La escritora Isabel Allende considera que cualquier mujer necesita del humor para sobrevivir al patriarcado. Creo que por eso recurrimos al Instagram, anticipadas a perder tiempo y pasar el rato. Oportuno en estos días en que los medios de comunicación no han dejado de documentar la “maravillosa” boda del multimillonario Jeff Bezos y su ahora esposa Lauren Sánchez. Excentricidad de acaudalados.

Es un tema que me importa poco. Algo totalmente lejano a mí inmediatez. Sin embargo, me queda un mal sabor de boca. La poca modestia de la pareja Bezos al exhibir su gran fortuna y hacer de su casamiento todo un espectáculo. Este evento logró paralizar la ciudad entera de Venecia por varios días, pese a las protestas de cientos de personas que salieron a las calles a defender su ciudad. En algunos video se escucha decir “ellos tendrán el dinero pero la ciudad es de todos, nuestra ciudad no es un parque temático o un salón de bodas”. De igual manera la boda se consumó. Justo lo que hacía falta para demostrarle al mundo que el dinero manda y son muy pocos los invitados a la mesa.

Escribo esto porque creo que la sociedad se ha tomado dos cosas muy en serio. Primero, el patriarcado. Son cada vez son más los hombres acaudalados, multimillonarios y en puestos de poder por encima que las mujeres. Las mujeres seguimos ganando menos que los hombres. Es una brecha salarial entre hombres y mujeres que impacta al mundo.

Según un informe de ONU Mujeres. Las mujeres realizamos trabajos por cuenta ajena que están asociados a los trabajos de cuidados y estos trabajos se encuentran fuertemente feminizados.

La sociedad patriarcal, que percibe estos trabajos como asociados a la dedicación, el amor, la vocación y la entrega, entendidas como la antítesis del dinero, y por ello son menos remunerados”.

Pese a que las mujeres obtienen mejores resultados académicos a nivel escolar y universitario que los hombres. Lamentablemente, las mujeres negocian menos su salario y aceptan con más facilidad lo que se les ofrece. Se me ocurre que quizá con esas cantidades de dinero en manos de mujeres sería empleado en otras maneras como lo ha hecho hasta ahora le ex esposa del mismo Jeff Bezos, MacKenzie Scott, la mujer más filantrópica de nuestra era. Quien ha donado a diferentes causas benéficas unos 16.500 millones de dólares de la fortuna que adquirió tras divorciarse del fundador de Amazon.

Segundo, todo parece ser un circo. Los medios de comunicación nos ocupan con anécdotas sobre el casamiento y las celebridades que se asomaron al evento social “más importante” del año. El circo es real pero también lo es la guerra en Medio Oriente, una situación humanitaria que cala hondo.

Según datos de Amnistía Internacional la cifra total de personas asesinadas por fuego israelí desde que iniciaron las hostilidades (el 7 de octubre de 2023 tras el ataque de Hamás a Israel) ya asciende a más de 55.000. Mientras que Irán elevó la cifra oficial de muertos en su guerra con Israel cuando medios oficiales reportaron que 935 personas murieron en el territorio iraní durante el conflicto de los últimos días y cada día que pasa se pierden más vidas y se agrava la situación.

Realmente sí importa que uno de los hombres más ricos del planeta, con un capital que desborda la realidad de los que cohabitamos, una su vida en matrimonio de esa manera. Importa porque invita a la reflexión. Hoy se han tomado una ciudad, mañana puede ser un país, una costa, una franja de tierra.

Un circo en donde los ricos son cada vez más irresponsables con el consumo sostenible. Recordemos las palabras del poeta Robert Frost “una sociedad civilizada es aquella que tolera la excentricidad hasta el punto de la dudosa cordura”. Así como oportuno también es evocar la hermosa interpretación de Mercedes Sosa con las siguientes estrofas:

…Solo le pido a Dios
Que el dolor no me sea indiferente
Que la reseca muerte no me encuentre
Vacía y sola sin haber hecho lo suficiente

Solo le pido a Dios
Que lo injusto no me sea indiferente
Que no me abofeteen la otra mejilla
Después que una garra me arañó esta suerte

Solo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente…

Por lo pronto y mientras reflexionamos con nuestro móvil en mano, los invito a firmar esta petición de Amnistía Internacional para exigir un alto al fuego.

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