Víctima relató al menos diez hechos ocurridos en 2006 cuando tenía 13 años.

Advertencia: Esta noticia alude a presuntos delitos sexuales cometidos contra una persona menor de edad, que pueden resultar desencadenantes para los lectores. Si considera que el contenido podría afectarle, le recomendamos discreción al continuar con la lectura. Para más información sobre cómo reconocer y denunciar la violencia sexual, consulte la guía del Observatorio de Género del Poder Judicial de Costa Rica.

Alicia Castillo, una mujer de 32 años, presentó una denuncia contra el diputado y candidato presidencial costarricense Fabricio Alvarado, de 51 años, por abuso sexual y corrupción agravada contra una menor de edad, hechos que, según su relato, ocurrieron en al menos diez ocasiones durante 2006, cuando ella tenía 13 años y él 32, en el contexto de una iglesia evangélica en Desamparados donde Alvarado cantaba y ganaba confianza con la familia de la denunciante, dirigida por su madre, una pastora.

El medio digital AmeliaRueda.com reveló en exclusiva esta información este sábado 4 de octubre, basada en documentos del Ministerio Público que incluyen la denuncia inicial de febrero de 2025, una ampliación en agosto y declaraciones de la víctima, quien hasta entonces aparecía bajo un nombre ficticio para proteger su identidad; sin embargo, Castillo decidió revelarse públicamente este lunes 6 de octubre mediante un video en Facebook, donde expresó su alivio por el apoyo recibido y animó a otras personas en situaciones similares a romper el silencio.

Castillo relató que conoció a Alvarado en 2004, cuando él, entonces periodista en Noticias Repretel y cantante en congregaciones evangélicas, aceptó una invitación para actuar en la iglesia de la pastora, lo que le permitió establecer una relación cercana con la familia, incluyendo almuerzos dominicales en su casa y liderazgo en el grupo musical del templo, un vínculo que, según la denuncia, Alvarado utilizó para cometer los abusos al valerse de la confianza familiar y la vulnerabilidad de la menor.

"Fabricio durante ese año llegaba una vez a la semana a mi casa, o cada quince días", detalló Castillo en su declaración ante la Fiscalía, donde describió cómo los hechos ocurrían principalmente en la vivienda familiar de San Antonio de Desamparados, aprovechando la distribución alargada de la casa que permitía momentos de aislamiento mientras los padres conversaban en la cocina o la sala.

"Por la forma de la casa que era muy alargada, a veces mis papás se reunían con él en la cocina o en la sala, estos dos aposentos están en un extremo de la casa cada uno, por lo que si estaban en la cocina no tenían acceso a la sala y viceversa", afirmó la denunciante, quien añadió que Alvarado enviaba mensajes de texto para citarla en pasillos o comedores, donde la besaba sin consentimiento en episodios que califica de "violentos e invasivos".

Uno de los episodios más graves, según la denuncia, ocurrió cuando Castillo quedó sola en casa mientras sus padres viajaban a Estados Unidos y sus hermanos salían al cine. El testimonio de Castillo (que fue publicado por AR) da cuenta de acciones tipificadas como abuso sexual y de corrupción agravada de una menor de edad.

Otro de los hechos se habría producido en un automóvil, cuando Alvarado recogió a Castillo de clases de inglés en Curridabat y se detuvo en una calle solitaria entre San Francisco de Dos Ríos y San Antonio de Desamparados.

Castillo explicó el retraso en denunciar por vergüenza y miedo, aunque nunca olvidó los hechos; en 2018, durante la campaña presidencial de Alvarado, revivió los recuerdos al verlo en propaganda electoral y los compartió con su psicóloga, pero solo actuó en febrero de 2025 tras conocer otra denuncia por abuso sexual contra él, presentada por una adulta en diciembre de 2024, lo que le dio confianza para hablar.

"La decision final de denunciar la tomé cuando supe que otra muchacha lo denunció por abuso sexual. Me di cuenta de la existencia de esa denuncia en diciembre de 2024 y eso me generó confianza de hablar y de contar lo que me pasó. No tengo ni idea de quién es la otra muchacha", afirmó Castillo.

La Fiscalía General tramita el expediente 24-000108-0033-PE con dos víctimas, y dado que Alvarado goza de inmunidad como diputado, el fiscal general Carlo Díaz debe solicitar su levantamiento ante la Corte Suprema de Justicia y la Asamblea Legislativa, un proceso similar al seguido contra el presidente Rodrigo Chaves por el caso BCIE.

Alvarado, contactado por AmeliaRueda.com el sábado, respondió inicialmente: "No he sido citado, ni he sido indagado. Esperamos la campaña sucia. No es extraña para nosotros"; al día siguiente, el domingo 5 de octubre, emitió un comunicado más extenso vía el chat de prensa de su partido Nueva República, donde atribuyó la denuncia a una “campaña sucia” coincidente con su ascenso en encuestas.

"Cada vez que estamos en los primeros lugares de las encuestas, salen los mismos de siempre con campaña sucia. Inicié en la política en 2013, y ustedes han sido testigos de cómo, desde entonces, mi familia y yo hemos sido atacados de todas las formas posibles… literalmente… solo falta que digan que maté a alguien", declaró Alvarado en el comunicado.

“Este año decidí alzar la voz”

José Andrés Pacheco, abogado de Castillo, confirmó la denuncia y aclaró que su clienta no busca resarcimiento económico: "Mi clienta no tiene interés en presentar una demanda civil ni solicitar resarcimiento ni indemnización alguna. Su interés no es el dinero".

En su video de este lunes, Castillo expresó:

Ayer leí el artículo que salió en ameliarrueda.com y aunque agradezco muchísimo que hayan protegido mi identidad, no me quiero esconder más. Me guardé esta historia por 19 años y este año decidí alzar la voz. Debo reconocer que nunca en mi vida había experimentado tanto temor como en los últimos meses y los pensamientos que más llegaban a mi mente siempre era ¿Quién me va a creer si a mí nadie me conoce? Sin embargo, después de ver tantos comentarios de apoyo, de tantas personas que no tienen la menor idea de quién soy yo y aún así escriben, yo le creo a ella, solamente puedo sentir un profundo agradecimiento. Gracias por creerme, gracias por escuchar mi verdad y de corazón, de verdad, de corazón espero que así como a mí en diciembre me sirvió muchísimo escuchar que otra mujer alzara su voz y fue el último empujoncito que yo necesité para alzar la mía".

Castillo agregó que espera esto pueda ayudar a otras personas que se encuentran en una situación similar, para que puedan hablar y no se queden calladas.

"Se los digo porque lo he vivido. Hablar duele muchísimo. Conozco perfectamente el temor y sobre todo la vergüenza que da. Pero también les puedo decir que hablar sana y que lo más importante de hablar es que nos libera de una culpa que no nos corresponde. Independientemente del resultado de este proceso, Yo les puedo decir que yo me siento ganadora. De verdad, de corazón, gracias". concluyó.

La Ley de Derecho al Tiempo en Costa Rica permite denunciar abusos sexuales contra menores hasta 25 años después de alcanzar la mayoría de edad, plazo dentro del cual Castillo, a sus 32 años, presentó su acción.