A pesar de que en los últimos años la participación de las mujeres en el mercado laboral y la vida política ha incrementado significativamente, los estereotipos de género aún persisten en algunas sociedades, lo que dificulta su pleno desarrollo profesional y personal.

Su incursión al mercado laboral representa la puerta a la igualdad, por lo que las empresas juegan un papel fundamental en la creación de iniciativas y programas orientados al empoderamiento personal y profesional de las mujeres.

A decir de David Malpass, presidente del Banco Mundial, las mujeres deben ser incluidas completamente en las economías para que los países consigan mejores resultados de desarrollo. Sin embargo, el más reciente Índice de Brecha de Género Mundial indica que la paridad de género actual es del 68% y si el problema no se soluciona rápido, se necesitarán al menos 133 años para lograr la igualdad universal entre hombres y mujeres.

En este esfuerzo conjunto por impulsar un desarrollo más equitativo y visibilizar la contribución de las mujeres en el ámbito laboral, Great Place to Work publicó su ranking de “Mejores Lugares para Trabajar para Mujeres” en Centroamérica y el Caribe, compuesto por 40 organizaciones que están siendo un factor de cambio para garantizar espacios de trabajo inclusivos y equitativos.

La demografía de este esfuerzo muestra que las organizaciones mejor calificadas provienen en mayor proporción de Costa Rica (28%). Le siguen en orden descendente: Guatemala (18%), República Dominicana (13%), El Salvador (11%) y Panamá (11%); lo que confirma que en la región se están haciendo esfuerzos para asegurar la calidad del ambiente laboral y las oportunidades de empleo para las mujeres.

En 2019, lanzamos una iniciativa con la que se ha conseguido formar una red de apoyo y mentoría para que las mujeres sean inspiradas por otras a alcanzar un crecimiento profesional. Asimismo, se esfuerza por mejorar la promoción del personal femenino en puestos de responsabilidad en todos los países donde tiene operaciones.

A medida que avanzamos en fomentar una cultura laboral sensible al género, tenemos un impacto positivo en el desarrollo empresarial que, a su vez, está ligado al crecimiento y desarrollo sostenible de la economía de los países. Por ello, es importante impulsar a que más mujeres se vuelvan igual de protagonistas que los hombres; eliminando las trabas que tienen en sus carreras para garantizar su libre y pleno crecimiento profesional y personal.

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