El conflicto entre Israel y Palestina ha sido objeto de decenas de resoluciones de Naciones Unidas, libros, documentales, investigaciones y publicaciones durante décadas. Quienes desconocen los orígenes y avance del conflicto pueden tomar nota de esta cronología disponible en el sitio de Naciones Unidas.
El conflicto presenta varios capítulos de una larga lista de agresiones y atrocidades. Desde los años 30, distintas organizaciones paramilitares extremistas sionistas y palestinas han intercambiado oleadas de violencia. El precio mayor lo ha pagado siempre la población palestina; ultrajada, reprimida, asesinada. Sí, es cierto, también hay víctimas en Israel, muchas menos, pero no por eso dejan de serlo.
En 1918, al concluir la I Guerra Mundial fue establecido el Mandato Británico de Palestina (1922-1948). La llamada Revuelta Árabe de 1936 a 1939 fue producto del amplio descontento contra el Mandato y ante el avance de los planes para la creación del Estado de Israel, en ese momento tomaron mayor auge grupos radicales sionistas armados.
Posteriormente, luego de la II Guerra Mundial, en 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas emitió la Resolución A/RES/181(II) llamada “Futuro Gobierno de Palestina”, estableciendo los límites de un “Estado árabe” y un “Estado judío” y el régimen especial de la ciudad de Jerusalén, debido a su valor histórico y espiritual para el cristianismo, el islam y el judaísmo.
El Mandato Británico finalizó en mayo de 1948, entonces el recién proclamado Estado de Israel enfrentó una guerra (mayo 1948-julio 1949) contra Egipto, Líbano, Siria, Irak y Transjordania (Jordania), al menos 20 mil muertos, entre ambos bandos. Israel salió vencedor y amplió sus límites, obteniendo 22% más del territorio que había recibido en la Resolución 181. Una de las graves consecuencias de ese período fue el desplazamiento forzado de cientos de miles de palestinos (Nakba).
En 1967, luego de la Guerra de los Seis Días (Israel contra Egipto, Siria, Jordania e Irak) Israel tomó control de Cisjordania, Jerusalén del Este y Gaza, manteniendo la ocupación ilegal de estos territorios hasta hoy.
Hay quienes alegan que Gaza no estuvo bajo control de Israel desde 2005. No obstante, la Corte Internacional de Justicia en julio de 2024, mediante una Opinión Consultiva solicitada por la Asamblea General de las Naciones Unidas determinó que, pese a su retirada de Gaza en 2005, Israel siguió ejerciendo control del espacio aéreo, fronteras, vigilancia y la salida al mar.
En dicha Opinión Consultiva, la Corte resolvió que la población palestina en Cisjordania es sistemáticamente discriminada, mediante la legislación israelí que impone sanciones y tratos diferenciados. Además, señaló expresamente que Israel ha ocupado ilegalmente los territorios palestinos desde hace 57 años y que dicha ocupación debe finalizar cuanto antes.
A la fecha, Israel no ha demostrado ninguna intención de retirarse de Cisjordania y Jerusalén del Este, todo lo contrario, reiteradas veces ha demostrado su intención de anexar esos territorios.
De tal manera, es equivocado afirmar que todo empezó con el injustificable y abominable ataque de Hamás y otros grupos armados el 7 de octubre de 2023.
Durante décadas, Israel ha negado a Palestina el derecho de existir mediante la ampliación de los límites de forma unilateral, el incumplimiento sistemático de las resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas, la demolición de miles de hogares palestinos, la ocupación ilegal de los territorios palestinos, el sistema de apartheid y más recientemente el genocidio.
No es guerra, es genocidio
La muerte de al menos 67 mil personas en Gaza y otras 169 mil heridas desde octubre de 2023, representa una tragedia humana, humanitaria y diplomática, que pone en jaque al propio sistema de Naciones Unidas.
Si partimos de esas cifras, tomadas de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, desde octubre de 2023, en promedio 92 víctimas palestinas murieron diariamente en Gaza a manos del ejército de Israel; casi 4 personas asesinadas por hora, aunque es difícil precisar el número de víctimas, puesto que se desconoce la cantidad de cuerpos que están bajo escombros.
No utilizo la palabra genocidio de forma antojadiza. A finales de 2023 tuve la oportunidad de referirme a esta situación con base en varios elementos, incluyendo la definición de genocidio dada en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948.
Reconocidas organizaciones como Human Rights Watch, Amnistía Internacional, Greepeace, Médicos sin Fronteras, entre otras, se han pronunciado expresamente sobre el genocidio o han presentado informes sobre la situación. La organización israelí de derechos humanos B´Tselem publicó recientemente el Informe “Our Genocide”.
UNICEF ha estimado, que al menos 50 mil niños y niñas murieron o resultaron heridos por los bombardeos en Gaza. La organización Save the Children, en un comunicado reciente informó que desde octubre de 2023 murieron al menos 20 mil menores de edad. A estas atrocidades debemos agregar la cantidad huérfanos, el bombardeo de escuelas, universidades, hospitales, mezquitas, hambruna, traumas, el asesinato de personal médico y de periodistas.
En septiembre de 2025, una Comisión Independiente Especializada establecida por el Comité de Derechos Humanos de la ONU determinó que Israel ha cometido genocidio en Gaza.
El plan de Trump para la paz aceptado por Israel y Hamás, no resuelve la ocupación ilegal, ni establece ninguna sanción para Israel. La revista francesa El Grand Continent ha publicado un análisis sobre el plan, sus orígenes y alcance, cuya lectura recomiendo.
Aun con toda la desconfianza que me genera Trump, espero que este pueda ser el inicio de una solución duradera y al menos medianamente aceptable No estaría de más que otros Estados en el ejercicio de su soberanía impongan sanciones comerciales y embargos militares para presionar a Israel, después de todo EEUU ha sido el principal proveedor de armas a Israel.
Las protestas multitudinarias alrededor del mundo, constantes durante dos años muestran un punto de inflexión en torno a Israel. Las medidas de presión deben mantenerse para acabar con el genocidio, la ocupación ilegal (invasión) de los territorios palestinos y eventualmente sentar responsabilidades que permitan acabar con la impunidad.
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