A dos años de recibir la certificación, el cantón central registra cientos de actividades de acompañamiento, formación y apoyo comunitario para personas en condición paliativa, sus familias y quienes viven procesos de duelo.

El cantón central de Cartago, certificado en octubre de 2023 como la primera Ciudad Compasiva de Costa Rica, ha fortalecido en los últimos dos años una red de acompañamiento para personas en condición paliativa, cuidadores y familias en duelo.

En este período, unas 2.800 personas han participado en 95 actividades, con un impacto indirecto estimado en más de 8.000 habitantes, en el marco del proyecto Todos con Vos, impulsado por la Fundación Partir con Dignidad (FPD) y Coopenae Wink, con apoyo de la Municipalidad de Cartago.

La iniciativa se enmarca en el objetivo de convertir a Costa Rica en el primer país compasivo del mundo, mediante la metodología Todos Contigo, desarrollada por la fundación española New Health Foundation. La certificación de Cartago, alcanzada tras un proceso de 18 meses, se sustenta en alianzas con instituciones públicas, organizaciones locales y profesionales de la salud.

Entre las actividades más representativas destacan Cuidadores en Equilibrio, con 31 sesiones realizadas entre 2023 y 2025 y 788 participantes; el Árbol de agradecimientos en las Ruinas de Cartago; un encuentro formativo con más de 600 ministros de la Eucaristía; y los talleres Aprender a vivir el duelo, que han brindado apoyo a 75 personas. El programa de voluntariado, integrado por seis mujeres, ha acompañado 26 hogares desde 2022 mediante visitas, llamadas y seguimiento emocional. Asimismo, el Programa de Formación Autocuidado para Cuidadores, con la doctora Sofía Camareno como facilitadora, certificó a 47 personas.

Cartago también ha sido uno de los principales focos del programa nacional de Educación sobre Demencia, impartido mensualmente desde 2024 por la especialista Kathya de Luisa. A ello se suman talleres comunitarios, sesiones de autocuidado para cuidadores y acciones de sensibilización lideradas por comunidades como Quircot.

La gerente del proyecto, Marilia García, destacó la fuerza del modelo:

En Cartago hemos demostrado que la compasión puede convertirse en una fuerza comunitaria que cambia vidas. Nuestro compromiso es acompañar a quienes atraviesan procesos de cuidado y duelo, y al mismo tiempo sembrar capacidades colectivas para que la solidaridad sea parte de nuestra identidad como sociedad”.

La experiencia cartaginesa ha motivado a otros cantones como Oreamuno, Alvarado, Turrialba, Jiménez, Paraíso, Curridabat, San Rafael de Heredia y Upala, que ya avanzan hacia la certificación como Ciudades Compasivas.