Desde abril del 2023 el Banco Central no ha logrado cumplir con su meta de que la inflación sea un 3%.
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) anunció esta noche su decisión de no modificar la tasa de política monetaria (TPM) y mantenerla en 3,5%, donde se ubica desde el pasado 18 de setiembre.
La decisión de no modificar la tasa se da luego de que en las dos sesiones de revisión de la TPM previas el Central decidiera reducir en 25 puntos porcentuales este indicador que es clave para influir en las tasas de interés de la economía y guiar la inflación hacia su objetivo, que es de 3%, con un rango de tolerancia de ±1 punto porcentual, es decir, entre 2 y 4%.
Esa meta no se ha logrado cumplir desde abril del 2023, y la inflación se mantiene en valores negativos desde mayo de este año, sin perspectiva de que vaya a subir en lo que queda del 2025 ni en los primeros meses del próximo año.
Según informó la entidad en un comunicado de presa la Junta Directiva consideró de manera unánime que el nivel actual de la TPM, junto con las expectativas de inflación, es coherente con una postura de política monetaria cercana a la neutralidad. Además, valora que debe darse espacio para que continúe el proceso de transmisión de las recientes reducciones al resto de tasas de interés del sistema financiero.
La Tasa de Política Monetaria es la tasa de interés que el Banco Central usa como referencia cuando inyecta o recoge recursos en el Mercado Integrado de Liquidez (MIL). Se trata del principal instrumento de política monetaria que tiene el Central en su esquema de metas de inflación, y es el que define el corredor de tasas de crédito y depósitos que tiene la institución.
Cuando los bancos solicitan préstamos al Banco Central, una reducción en la Tasa de Política Monetaria (TPM) disminuye los costos que deben pagar por acceder a esos recursos, lo que se traduce en una baja en las tasas de interés que ofrecen a sus clientes.
Por otro lado, cuando existe un exceso de liquidez y se reduce la TPM, los bancos que colocan recursos a corto plazo en el Mercado Integrado de Liquidez (MIL) obtienen menores rendimientos por esos fondos. Esto los incentiva a otorgar más créditos y a reducir las tasas de interés para impulsar ese tipo de operaciones.
De este modo, con una TPM más alta, es más caro para las personas adquirir préstamos, desistirán de hacerlo y sus bancos también dejarán de pedirle recursos al Central, limitando la circulación de dinero y por ende la inflación. Los ajustes en la TPM suelen verse reflejados en la Tasa Básica Pasiva unos seis meses después de aplicados.
El BCCR justificó su decisión de no modificar la TPM señalando que el Índice Mensual de Actividad Económica creció de forma interanual a una tasa de 4,8% en agosto, con una aceleración en el régimen definitivo, cuya variación alcanzó el 2,8%. El Central consideró que "el crecimiento promedio de los primeros ocho meses del año fue de 4,4%, coherente con un nivel de producción cercano al potencial de la economía".
Además, consideraron que el mercado laboral muestra una menor tasa de desempleo y un crecimiento de los salarios reales, y a pesar de que la población que no trabaja ni busca empleo aumentó en 156 mil personas a agosto de este año, el Central considera que la menor participación laboral "obedece a características que en lo sustantivo se relacionan con el envejecimiento poblacional y con decisiones a lo interno de los hogares, como es la atención de obligaciones familiares vinculadas con el cuido de miembros dependientes, todo lo cual trasciende la política pública a cargo del Banco Central".
Finalmente, sobre el entorno internacional, destacaron que "se incorporó en el análisis la reciente revisión al alza en las proyecciones de crecimiento económico por parte de organismos como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos y el Fondo Monetario Internacional. Esta revisión se explica por el adelanto de compras y acumulación de inventarios ante las barreras comerciales anunciadas. No obstante, persiste una elevada incertidumbre debido a la indefinición de dichas políticas, y el posible traslado al consumidor final del costo de los aranceles, así como los riesgos asociados a conflictos geopolíticos en curso".
El BCCR finalizó su comunicado reiterando "su compromiso de ajustar la TPM de forma oportuna y en la dirección que corresponda, conforme lo requieran las condiciones macroeconómicas y la valoración de los riesgos, siempre con el objetivo de preservar la estabilidad macroeconómica y procurar el bienestar de la población".




