El presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada participó esta mañana en la inauguración del Segmento de Alto Nivel que reúne a los presidentes de los países participantes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019 (COP25), que se realiza desde hoy 2 de diciembre y hasta el próximo viernes 13, en Madrid, España.
Dato D+: Recordemos que la COP25 se iba a realizar en Chile pero su sede se trasladó a España por los conflictos internos en el país sudamericano.
En el encuentro y principalmente durante su intervención, Alvarado le aseguró a los mandatarios del mundo que a la generación actual de líderes mundiales, se les va a juzgar en el futuro "por nuestra respuesta a la crisis climática" y por lo que se ha hecho (o dejado de hacer) "frente al mayor desafío de esta y de las próximas generaciones".
Sin embargo, y aunque el discurso fuese ese en Europa, aquí en Costa Rica es a Alvarado y a su gobierno a quienes se les juzga por lo que se ha hecho (o dejado de hacer) por salvaguardar el medio ambiente nacional.
Así lo expresó el presidente de la Federación Costarricense para la Conservación de la Naturaleza (FECON), Henry Picado Cerdas que, mientras Alvarado estaba en España señalando la responsabilidad climática de quienes tienen en sus manos la tarea de no llegar a un "punto de no retorno" en el año 2030, aseguraba en declaraciones brindadas a AmeliaRueda.com, que hay "un doble discurso" entre lo que Costa Rica dice ante el mundo y lo que se hace de fronteras para adentro.
Picado se refería a situaciones como la aprobación en primer debate del proyecto de ley que pretende revivir a la pesca de arrastre en el país, que se efectuó la semana pasada, y a la resolución de la Secretaría Técnica Nacional del Ambiente (Setena) que, a inicios de mes, decidió obviar las objeciones que diversos grupos ecologistas plantearon contra la viabilidad ambiental que se otorgó en 2016 a un proyecto que pretende sembrar casi 500 hectáreas de piña en la zona contigua al Humedal Térraba Sierpe:
Nosotros estamos insistiendo en que hay un doble discurso entre las acciones que está planteando el Gobierno y el discurso y la forma en que se expone a nivel internacional. Vemos un país en que en su agenda internacional tiene muchísimo renombre, inclusive le piden las altas jerarquías a las Naciones Unidas que dirija la discusión climática, y en Costa Rica no se tiene claridad ni siquiera en torno al tema a la ley pesca de arrastre, entonces en este sentido la práctica y el discurso no están siendo coherentes".
Una postura similar compartió el director de la fundación Preserve Planet, Luis Diego Marín Schumacher que, a su vez, señaló que esperaban mayor claridad respecto a cómo el gobierno va a tratar este par de brasas calientes que ahora tiene en las manos (principalmente la de pesca de arrastre) antes de irse a España a decirle al mundo que tomaran medidas más claras respecto a qué hacer frente a la crisis mundial en la que estamos inmersos.
Así, mientras Alvarado afirmaba en Madrid que "comprometida a hacer su parte, y más, Costa Rica hace un llamado a todas las Partes de esta Conferencia para que nos salgamos de lo ordinario y tengamos el valor de hacer lo extraordinario, a la vez que aseguramos una transición justa y una justicia intergeneracional”, aquí en Costa Rica el sector ambiental le reclama que aún no se hable con claridad respecto a un eventual veto a la la pesca de arrastre, si es que esta se convierte en ley de la República, tras su paso por la Asamblea Legislativa y por la Sala Constitucional.
Luis Diego Marín lo señaló cuando afirmó a AmeliaRueda.com que:
Si yo fuera el presidente, antes de irme para la cumbre lo digo (si se va a vetar o no, la pesca de arrastre) pero probablemente ellos están achacándole el problema a la Sala IV para que ellos sean los que decidan, eso es típico que suceda ahí".
Recordemos que los dos temas que están sobre la palestra en este momento, piñeras y pesca de arrastre, no son nada fáciles de tratar y más bien meten en un zapato al país que, mientras trata de ver como lidia con los asuntos a lo interno, busca liderar las discusiones sobre el tema en las altas esferas del mundo.
Desde que la Sala Constitucional prohibió la pesca de arrastre de camarón en el país en 2013, argumentando que "amplios estudios demostraron que esa técnica provoca serios daños al ambiente marino debido a la cantidad de fauna marina que incidentalmente es capturada pero no es utilizada", uno de los sectores más afectados fue el pesquero nacional que se vio severamente golpeado tras perder una de las principales fuentes de ingreso de la zona.
Un panorama similar afronta el sector piñero, que sigue dividiéndose entre ser uno de los principales exportadores del fruto del mundo y las decenas de denuncias por contaminación ambiental que afrontan las piñeras sin que nadie haga, realmente, mayor cosa al respecto.
¿Cómo lidiar entonces, con los conflictos internos que tiene que resolver el país respecto a su manejo medio ambiental (y que no dejan de multiplicarse) mientras trata de posicionarse como una voz activa en las decisiones sobre el tema que se tomen en las altas esferas de decisión (según aseguró el ministro de Ambiente y Energía, Carlos Manuel Rodríguez, a La Nación esta semana)? Ahí está el tema y es por eso que es imposible quitarle el ojo al asunto.
Mientras tanto, Costa Rica sigue comprometiéndose con el planeta entero en respetar y hacer respetar las disposiciones globales y el Acuerdo de París, respecto a alcanzar la meta de la reducción del calentamiento global en 1.5 grados y de tener cero emisiones netas para el año 2050, según aseguró nuestro mandatario en España, esta mañana.
¿Lo lograremos? Esperamos que sí pero para ello es necesario rescatar la frase que señaló el propio Alvarado este lunes, cuando en su discurso recordó que el país está "promoviendo la Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y las Personas, que impulsa la protección del 30% de los ecosistemas marinos y terrestres para el año 2030, y la movilización de recursos financieros para implementar esta agenda" al tiempo que agregaba que, sin ello, "no alcanzaremos la meta del 1.5".
Esperemos que esas premisas se tengan muy presentes cuando se tomen las medidas que urge tomar en esta materia, a nivel nacional. Estaremos pendientes.