Juan Rafael Mora Porras, es uno de los personajes más reconocidos y sin duda más importantes de la historia costarricense. A su lado, el General José María Cañas Escamilla, quienes nos guiaron como país a la victoria sobre los filibusteros encabezados por William Walker y sobre quienes ayer se hizo referencia en el discurso del señor presidente Carlos Alvarado Quesada.

El discurso del presidente me impulsó a escribir estas líneas, pues su atrevimiento fue grande y ambicioso. "No hay una salida sencilla" dijo hoy don Carlos Alvarado, es en lo único que estuve de acuerdo de dicho discurso. Sin embargo, él está tomando la salida fácil y además, tuvo la osadía de compararse con Mora y Cañas.

Ni Cañas, ni Mora. Hacer lo correcto no es lo más sencillo ni popular y por eso, puedo decir que don Carlos Alvarado no está haciendo lo correcto.  Sigue sin vergüenza alguna dando a todas voces un discurso de miedo, de que estamos sin salida, de que ¡viene el coco!

Un discurso que se sintió falso, barato y triste, por cuanto utiliza las amenazas de siempre aludiendo al personal del MEP, Salud y Fuerza Pública como carne de cañón. Don Carlos Alvarado hoy no le llega a ni a los talones a Mora y Caña, solo el tiempo lo podrá confirmar, así como el tiempo ha demostrado lo nefasto que fue el gobierno de Luis Guillermo Solís y su “manejo heroico” de las finanzas públicas.

Tome decisiones señor presidente, usted tiene las herramientas, pero parece que no tiene el coraje para hacerlo. Sabemos que nuestro problema fiscal viene creciendo en la última década, pero quien está en gobierno hoy es usted, quien puede tomar decisiones es usted señor presidente y por eso le exijo que cumpla su deber y no se vaya por el camino fácil.

Escuche por favor, no sea ególatra, no cierre las puertas como lo hizo ayer en Puntarenas, el gobierno central requiere una reestructuración real y usted sigue tapándose los oídos. Ya perdimos al Crédito Agrícola solamente por un tema de ideología de un partido, por favor no permita que sigamos perdiendo activos valiosos cuando hoy tienen valor y su venta hoy nos puede apoyar en este momento de crisis.

Estamos en la tormenta perfecta, las estrellas están alineadas, tiene la excusa para hacer lo que no se ha hecho en los últimos veinte años, perdón si es un baño de realidad, pero se ocupa que por favor no se valla por el camino fácil. El camino fácil de 80% impuestos, 19% contención del gasto y menos del 1% por venta de activos.

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