Proyectar una imagen de hombre fuerte que se "come la bronca" como lo dice su eslogan y su forma de reaccionar a los señalamientos sobre acoso sexual, pudieron ser las principales causas que posicionaron a Rodrigo Chaves Robles en el segundo lugar de las elecciones presidenciales con un 16,70 % de los votos válidos (305.157 votos con el 88% de las mesas escrutados).

Según el politólogo e investigador del Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (Idespo-UNA), José Andrés Díaz, los cuestionamientos hechos de las denuncias y sanciones que tiene Chaves Robles por acoso sexual, habrían resultado contraproducentes. En las entrevistas hechas por los medios de comunicación donde se tocó el tema, el candidato fue evasivo y lo minimizó. 

Por su parte, en los debates incluso recibió bien los comentarios de sus rivales y los utilizó para dar a entender que él enfrentó eso y que salió fortalecido.

En los últimos debates en los que parte de la percepción es que fueron los demás candidatos contra él, eso pudo haberlo fortalecido entre el electorado que lo terminó apoyando "si todos lo atacan es porque es diferente". Viene de afuera, no es tradicional y con discurso políticamente incorrecto que a un segmento del electorado le puede parecer atractivo". 

Un ejemplo de ello fue cuando en el debate de canal 7, Chaves aceptó haberle hablado de una orgía con animales a subalterna aduciendo que era un chiste y aduciendo que su comportamiento pudo ser malinterpretado pero “así somos los ticos”.

Otro punto a favor para el candidato del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), fue representarse como un "outsider" de la política costarricense. Es decir, una figura que no tiene asociaciones con los grupos políticos tradicionales de Costa Rica y que propone "orden en las finanzas a como dé lugar".

Hemos visto que Costa Rica ha pasado por problemas de gobernabilidad y gobernanza muy fuertes en los últimos 20 0 30 años, y este tipo de figuras con discursos de que puedo resolverlo todo es atractivo para un segmento de la población, necesario para alcanzar una segunda ronda".  

La fragmentación electoral y el abstencionismo también jugaron a su favor. Si bien logró el segundo lugar, los votos que obtuvo (305 157) representan apenas a cerca de un 8,5% de todo el electorado (3 541 908 personas) y un 6% de la población nacional (5.069.929).

A la caza de votos

Tanto Chaves como el candidato del partido Liberación Nacional (PLN), José María Figueres, se tendrán que ver las caras el próximo domingo 3 de abril en la segunda ronda. Tal razón obliga a las candidaturas a buscar alianzas con otros partidos y a atraer al  75% del padrón que prefirió otra opción o ni siquiera decidió ir a las urnas.

Según Díaz, en Costa Rica no existe una cultura política de coaliciones, pese a que se ha tratado de hacer en los últimos dos gobiernos y no han sido estables.

Quizá Liberación tiene ciertas ventajas porque es un partido consolidado que tiene ciertos cuadros con los cuales gobernar y que más fácilmente podría tener apoyo de ciertos grupos económicos y sociales". 

El politólogo dice que al representante del PPSD le podría salir caro esa representación de "outsider" porque si viene con el discurso de que "soy de afuera y soy diferente a ordena la casa", ahora va a necesitar a esos que señala de haber generado problemas del país, para completar el equipo de gobierno.

Sin embargo, recuerda que:

El votante costarricense tiene bastante autonomía partidaria, lo pudimos ver en las elecciones pasadas donde un buen sector de la unidad social cristiana y de liberación nacional dieron su apoyo a Fabricio Alvarado, pero muchos de esos votos no se fueron hacía él, entonces eventualmente podríamos tener la misma situación. Que los partidos y sus cúpulas logren alianzas, no es una garantía de que el electorado vaya a apoyarles". 

Falta de propuesta y abandono = Abstencionismo 

En cuanto al abstencionismo, Díaz recalca que los estudios del Idespo mostraron que a inicios de enero del 2022 cerca del 49% del electorado no había decidido por quién votar. De este grupo, más del 50% se identificaba como “indiferente”, es decir, no había pensado todavía por cuál candidato/a votar.

Esta situación ayuda a explicar el aumento del abstencionismo (cerca del 40%), ya que un grupo de personas que estuvieron indecisas durante toda la campaña finalmente no acuden a las urnas, posiblemente porque no encuentran una opción política con la cual identificarse”. 

El último corte del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) señala que el abstencionismo más alto predomina en las provincias costeras en siguiente orden:

  • Puntarenas: 50,84 %
  • Limón: 48,86%
  • Guanacaste: 48,37%

Situación que responde a dos situaciones para el investigador del Idespo:

  1. Que estas son las zonas más abandonadas, donde las personas viven en mayores condiciones de pobreza, mayor desencanto a la política electoral y eso hace que la personas se desinteresen. Las difíciles condiciones de vida y las condiciones de pobreza que viven algunas personas, les dificulta tener tiempo para la consumir información y analizar los temas de política, y posteriormente los lleva a no tomar decisión. Ven la política como algo externo o ajeno a la realidad.
  2. Los partidos han hecho poco o nada para tratar de llegarle a esas poblaciones. Tanto en sus propuestas de campaña o en sus acciones de gobierno, como para la formación de bases. Los partidos están careciendo de bases territoriales y ahí se les está pasando la factura en estos procesos electorales.