le podía activar un proceso penal. Pero ojo: en principio. Porque sí existe un procedimiento que lo permite. El fuero puede ser levantado por la Asamblea Legislativa a solicitud de la Corte Suprema de Justicia si se alcanzan 38 votos a favor (dos terceras partes de las 57 diputaciones).

Así las cosas pasar del Ejecutivo al Legislativo no implicaría para Chacón un beneficio adicional en términos de evitar una acción penal en su contra porque ya gozaba de la protección (repito, irrenunciable) que otorga el fuero de improcedibilidad penal.

Ahora bien, lo que sí es cierto es que quien ocupa una curul en Costa Rica goza de protecciones adicionales a la improcedibilidad penal. Es decir, de entrada por el solo hecho de representar a la ciudadanía en la Asamblea Legislativa en efecto las personas diputadas no pueden ser arrestadas por causa civil o penal (artículo 110, Constitución Política). Pero a este fuero especial se suma la irresponsabilidad parlamentaria (artículo 110, Constitución Política) que se otorga únicamente a diputadas y diputados y que básicamente significa que no tienen responsabilidad ni civil ni penal por las opiniones que emitan en el ejercicio de su cargo.

Esa sí que sería una protección adicional a la que Chacón podría acceder en caso de asumir el cargo pero, como queda claro, la “inmunidad” (improcedibilidad penal) tal y como se le entiende en términos populares, ya la tenía. Y además la tenía en condición de “irrenunciable”, mientras que como legisladora sí está facultada a renunciar a ella en caso de que lo desee.

Es decir: lejos de “fortalecer” su inmunidad, la debilitó, pues puede quedar expuesta a presiones políticas mediáticas y civiles que le exijan dicha renuncia, mientras que como ministra de plano nadie podía solicitársela. Ojo, eso no implica que en dichas circunstancias estaría obligada a renunciar a la protección, pero sí que su caudal político se podría ver afectado en caso de no hacerlo.

Si bien es cierto, si asume como diputada, podría decir lo que quiera sin responsabilidad civil ni penal, también es verdad que la "inmunidad" (improcedibilidad penal) que ostentaba como ministra era más robusta. Así que si su deseo es pasar a trabajar como diputada la motivación definitivamente no debería pasar por ahí. De cualquier manera, recuérdese que tanto en condición de ministra como de diputada la Asamblea Legislativa puede (con 38 votos) levantarle la protección que tiene frente a un eventual proceso penal.

¿Qué terminará sucediendo? Por ahora no hay cómo saberlo, pero bien valga la oportunidad para repasar estos conceptos que una y otra vez tienden a confundirse.

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