Los primeros resultados de un plan piloto desarrollado por el Tecnológico de Costa Rica (TEC) y la Cooperación alemana para el desarrollo – GIZ –, revelaron que los costos de operación de vehículo eléctrico de carga liviana pueden ser entre tres y cinco veces menores que de los de los que operan con combustibles fósiles.

El pilotaje consistió en comparar el rendimiento del vehículo eléctrico que el TEC les cedió en condición de préstamo con respecto a las flotillas de carga ligera de las empresas Coope Tarrazú, MultiFRIO y FORTECH.

En las pruebas los investigadores notaron que durante los recorridos no se presentaron inconvenientes de disponibilidad de estaciones de recarga a pesar de que hubo rutas de hasta 494 km. El medio de transporte eléctrico logró subir pendientes de hasta 27% con 500 kg de carga, esto ocurrió en la ruta que va de el Llano Los Ángeles a San Cristóbal Norte.

Con una carga de 750 kg el vehículo eléctrico alcanzó una autonomía de 240 km y terminó el recorrido con un 20% de batería restante.

Una de las conclusiones que destacan es que las empresas interesadas en la movilidad eléctrica deben evaluar las distancias que recorren en sus operaciones: mientras más kilómetros recorridos por año, mayor será el beneficio al incorporar vehículos eléctricos.

De acuerdo con el Ingeniero y coordinador del Laboratorio de Investigación en Vehículos Eléctricos (LIVE) del TEC, Sergio Morales, los resultados confirman la gran importancia de migrar a tecnologías verdes.

Con este proyecto se tendrá información validada respecto al rendimiento de un vehículo eléctrico de carga liviana en Costa Rica, aportando así al Plan Nacional de Descarbonización en su Eje 3, Transporte y Movilidad Sostenible".

El TEC continuará haciendo análisis con el vehículo eléctrico de carga liviana a fin de generar más datos científicos que sean de utilidad para los tomadores de decisiones.

Principal contribuyente en las emisiones de gases de efecto invernadero

De acuerdo con el anuario de Riteve 2020, el país cuenta con una flotilla de carga liviana (diésel-gasolina) que llega a los 171.064 vehículos, de los cuáles solo cinco eran en ese entonces eléctricos.

Como parte del Plan Nacional de Descarbonización Costa Rica espera tener 100.000 vehículos eléctricos en circulación en el 2023, pero a noviembre de 2021 apenas se contaba con 2377.

Según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (INGEI), desarrollado por el Instituto Meteorológico Nacional (IMN)  con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el transporte genera el 42% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Costa Rica, y es el principal aportador al sector sector energía que es el más contribuye en esta casilla.

El sector energía pasó de representar 35,3% en 1990 a un 55,3% en 2016. El transporte inclina el aumento de las emisiones: representa un 75,4% del total del sector energía. La directora de Cambio Climático, Patricia Campos Mesén, aseguró: 

La ciencia muestra la necesidad de reducir emisiones en el sector energía y, en particular, en el transporte. Costa Rica ya tiene un Plan Nacional de Descarbonización detallado, que plantea los pasos clave para transformar el sector energía y alcanzar las cero emisiones netas”.

Transporte sostenible con incentivos

Costa Rica cuenta con la Ley de Incentivos para el Transporte Eléctrico desde enero de 2018. La legislación pretende abrir el camino para facilitar la compra de vehículos eléctricos a través de la implementación incentivos, y exoneraciones de impuestos a la hora de adquirir un auto eléctrico. La ley permite que se exoneren de tres impuestos: ventas, el selectivo de consumo y el de valor aduanero, según correspondan los precios de cada uno.

Con el objetivo de ampliar los alcances de la jurisprudencia, la diputada del Partido Liberación Nacional, Karine Niño Gutiérrez, presentó en octubre de 2021 el proyecto de ley 22.713, que reforma la Ley 9518 y la transforma en la Ley De Incentivos y Promoción para el Transporte Sostenible.

Niño Gutiérrez busca ampliar el concepto de vehículos eléctricos a vehículos sostenibles. Esta definición abarca a todos los vehículos que no son impulsados con mecanismos que utilicen 100% combustibles fósiles o combustibles fósiles mezclados con añadidos o aditamentos para su combustión.

La liberacionista propone que los vehículos sostenibles se subdividirán en:

  1. Vehículos impulsados con tecnologías o energías limpias (cero emisiones), los cuales tendrán incentivos por un periodo de tiempo más amplio, respondiendo a las metas establecidas por el país en el marco del Acuerdo de París, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Plan de Descarbonización.
  2. Vehículos impulsados con tecnologías o energías más limpias: híbridos eléctricos, híbridos enchufables y cualquier otra tecnología que emita menos emisiones, los cuales tendrán incentivos por un periodo de tiempo más corto, para ser utilizados como vehículos de transición y sacar de circulación a los vehículos impulsados exclusivamente con combustibles fósiles.

Adicionalmente, para el transporte público, propone la necesidad de estudios previos que demuestren la viabilidad técnica y financiera para el reemplazo de la flota de autobuses. El proyecto de ley, que se encuentra aún en la Comisión de Asuntos Económicos, insta a ampliar significativamente la flota vehicular sostenible con el medio ambiente.