Una cosa es que el Programa Estado de la Nación (PEN) nos diga en su octavo Informe del Estado de la Educación que los estudiantes nacionales están afrontando un "apagón educativo" este 2021 y que la pandemia ha generado una nueva forma de exclusión al sistema, y otra cosa es que dos estudiantes se lo digan de frente y ejemplificado a los diputados, como sucedió este miércoles en la Asamblea Legislativa.

Y es que el día de hoy, durante la sesión del Plenario, dos colegiales reclamaron a los legisladores la falta de respuesta ante la crisis ocasionada, no solo por la pandemia, si no también por rezagos educativos que el país lleva arrastrando desde hace años en la materia.

Los estudiantes que acudieron a Cuesta de Moras esta tarde fueron Brandy Herra Gómez, de 17 años, y quien es alumna del Liceo de La Virgen de Sarapiquí y además forma parte del Consejo Participativo de Niños, Niñas y Adolescentes del cantón; y David Granados Fallas, estudiante de sétimo año del Colegio Técnico Profesional de San Pablo de León Cortés.

Ambos fueron invitados a participar en el Plenario, en el marco del Día del Niño, la Niña y los Adolescentes que se celebra en el país el día de mañana, 9 de setiembre.

Durante la intervención de Herra, la colegial señaló, desde su propia experiencia, lo que el PEN definió la semana pasada como una nueva forma de exclusión educativa, pues aseguró que debido a la zona en que se ubica su vivienda, no tiene acceso a Internet para conectarse a sus clases virtuales:

Desde que empezó la pandemia, el MEP ha dado su mayor esfuerzo para atender la emergencia pero no se puede cubrir todo y los estudiantes ya no estamos aprendiendo como antes. Por mi parte, al no contar con conexión a Internet porque en la zona en la que vivo no llega ninguna empresa que ofrezca el servicio, el año pasado pasé muchas dificultades a la hora de realizar las guías, ya que estas estaban destinadas solamente a estudiantes de escenario virtual y por eso muchas veces pasé dificultades para poderme conectar o para buscar la forma de recargar, ya que el lugar más cercano está a 3 kilómetros de donde vivo. Esto se dificulta más si pensamos que la situación económica de muchas familias no es la mejor".

Según los datos del Estado de la Educación, en el año 2020 mientras que el 78% de las personas estudiantes de 5 a 18 años, pertenecientes al quintil de mayor ingreso, tenían acceso a una buena conectividad, entre los del primer quintil ese porcentaje se reducía al 40%, mientras que otro 40% solo tenía conexión a Internet por celular. A su vez, un 13% no tenía ningún tipo de conexión.

Lo anterior, señalaron los investigadores, incrementó las brechas entre la educación pública y privada debido a que el 99% de la población estudiantil proveniente de estos hogares más desconectados asiste a los centros educativos públicos.

El ala territorial también tuvo un componente de afectación en esta vía: en la Región Central, el informe señala que cerca del 64% de la población de 5 a 18 años, que asiste a la educación formal, tenía conexión a internet de buena calidad (por fibra óptica o cable coaxial); mientras que en regiones como la Brunca, Huetar Caribe y Huetar Norte, entre el 49% y el 54% tiene conexión por medio del teléfono celular, como es el caso de Brandy.

Por ello y según agregó la estudiante:

Se cree que por ser menores de edad no tenemos preocupaciones pero yo puedo dar testimonio de un ataque de ansiedad por no lograr comprender un tema estando a distancia. Creo que de haber tenido una mejor información, en ese momento no lo habría pasado tan mal (...) Vivimos en una sociedad conectada tecnológicamente y, aún más en época de pandemia, se debe de tener en cuenta que no todos contamos con conexión a Internet o en redes sociales y de tenerlas, no sabríamos en donde buscar. Esto visualiza la importancia de la información de modo presencial".

La colegial hizo un llamado también a que se habiliten más espacios de participación para jóvenes y a que se agreguen al currículo educativo temáticas como la educación financiera, el emprendedurismo, la educación ambiental y la psicología, a fin de apoyar al estudiantado en su formación a futuro.

Además, hizo un llamado directo a los legisladores para que avancen con el proyecto de Ley de Alfabetización Digital para solventar los retos de la nueva normalidad:

El año pasado cuando participé en las mesas de diálogo de la Zona Norte, me llamó la atención el caso de un niño que expresó que para él la virtualidad le ayudó grandemente, ya que para poder ir a la escuela, antes tenía que caminar tres kilómetros para tomar el bus que lo llevara a él a esta. Esto sin duda genera un punto importante a considerar ya que como él, hay muchos casos como los estudiantes de colegios nocturnos que trabajan o los que son padres o madres; aunque claro, la falta de conocimientos tecnológicos se nota enormemente. De ahí la importancia de proyectos como el de Alfabetización Digital que actualmente se discute en esta Asamblea".

La colegial aprovechó, además, para recriminar la cláusula de objeción de conciencia que está presente en el proyecto de Ley Marco de Empleo Público, y cuestionó cómo esta legislación afectaría los protocolos antidiscriminación en los centros educativos:

Hace poco conocí el artículo de objeción de conciencia incluido en la propuesta de Ley Marco de Empleo Público y me preocupa como puede impactar ese artículo a las y los estudiantes. Por ejemplo ¿podrían negarse los docentes y funcionarios a capacitarse en la aplicación del protocolo anti bullying a las personas de la comunidad LGBTIQ+? Este y otros protocolos son de reciente creación".

Para escuchar los discursos completos de Herra y de Granados, pueden ingresar aquí: