El rol de los perros en la historia moderna ha sido fundamental. Su aporte en temas sociales, culturales, religiosos, de ocio, salud y trabajo no solo es notorio sino también muy importante. Desde el proceso de domesticación, que se produjo hace miles de años, perros y humanos hemos convivido y nos hemos apoyado de maneras muy diversas.

Esta convivencia inició hace alrededor de 23 mil años en la zona de Siberia, de acuerdo con un estudio publicado en febrero de este año por la revista estadounidense PNAS. Este proceso, que seguramente tomó varios miles de años, se apoyó en factores ambientales, culturales y biológicos, que permitieron la transformación de los lobos (Canis lupus lupus) en las diferentes razas de perros (Canis lupus familiaris) que conocemos hoy día.

Relaciones y aportes

La relación simbiótica entre el hombre y los canes siempre ha sido fuerte. Es posible que inicialmente se basara en el comensalismo (una de las especies obtiene un beneficio y la otra no se ve afectada) pero sin duda se transformó en la relación de mutualismo (ambas especias obtienen un beneficio) que existe actualmente.

El vínculo entre el hombre y el perro incluso ha desarrollado un campo de estudio propio: los llamados Estudios Humano Animales, que analizan la relación humano animal como una construcción social y estudian las interrelaciones culturales y sociales de los animales.

Los perros han sido protagonistas de libros, películas y series televisivas, y han destacado por su aporte a la humanidad. Por ejemplo, en la década de los veinte del siglo pasado, Balto y algunos otros perros transportaron medicinas para tratar la difteria en Alaska. Décadas después, la perra Laika fue el primer ser vivo que viajó al espacio, cuatro años antes de que lo hiciera el cosmonauta Yuri Gagarin y en México, una perra de raza labrador, llamada Frida, en sus años de rescatista ayudó a encontrar con vida a más de 12 personas.

De igual manera los perros de servicio desempeñan un papel fundamental en nuestras vidas; tanto aquellos que ayudan a personas no videntes o con limitaciones visuales como los que colaboran con el control de drogas en aduanas y aeropuertos entre otros.

Como si esto fuera poco, los perros también curan. Son excelentes antidepresivos con cuatro patas y narices húmedas, muy efectivos en el combate contra la depresión, el estrés, la ansiedad y los problemas de concentración. Algunas personas aseguran, incluso, que curan el alma.

Cada vez es más frecuente escuchar sobre las terapias motivacionales que, en diversas partes del mundo, se llevan a cabo en asilos de ancianos, instituciones psiquiátricas y centros médicos. Establecer vínculos emocionales con un animal como el perro permite obtener beneficios terapéuticos que ayudan a tratar condiciones psicológicas y enfermedades como el Alzheimer. Las terapias asistidas con animales reducen la sensación de soledad y aumentan el sentido de responsabilidad. Además, ciertos tratamientos utilizan perros para ayudar a los pacientes a interactuar con otras personas y obtener seguridad.

En el trabajo

Desde hace algunos años, distintas empresas han empezado a disponer de oficinas dog friendly, lo que ha permitido a sus trabajadores ser más productivos, ya que al contar con la compañía de sus mascotas reducen el estrés e incluso comparten más entre compañeros. Los resultados de este tipo de iniciativas en países como España indican que otro beneficio es el aumento de actividad física, lo que supone un efecto positivo para la salud.

Actualmente, la pandemia por el COVID-19 ha fomentado en muchas empresas el uso de teletrabajo, lo que hace que dueños de mascotas pasen más tiempo con ellas. Cuando regresemos a la normalidad, seguramente muchas de esas empresas volverán al modelo presencial, lo que a su vez hará que sus trabajadores extrañen los beneficios que brindaba la compañía de los perros. Esto haría posible que se considere la posibilidad de habilitar oficinas dog friendly, adoptando la práctica que ya existe en otras latitudes.

¿Llevaría a su perro al trabajo? ¿Ha considerado la posibilidad de emprender un viaje de apoyo mutuo con un amigo de cuatro patas, que le ofrecerá a su vida mucho más que ladridos? Así podría disfrutar del hermoso vínculo que se ha mantenido a través de milenos con “nuestro histórico mejor amigo”. Por otra parte, si lo suyo son los gatos, bueno… ese es otro gran tema.

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