El desarrollo de infraestructura sostenible, resiliente e inclusiva, representa una enorme oportunidad para que Costa Rica pueda avanzar en la Agenda 2030 y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero a la vez enfrenta importantes desafíos macro planeación, priorización, estudios de preinversión, coordinación interinstitucional, estrategia de implementación y programas de mantenimiento, así como los aspectos de gestión social, sostenibilidad y compatibilidad climática.

Según el Sustainable Development Report 2022, que produce la Universidad de Cambridge cada año, Costa Rica presenta un avance del 79,8% en la agenda de desarrollo sostenible, aun cuando los indicadores para el ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura), están por debajo del 50% de las metas previstas para 2030. El Índice de Competitividad Global 2021, publicado por el Foro Económico Mundial, también ubica a Costa Rica una posición desventajosa, en el puesto número 117 de un total de 141 países en el ranking mundial en materia de infraestructura. Estos indicadores, sumados a la experiencia real de las personas usuarias de infraestructura, demuestran que hay una gran oportunidad de mejora.

Para discutir estos desafíos, el Sistema de las Naciones Unidas en Costa Rica y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) organizamos recientemente unas jornadas de reflexión sobre cómo acelerar el avance en el ODS 9. Fue así que, durante dos días, más de 50 especialistas nacionales e internacionales participaron de 13 sesiones temáticas en torno a una pregunta específica. ¿Cómo acelerar el desarrollo de infraestructura en el país? A partir de la experiencia de entidades gubernamentales, agencias, fondos y programas del Sistema de las Naciones Unidas, cooperantes internacionales, representantes de la sociedad civil, academia y organizaciones de mujeres y jóvenes logramos consolidar un conjunto de recomendaciones y ejes clave para el futuro del ODS 9.

A continuación, comparto siete de los mensajes que nos dejó este espacio y que pueden ser claves para que Costa Rica pueda avanzar hacia la definición de una Política Nacional de Infraestructura con enfoque de aceleración y orientación de inclusión, resiliencia y sostenibilidad.

  1. Priorizar la escala de las estrategias de implementación: es necesario plantear soluciones con escala de tiempo y magnitud que permitan optimizar la inversión económica a través del análisis de contexto, tecnologías disponibles y opciones de implementación más allá de los cuatrienios de gestión gubernamental en áreas clave como mantenimiento de carreteras, desarrollo y rehabilitación de puentes, expansión de sistemas de agua y saneamiento, salud y, rehabilitación de escuelas, entre otros.
  2. Garantizar proyectos con compatibilidad climática: hoy más que nunca, en el contexto de la COP27, es necesario asegurar que los nuevos proyectos, aun cuando sean iniciativas postergadas, incorporen el estado del conocimiento “actualizado”, considerando, por ejemplo los más recientes hallazgos y advertencias del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), para asegurar soluciones que sean realmente compatibles con el clima y que consideren adecuadamente no solamente los escenarios históricos sino también las proyecciones de escenarios futuros.
  3. Poner en valor los activos de infraestructura: es indispensable realizar esfuerzos en torno al adecuado mantenimiento de los activos de infraestructura, incorporando no solamente los aspectos técnicos sino también considerando las dimensiones de cambio cultural necesario al interno de los distintos organismos con competencia en la materia, a fin de crear un plan de acción para una gestión de activos resiliente no solo en términos de adaptación climática, sino también en cuanto a la capacidad de respuesta al riesgo de desastres.
  4. Asegurar la adecuada gestión de datos abiertos: no basta con la inversión en equipamiento y generación de datos digitales, sino que es necesario asegurar su accesibilidad integralidad por todos los actores involucrados en el desarrollo de infraestructura sostenible y resiliente, considerando desde luego la actualización de normas y regulaciones.
  5. Asegurar la información y participación a todos los niveles: es recomendable que el ciclo de diagnóstico, planificación e implementación de infraestructura se realice mediante un abordaje informativo y participativo adecuado, que permita comprender las características de cada comunidad y responder a sus necesidades económicas, sociales y culturales, con perspectiva interseccional de género, diversidad e inclusión.
  6. Optimizar los mecanismos de gobernanza: es necesario optimizar los mecanismos de gobernanza en la gestión de infraestructura, lo cual tiene implicancias normativas y regulatorias, pero también aspectos inherentes a la mejor articulación inter-institucional.
  7. Promover la integración de saberes y perspectivas: es urgente integrar saberes y enfoques basados en las capacidades ya existentes en el país, no solamente en términos académicos, sino también incluyendo experiencias sectoriales, perspectivas culturales que reflejen la diversidad como riqueza inherente al país, así como la implementación de posibles soluciones a través de un enfoque que incluya la voz de las personas en el territorio, con un enfoque multidimensional, a fin de no dejar a nadie atrás. mejora de marcos contractuales, desarrollo de carteles licitatorios más robustos, entrenamiento y especialización de tomadores de decisiones en todos los niveles, desarrollo de estrategias de digitalización con tableros de control y aplicaciones orientadas a una mejora de calidad del proceso de toma de decisiones.

El desarrollo de infraestructura en Costa Rica se encuentra contemplado en el nuevo Marco de Cooperación de la ONU con Costa Rica para el periodo 2023-2027, a través de dos soluciones sistémicas muy concretas: Infraestructura sostenible, centrada en las personas y Cierre de brechas en infraestructura (3.3.4), en ambos casos s con un enfoque de gestión pública justa y equitativa.

Va siendo la hora de permitir que Costa Rica impulse una nueva generación de proyectos que sin duda reactivarán la economía, pero al mismo tiempo le permitan alcanzar una mayor competitividad internacional, capitalizando sus fortalezas en materia de conservación pero al mismo tiempo disminuyendo la pobreza y mejorando la equidad en la distribución de la riqueza, para no dejar a nadie atrás.

Para conocer las conclusiones del evento puede acceder aquí.

Para conocer más sobre el Marco de Cooperación de Naciones Unidas con Costa Rica aquí.

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