El grupo islamista se mostró dispuesto a entregar rehenes y ceder poder, pero advirtió que otros aspectos requieren consenso palestino.

El movimiento Hamas anunció este viernes que acepta algunos elementos del plan de paz presentado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para poner fin a la guerra en Gaza. La organización dijo estar dispuesta a liberar a los rehenes que aún mantiene y a entregar el poder a una autoridad palestina independiente, aunque subrayó que otros puntos necesitan consultas adicionales con las distintas facciones palestinas.

El anuncio se produjo pocas horas después de que Trump lanzara un ultimátum al grupo armado: aceptar el acuerdo antes del domingo a las 6 p.m. (hora de Washington) o enfrentar una ofensiva militar de mayor escala. El plan cuenta con el respaldo de Israel y ha sido bien recibido a nivel internacional, aunque mediadores como Egipto y Catar señalaron que persisten aspectos por negociar.

Según la propuesta estadounidense, Hamas liberaría de inmediato a los últimos 48 rehenes en su poder —de los cuales alrededor de 20 se presume están con vida—, entregaría sus armas y renunciaría al control de Gaza. A cambio, Israel suspendería la ofensiva militar, se retiraría de buena parte del territorio, excarcelaría a cientos de prisioneros palestinos y permitiría el ingreso masivo de ayuda humanitaria y posteriores procesos de reconstrucción.

No obstante, el plan ubicaría a la Franja bajo una administración internacional supervisada directamente por Trump y el ex primer ministro británico Tony Blair, sin prever un camino hacia la reunificación con Cisjordania ni un Estado palestino. Este aspecto ha generado críticas entre líderes palestinos, quienes advierten que las decisiones sobre el futuro del territorio deben responder a un consenso nacional y al derecho internacional.

En su comunicado, Hamas no hizo referencia a la exigencia de desarme incluida en la propuesta, un punto central para Israel. Tampoco aceptó de manera explícita las disposiciones sobre la administración internacional del territorio.

La ofensiva israelí comenzó tras el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023, que dejó unos 1.200 muertos en Israel y más de 250 secuestrados. Desde entonces, la respuesta militar ha provocado más de 66.000 muertes en Gaza, según cifras del Ministerio de Salud de la Franja, controlado por Hamas, estimaciones que la ONU y organismos independientes consideran las más confiables. El conflicto ha desplazado a cerca del 90% de la población gazatí y devastado gran parte del territorio.