Puerto Viejo se encuentra en el municipio de Talamanca, que, de los 82 cantones de Costa Rica, ocupa el lugar 81 en el ranking de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. En ese cantón la riqueza natural de la comunidad y su océano contrasta con la pobreza, las limitadas oportunidades y la penetración del crimen organizado y el narcotráfico.

Para 31 personas jóvenes, ser Embajadores y Embajadoras del Mar representa una oportunidad para superar las adversidades y encontrarle sentido a la vida en medio de las dificultades y amenazas que viven.

A través de un convenio entre el Centro de Buceo y Naciones Unidas, con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), la generación de jóvenes recibe apoyo continuo en su capacitación de técnicas de buceo, identificación, monitoreo y restauración de corales, campañas de limpieza de playas y emprendimientos juveniles.

Como parte de la celebración del día mundial de los océanos, Naciones Unidas Costa Rica presenta la historia de Róger Colomar, una de esas 31 personas.

Era tan solo un niño y estaba muy nervioso, sentía mariposas en su estómago. La brisa marina le golpeaba la cara y su vida estaba a punto de cambiar para siempre. Intentó calmarse conforme la lancha se adentraba en el mar.

Luego de algunos minutos, el motor se detuvo y recibió la señal de su tío. Se sumergió en el agua por primera vez en su vida y por unos segundos, vio un mundo totalmente nuevo para él.

Una especie de jardín celestial, de tierra prometida bajo el agua, que danzaba entre peces multicolores, algas y corales vivos, que cantaban melodías de color turquesa"

Si bien Róger, luego de 12 años, sigue experimentando las mismas sensaciones cuando se sumerge bajo el agua tibia del Caribe: emoción, alegría, asombro y felicidad absoluta, hay un sentimiento mayor que le mueve hoy en día: la responsabilidad de proteger su amado mar.

Él sigue siendo parte del Centro Comunitario de Buceo Embajadores del Mar y pasa sus días apoyando investigaciones y proyectos de conservación de playas y corales marinos, aun cuando deba trabajar por la noche en un bar de Puerto Viejo para ayudar a su abuela a mantener el hogar.

Las y los jóvenes participantes del proyecto coinciden en que conectarse con el mar es una forma bonita de tener un propósito en la vida y alejarse de los peligros que enfrentan en el día a día. UNOPS Costa Rica/Carla Soto

El futuro empieza hoy

El programa de UNOPS busca fortalecerse a sus integrantes como personas y líderes comunales con el único propósito de continuar con la tarea de la protección de los arrecifes, su futuro y el de su comunidad.

Durante muchos años la costa de Puerto Viejo se ha visto gravemente afectada por la falta de tratamiento de aguas residuales. Por eso el Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA), junto con la UNOPS, comenzó a construir en 2020 el nuevo alcantarillado sanitario y planta de tratamiento de aguas residuales que permitirá reducir las fuentes de contaminación del arrecife.

Ese mismo arrecife que Róger, su compañero Anumí Sassaroli y de más colegas han propuesto salvar.

Una vez que la planta de tratamiento esté funcionando, las personas también necesitarán saber que no pueden tirar basura ni residuos al mar, que no deben pisar los corales, que debemos conservar el arrecife, sino no servirá de nada todo este esfuerzo”, explica Sassaroli sobre el rol que las personas jóvenes del Centro de Buceo.

Indican que la tarea no será nada fácil si consideran que muchas personas en la comunidad aún no le dan el valor a la protección del mar, pues su mayor preocupación es el sobrevivir en el día a día con las pocas oportunidades y un limitado acceso a la educación ambiental. Al respecto AyA y UNOPS, fortalecen y capacitan a las y los jóvenes de la comunidad.

La coordinadora residente de ONU en Costa Rica, Allegra Baiocchi, destacó:

Sueñan con ser instructores profesionales de buceo, montar sus negocios relacionados con esta actividad y continuar preservando la riqueza natural del lugar. Es impresionante sentir su alegría y pasión por la protección del océano."

El Día Mundial de los Océanos se celebra cada 8 junio y busca informar sobre el impacto de los humanos en el océano, desarrollar un movimiento mundial de ciudadanos por el océano y movilizar y unir a la población mundial en un proyecto para la gestión sostenible de los océanos.

Por su parte, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, recordó que mientras el planeta lucha contra la pandemia de COVID-19, la crisis climática y las agresiones humanas contra los océanos y los mares, hay más de 3000 millones de personas que dependen de los recursos marinos para subsistir, la gran mayoría de ellas viviendo en países en desarrollo.

En su mensaje, Guterres indicó que los mares del planeta “se ahogan con desechos plásticos” y que la sobrepesca provoca pérdidas de casi 90.000 millones de dólares en beneficios netos que son fundamentales para la supervivencia de las empresas pesqueras a pequeña escala.