En el marco de su 105 aniversario, la institución organizó una jornada de voluntariado ambiental en una de las zonas más contaminadas del país.

La Sociedad de Seguros de Vida conmemoró su 105 aniversario con una jornada de voluntariado ambiental en playa Guacalillo, afectada por la contaminación del río Grande de Tárcoles.

La actividad reunió a trabajadores de la institución, personas trabajadoras del sector educativo provenientes de diversas partes del país, así como colaboradores de entidades hermanas del magisterio. En conjunto, recolectaron 375.5 kilogramos de residuos sólidos, entre ellos 189.9 kg de plásticos valorizables, 185.6 kg de residuos no valorizables y 12 llantas. Todo el material fue clasificado y entregado para su correcta disposición.

Ana Gabriela Soto, gestora ambiental de la Sociedad de Seguros de Vida, detalló:

La verdadera solución comienza en nuestros hogares. Durante años hemos trabajado en la educación ambiental con nuestros colaboradores y asociados, y esta fue una oportunidad invaluable para llevar ese aprendizaje a la acción. Más allá de limpiar, buscamos generar conciencia sobre la necesidad de reducir el uso de plásticos desde la raíz, en nuestros hábitos diarios. Lo más importante es que cada participante pudo llevarse esa semillita de pensamiento verde a su hogar, donde realmente empieza el cambio. Agradecemos profundamente a todas las personas que se sumaron a esta jornada; su compromiso y energía hacen posible un impacto real”.

La limpieza fue organizada en coordinación con Fundecor y contó con el respaldo de la Municipalidad de Garabito, que se encargará del tratamiento adecuado de los residuos recolectados. Los plásticos serán transformados en madera plástica, un material utilizado para construir estructuras accesibles, como muelles para personas con discapacidad en playas y parques nacionales.

“Más allá de la cantidad de residuos recolectados, lo verdaderamente valioso es el impacto que generamos en la conciencia y los hábitos de quienes participamos. Aunque la cantidad de desechos evitados es solo una pequeña fracción, sembramos una semilla de cambio que puede transformar nuestra relación con el consumo y el ambiente”, concluyó Soto.